Compañeros - Kookmin

Veintiséis: Jungkook

Cuando junté todas mis cosas y caí de improvisto en la puerta de la habitación de Namjoon el día del accidente, no pensé que nos íbamos a terminar volviendo amigos en tan poco tiempo. Pero es que no tenía ningún otro lugar a dónde ir, ninguna otra persona en quien confiar.

No podía ir a casa, no me animaba a ver a mi familia a los ojos después de haber actuado tan violento con Jimin. No quería volver a ver la mirada de horror en mis sobrinos.

Estaba claro que esa parte oscura de mi persona aún seguía dentro mío. Pensé que nunca la aplicaría con Jimin, no después de cómo me calmó el día en que golpeé a ese adolescente que nos molestaba. Pero estaba tan furioso. No importó todo lo que sentía por él en ese momento. Simplemente reaccioné mal, exactamente como aquella vez en que le pegué a mi hermana. Odiaba esa parte de mí. La odiaba. Me detestaba por lastimar a las personas que más quería.

Namjoon era la única persona que me quedaba a mi lado entonces. Solo esperaba no arruinarlo con él también. Me recibió sorprendido pero no dudo en hacerme un lugar en su dormitorio, e incluso sin pedir muchas explicaciones sobre lo que había ocurrido. Fue paciente y comprensivo conmigo hasta que por fin pude contarle todo. Y no me costó tanto esa vez. Jimin había cambiado esa parte de mi persona, me había hecho en cierta forma más valiente, y eso lo agradecía a pesar de las mentiras que hubo de por medio.

Verlo con el brazo roto y despedirme de Jimin fue de las cosas más difíciles que tuve que hacer. Pero tenía que hacerlo, Namjoon me insistió en que debía verlo, hacer las cosas bien. Y el primer paso de aquello era como mínimo pedir disculpas.

El segundo paso, intentar arreglar mi vida, esta vez de forma definitiva en lo posible. No iba a quedarme de brazos cruzados a llorar por todos mis errores. Si pude salir adelante una vez, podría hacerlo de nuevo. Aunque esta vez había algo distinto. Mi corazón sufría por otra razón más....y esa no estaba seguro de que tuviera solución.

Junté coraje y fui a casa de mi familia. Necesitaba pedirles perdón a ellos también.

Hyun se había ido a buscar a los niños al jardín, así que Nayeon y yo estuvimos solos un rato, charlando de hermano a hermana. Me abrazó y no dejó de repetirme que había sido un accidente.

- ¿Lo fue, noona? ¿Fue un accidente? ¿Lo fue cuando te golpeé a ti también? - pregunté entre lágrimas.

- Oh, Kookie ¿Por qué sigues castigándote por eso? Yo te perdoné. Jimin no está molesto contigo por lo que pasó tampoco. ¿Por qué no puedes perdonarte tú también?

- No lo sé. Yo...jamás debí dejar la terapia. Creí que estaba listo, ¿sabes? Pero me equivoqué. Noona, quiero volver a ir.

- Jungkook, ¿estás seguro? - preguntó mientras acariciaba mi rostro. - Solo fue una discusión, no fue tu culpa.

- No fue esta única vez. - le conté apenado - Casi mato a un chico de un golpe el otro día porque se burló de Jimin y de mí por caminar juntos de la mano. No estuvo bien, noona. Y perdón, por no contártelo antes.

- Kookie....yo lo siento también, pequeño. Lamento haberte lastimado.

- No. - negué - Eso ya no importa. No estoy enojado contigo. Sé que solo querías ayudarme, ayudar a Jimin para que pudiera ser mi amigo.

- ¿Entonces me perdonas?

- Claro. - sonreí apenas y Nayeon me abrazó.

- Si puedes hacerlo conmigo, puedes hacerlo con Jimin. - dijo aún sin soltarme. - Perdonarlo.

- Tampoco estoy enojado con Jimin, ya no. Pero...es mejor así. Está mejor lejos de mí.

- Jungkook, estás enamorado de ese chico. Lo sé. No lo hubieses traído a casa de no ser así.