Damian
Sonaban las campanas formando una melodía angelical, mucha gente nos miraba, había palomas blancas por los alrededores, sí, nos estábamos casando. Jack y yo decidimos que yo iría de blanco y el de negro, no quiere decir que sea el pasivo ¡eh! Yo ya estaba en el altar esperando a mi media mitad nervioso hasta poder desmayarme, entonces apereció, del brazo de su padre con un pequeño velo, esa habrá sido Julie jajaja, su padre se retiró con un beso en la mejilla de Jack y por fin lo dejaron conmigo.
Tomé su delicada mano y nos pusimos de frente al sacerdote mientras nos lanzabamos alguna que otra mirada cargada de nervios y amor.
- Esposo y Esposo, ¿venís a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente?
- Sí, venimos libremente.
-: ¿Estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del Matrimonio, durante toda la vida?
-: Sí, estamos decididos.
- ¿Estáis dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?
-Sí, estamos dispuestos.- Llegó el momento de los votos, comience usted Damian.
- Jack, desde que te conocí me llamaste la atención, no sólo por tu físico sino por tu forma de ser. En estos años que hemos estado saliendo he sido el hombre más feliz del mundo, nos hemos reído, amado, peleado e incluso llorado, pero a pesar de todo aquí estamos. Me gustaría poder hacerte feliz el resto de nuestras vidas enano - A Jack se le escapaban hermosas lágrimas de sus ojos.
- Ahora es su turno Jack.
- Damian, la primera vez que te vi me pareciste un completo idiota - Todo el mundo comnenzó a reírse - Somos personas muy diferentes, tanto de aspecto cómo de carácter pero ahí está la clave, nos complementamos perfectamente gracias a nuestras diferencias: tú eres muy escandaloso y yo te relajo, yo soy muy bajito y tú me alzas. Esas son las cosas que hacen que seas mi hombre perfecto idiota - Yo también tenía lágrimas en mis mejilllas, al fin y al cabo, no soy tan duro cómo parece.
- Así, pues, ya que queréis contraer santo matrimonio, unid vuestras manos, y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia. - Unimos nuestra mano derecha y dije:
Yo, Damian Gallagher, te quiero a ti, Jack Matthwes, como esposo
y me entrego a ti, y prometo serte fiel
en la prosperidad y en la adversidad,
en la salud y en la enfermedad,
y así amarte y respetarte
todos los días de mi vida.Ahora le toca el turno a Jack:
Yo, Jack Matthwes, te quiero a ti, Damian Gallagher, como esposo
y me entrego a ti, y prometo serte fiel
en la prosperidad y en la adversidad,
en la salud y en la enfermedad,
y así amarte y respetarte
todos los días de mi vida.- Los anillos - Trajeron unas hermosas alianzas que habíamos elegido meses antes, con nuestras iniciales y el día de nuestra boda, 22 de septiembre, el mismo día que comenzamos a salir hace ya más de cinco años. Nos pusimos los hermosos anillos y proseguimos con la ceremonia.
- Damian Gallagher, ¿quieres recibir a Jack Matthews, como esposo,
y prometes serle fiel
en la prosperidad y en la adversidad,
en la salud y en la enfermedad,
y, así, amarlo y respetarlo
todos los días de tu vida?- Sí, quiero. - Dije seguro de mí mismo.
- Jack Matthews, ¿quieres recibir a Damian Gallagher, como esposo,
y prometes serle fiel
en la prosperidad y en la adversidad,
en la salud y en la enfermedad,
y, así, amarlo y respetarlo
todos los días de tu vida?- S..í, quie..ro. - Estaba tan nervioso que medio tartamudeó.
- Por el poder que me ha sido concedido yo os declaro marido y...marido, pueden besarse - Jack y yo nos miramos fijamente con sonrisas de oreja a oreja, nos quedamos pegados uno en frente del otro, Jack rodeó con sus brazos mi cuello y nos juntamos en un cálido beso cargado de todo el amor posible.
- ¡Vivan los novios! - Gritaron la mayoría de invitados, habíamos invitado a parte de la familia y a todos nuestros amigos del internado: Julie, Fran, Sara, Gabriel y Daniel. Pasamos por el pasillo lleno de flores y fuimos a celebrar el convite que habíamos preparado.
Estuvimos bebiendo y riendo, bailamos muchísimo y lo pasamos en grande. Para la noche de bodas habíamos decidido ir a una cabaña de la propiedad de Julie en medio del bosque para estar tranquilos.
Estaba recogiendo mis cosas cuando Julie entró por la puerta con su cara de "mira lo que te traigo querido" Traía consigo una bolsa negra de deporte.
- ¿Qué es eso? - Más o menos me hacía una idea de lo que sería.
- Mmm son algunas cositas para vuestra noche de pasión - Lo sabía, comenzó a abrir la bolsa y había muchísimas cosas: cuerdas, geles, preservativos, incluso un traje.
- Wow, te debo una - Puso una cara de "Me debes demasiado", reí antes su cara.
- ¿Ya estás listo amor? - Dijo Jack entrando de repente, me asustó, pero asentí, nos despedimos de todos y fuimos a la cabaña.
Era una casa que Julie había preparado ella misma, había como unos ganchos en el techo ¿para las cuerdas? Eso me recuerda a la película de 50 sombras de Grey, pero de todos modos podemos probar. Coloqué las cuerdas en los ganchos y Jack me miró con algo de miedo.
- ¿Qué...es eso? - Retrocedió un poco cuando me acerqué.
- Es para hacertelo mejor - Dije imitando el cuento de Caperucita Roja.
- Ahora pareces un lobo hambriento - Me quité la camisa.
- Esta noche te voy a devorar - Ronroneó y empezamos con la acción.
Besé su pálido cuerpo mientros lo apresaba contra la pared ejerciendo leve presión, él recorría sus lujuriosas manos por mi espalda y cabello. En un ágil movimiento lo até con las cuerdas y lo dejé con las manos atadas sobre su cabeza, le pusé un antifaz y empezamos con lo nuestro.
Saqué de la bolsa uno de los geles lubricantes y comencé a prepararlo mientras mordía su cuerpo con una pasión desenfrenada, poco después estuvo ya listo, lo cogí por los muslos y este los enrolló en mi cintura, los penetré salvajemente y así, en diferentes posturas y lugares, pasamos la mejor noche de la historia.
Jack
Desperté cuando los primeros rayos de luz se posaron en mi cara, me encanta ver a Damian dormir, y pensar que ahora lo veré para siempre me llena de felicidad, besé sus labios para que se despertara y así lo hizo.
- Buendos días esposo - Suena tan bien cuando lo dice él.
- Buenos días maridito mío - Dije meloso acurrucandome más en sus brazos.
- ¿Tienes hambre? - Me preguntó al mismo tiempo que acariciaba mi mejilla.
- Sí, voy a preparar algo para desayunar - Lo dejé en la cama y fui a preparar un delicioso desayuno para ambos. Mientras lo hacía Damian vino y me abrazó por detrás.
- Que rico huele - Sentir su respiración en mi cuello se sentía mágicamente increíble.
- ¿Yo o la comida? - Dije juguetón, él besó mi cuello haciendome cosquillas.
- Tú, por supuesto - Jajaja, me encantas.
- Cómo te quiero idiota - Me abrazó más fuerte que antes.
- Yo más enano - Me giré y le di un tierno beso en los labios.
El enano y el idiota, bonita pareja ¿no creeís?
---------------------------------------------------------------------------------------------
Holi chicos, quería haceros una preguntita de nada, el siguiente capítulo será el epílogo y se acabará :'c
¿Queréis uno o dos capítulos de la pareja criando al pequeño o lo queréis ya en la segunda parte?
(Ya estoy haciendo la segunda parte (ノ◕ヮ◕)ノ)
ESTÁS LEYENDO
Te odio y te amo (+18 - Gay)
Romantik¿Qué haces cuando tan solo eres un chico de 16 años y te obligan a ir a un internado en inglaterra? Eso es lo que se preguntó Jack Matthwes al escuchar la noticia, "quiero apoderarme de él" pensó tras hacerse la pregunta ¿Qué pasará con esta idea?