Damian
Vi entrar a Jack por la puerta y enseguida fui a sentarme con él, este fue a darme un beso pero se detuvo dejándome con las ganas, ¿pero a este qué le pasa ahora?.
- Oye ¿qué ocurre? - Él tenía una mirada triste con los ojos cristalizados como si estuviera a punto de llorar.
- Bue..no no sé si querías ma..ntener nuestra r..elación en sec..reto - ¿Eso era lo que te tenía preocupado? ¿cómo no me di cuenta? Acto seguido me levanté y lo tomé del brazo y dí un fuerte golpe a la mesa para captar la atención de todos, se instaló un silencio sepulcral en la cafetería y yo me dirigí al centro de esta agarrando a Jack de la mano.
- ¿Veis a este chico de aquí? Él es mío así que quién le toque un pelo se las va a ver conmigo, ¡Jack es MÍ novio y de nadie más! - Jack sonreía de una forma que me cautivó y nos volvimos a sentar en la mesa con toda la cafetería llena de murmullos.
- ¿Mejor? - Él se veía realmente calmado y eso me alegraba.
- Sí, señor posesivo - Él me lanzó una sonrisa burlona y yo me sonrojé un poco, maldito enano.
Seguimos comiendo bajo la atenta mirada de todo el mundo, sinceramente me da igual lo que piensen, quiero que todo el mundo sepa que Jack Matthews es mío y lo será por siempre.
Jack
Nos dirigimos a la clase que nos tocaba ahora que era nada más y nada menos que matemáticas con el profesor pervertido. Entré por la puerta y cómo no, tubo que hablarme como siempre que hace cuando me ve ¿qué problema tiene este tipo conmigo?
- Oye Jack, corren rumores de que tú estás saliendo con Damian ¿es eso cierto? - Se veía dolido por extraño que me parezca ¿pero a este tipo qué le pasa?
Sí, es cierto, este chico taaan guapo de aquí es mi novio y si me disculpas nos vamos a sentar. - Este cambió de una mirada dolida a reflejar cólera y odio hacia Damian.
- No lo será por mucho tiempo... - Soy yo o a dicho lo que me parece que a dicho, este tipo parece que va a dar problemas.
Prosiguió con su clase como si nada lanzando a Damian alguna que otra mirada asesina, si las miradas matasen mi gigante idiota ya estaría echo pedacitos.
Gabriel
Ha sido súper romántico lo que ha hecho Damian enfrente de todos, me gustaría que algún día alguien me quisiera tanto como lo hacen esos dos, sinceramente nunca me he enamorado y nadie de mí ¿por qué? No lo sé, supongo que no soy atrayente, lo único que atraigo son abusones que me pegan y me roban cosas, ¡¿que he hecho yo para merecerme esto?! Estaba caminando tan tranquilo cuando unos tipos de tercero empezaron como siempre a meterse conmigo, me tiraron todos mis libros al suelo y me tiraron al suelo con toda la fuerza que pudieron lo que me hizo mucho daño, unos de ellos, puesto que eran cuatro, estaba apunto de darme un puñetazo cuando alguien me cubrió llevándose el golpe, era.... ¡¿Daniel?! ¿qué hace él aquí? y.. ¿por qué me está defendiendo?, Furioso se levantó y comenzó a pelearse con ellos a puñetazo limpio, él era uno y ellos cuatro aun así Daniel ganó llevándose solo un puñetazo en la cara que le dejó un pequeño corte, los otros se retiraron mientras lo iban maldiciendo.
- ¿Estás bien Gabriel? - Yo seguía en el suelo rodeado por todos mis libros mientras me encontraba e estado de shock.
- S..i - Este soltó un suspiro de alivio que ceso pronto al ver un charquito de sangre cubriendo mi rodilla. Este me sentó en el suelo y levantó mi pantalón, seguramente cuando me empujaron tan fuerte contra el suelo me hice un corte o varios cortes en la rodilla.
- ¡¿Cómo que estás bien?! Hay que llevarte ahora a la enfermería - Sin preámbulos me cargó en su espalda y me llevó a la enfermería a toda prisa. Allí me sentó en una de las camillas y fue a hablar con la enfermera que pronto vino para desinfectarme y curarme la herida.
En cuanto puso el algodón con alcohol en mi herida pegué un grito y hasta se me salieron algunas lágrimas, Daniel me rodeó con sus brazos la cabeza y me pegó a su pecho queriendo calmar mi dolor, cosa que surtió efecto y me dolió menos ¿esto es lo que se siente cuando alguien está ahí para ti?.
- Listo te vendaré la rodilla y habré acabado, ten más cuidado Gabriel, ya es la cuarta vez que vienes desde que empezó el curso y solo hace de ello una semana - Maldita sea, no quería que nadie supiera lo que me hacen, en especial Daniel. Terminó de vendarme y al salir de la habitación Daniel me miró con semblante muy serio.
- ¿Esto te ha pasado antes Gabriel? ¿Quién fue, que le voy a partir la cara ahora mismo? - Él se veía muy enfadado y apunto de perder la paciencia ¿por qué le importaba tanto esto?
- No pasa nada estoy acostumbrado, de todos modos siempre tiene que haber alguien acosado y eso soy yo - Lo dije con una débil sonrisa mirando a Daniel, sinceramente eso me había pasado siempre y ya estaba acostumbrado.
- ¡¿Pero a ti que coño te pasa?! ¡¿cómo puedes dejar que te hagan eso sin que ni siquiera te importe?! ¿¡No te duele?! - Empezaron a caer gruesas lágrimas por mis mejillas cuando Daniel me estaba gritando, este al verme llorar se mostró arrepentido y fue a abrazarme, aparté sus manos y los miré lo más dolido que pude.
- ¿En serio piensas eso? ¿qué no me duele? ¿qué no me importa? ¿crees que puedo hacer algo estando acostumbrado a eso desde pequeño? - Me levanté de la camilla y me dispuse a salir pero Daniel me agarró firmemente y me abrazó por la espalda con aun mi mano en el pomo de la puerta.
- Daniel lo siento, he sido muy duro contigo pero de verdad no quiero que te agredan nunca más porque eres alguien importante para mí - Al escuchar sus últimas palabras mi corazón dio un vuelco, me di la vuelta quedándome enfrente de él y lo abracé lo más fuerte que pude a la vez que lloraba sin poder detenerme, mis piernas perdieron fuerza y fui a caerme pero el rubio me retuvo entre sus brazos y me sentó en la camilla.
- Ya no llores más Gabriel, te quedarás sin lágrimas. - Empezó a secarme las lágrimas poco a poco y a esto que me dí cuenta de que aun tenía en la cara el corte que se hizo en la pelea, me levanté de la camilla lo senté en esta, cogí un algodón , le eché un poco de alcohol y lo pose sobre el corte en su mejilla, este hizo una mueca de dolor a lo que le apreté la mano y esa mueca pasó a ser una amplia sonrisa, le puse una pequeña tirita en la mejilla y cuando iba a retirar mi mano él la acarició acompañada de una mirada con ¿deseo? ¿me habré fijado mal? Sonrojado a cien por hora desvié mi mirada hacia otro sitio sintiendo aun la calidez de su mano en la mía.
- Tengo hambre ¿comemos algo? - De veras se veía hambriento.
- Si claro - Puse mi mejor sonrisa y asentí al mismo tiempo.
- Pero antes vayamos a por tus libros - Se levantó y fuimos hacia mis libros, yo medio cojeando porque me dolía mucho la rodilla, Daniel me cogió y me puso sobre su espalda y fuimos así hacia la cafetería, hundiendo mi cabeza en su espalda y sintiéndome muy feliz de lo que había pasado recientemente pero.. ¿será solo felicidad o habrá algo más?.
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Te odio y te amo (+18 - Gay)
Romance¿Qué haces cuando tan solo eres un chico de 16 años y te obligan a ir a un internado en inglaterra? Eso es lo que se preguntó Jack Matthwes al escuchar la noticia, "quiero apoderarme de él" pensó tras hacerse la pregunta ¿Qué pasará con esta idea?