Jack
Llegamos a nuestro destino y un hombre bien arreglado nos paró, el guarda de seguridad.
- Please, can you give me t? - Le corté rápidamente (¿Por favor, pueden darme l?
- Yes yes, sorry it's a surprise - Él entendió y no siguió hablando (Sí sí, lo siento es una sorpresa)
Pasamos dentro del edificio y guié a Damian hasta un asiento.
- Bueno hemos llegado, ¿así sentado te duelen menos las piernas? - Pregunté para que su curiosidad creciera.
- Sí pero.... ¿dónde leches estamos? - Que gracioso está ahora mismo.
- ¿No quieres intentar adivinar? - Negó, entonces decidí retirar el pañuelo para que por fin pudiera ver dónde estábamos.
Estábamos apunto de ver un importante artido de los Lakers en el pedazo de estadio de Los Ángeles. Damian hace tiempo me dijo que siempre había querido verlos jugar, ¿qué mejor momento para hacerlo? Me miró con la boca tan abierta que rozaba el suelo y unas lágrimas transparentes recorriendo sus mejillas.
- Jack...¿cómo? - Sonreí orgulloso y lo abracé - ¿Cómo puedes ser tan atento? Es el mejor regalo de mi vida - Me abrazó más fuerte y comenzó a besar mi rostro fugazmente. Sin más preámbulos se levantó del asiento de primera fila y miró frenéticamente cada detalle del enorme estadio donde nos encontrábamos ahora mismo.
- ¡¡Esto es increíble!! ¡¡No me lo puedo creer!! - Volvió otra vez a abrazarme y a pegar saltitos, parece un niño pequeño, seuqué sus lágrimas y besé su nariz.
- Te lo mereces bebe - Le dije mientras seguíamos abrazados.
- Y tú eres el mejor novio que se podría tener - Volvimos a besarnos aunque hubiera mucha gente alrededor, sin pudor alguno, y nos detuvimos cuando comenzaron a anunciar los jugadores que participarían en el partido. Comenzaron con el otro equipo y Damian ya estaba subiéndose por las paredes, imagináos cómo se puso cuando empezaron con los jugadpres de los Lakers. Parecía un niño cuando iba corriendo a ver sus regalos de Navidad, comenzó a chillar cuando vio salir a su ídolo, LeBron James, de bastidores, brincaba, gritaba y reía, nunca antes lo había visto tan feliz.
El partido comenzó y después de una buen rato ya Damian se sentó, cansado de tanto saltar, miraba el partido emocionado y expectante, no se perdía ni una sola jugada y así transcurrió todo el partido, que por cierto, ganaron los Lakers.
Damian se dirigía a la salida y lo desvíe por un pequeño pasillito.
- Querido, un buen novio te habría traído a Los Ángeles a ver el partido pero... el mejor novio va a otro nivel - Dije abriendo una puerta más dejándo ver al enorme jugador que tanto admiraba Damian. Mi padre tiene unas conexiones con el entrenador y me hizo el favor de dejarnos un tiempo a solas con LeBron James después del partido.
- ¿Qué? LeBron..James - Su mirada pasó de confusión a una sonrisa radiante.
- Hola Damian, ¿te gustó el partido? - Asintió envobado de ver a su ídolo a pocos metros de él.
- Jack me dijo que me admirabas mucho, así que quería pasar un rato con vosotros ¿te parece bien? - Se veía muy cómico la escena ahora mismo.
- ¡Sí! - Asintió firme como un palo por los nervios.
- Vamos a mi casa si queréis, estaremos más cómodos - Y así fue cómo Damian y yo acabamos en la casa de su ídolo.
Era una casa enorme y moderna digna de una estrella del baloncesto, estuvimos allí merendando y hablando con él, Damian estaba muy contento y emocionado. Nos hicimos muchas fotos con y sin él, lo pasamos super bien.
Luego de aproximadamente unas 2 horas volvimos al hotel cansados después de un gran día para Damian, no sin antes decir una frase que lo mató: "Feliz cumpleaños"
- Jack, no sé cómo lo haces, pero eres increíble, el mejor novio del mun - Lo interrumpí posando un dedo sobre su boca.
- Sshh no hables tan deprisa, aún no hemos terminado - Me miró perplejo - Túmbate en la cama ahora vengo - Me dirigí seductoramente hacia el baño dándole a entender lo que tocaba. Lo que no se iba a esperar era lo que yo tenía preparado.
Damian
Me tumbé en la cama mientras esperaba a Jack, este ha sido un día increíble ¿que será lo que pasa hoy para estas sorpresas tan alucinantes? Escuché la puerta del baño abrirse y pegué un brinco en la cama. Un Jack sexy y coqueto salía del baño vestido de conejito con unas orejas negras en las manos. Se acerca a mí moviendo la colita juguetonamente y me coloca las orejitas, inmediatamente creció una erección en mis pantalones
- Mmm ahora llega mi parte favorita.... - Dije seductoramente en un susurro cerca de su oreja, mordiendola posteriormente provocando en él que se estremeciera.
- La mía también - Había traído los geles porque me apatecían provarlos a mí también, puso su trasero en mis manos y comenzó a moverlo provocativamente al mismo tiempo que su colita rozaba mi miembro excitado.
Comencé a simular estocadas impactando con mi miembro su trasero dándonos placer mútuo al mismo tiempo que empezábamos a gemir tenuemente. Al fin bajé sus pantalones blancos y sus bóxers para comenzar a prepararlo con uno de los geles.
Nos besamos infinitas veces mientras lo iba preparando apresurado, con ganas de llegar ya a la acción, dejándole un rastro de chupetones desde mi oreja hasta la base de su tentador cuello, donde me detuvo para quitar su camisa que ya comenzaba a estorbar. Me detuvó unos instantes comtemplando los músculos que había formado Jack durante su estancia con Lucy, recorrí con sus dedos todo su abdomen, por su lado él saboreaba cada centímetro por el que estos pasaban dejándo un rastro caliente y lujurioso de más contacto. Al fin estaba listo para una larga noche de placer, estuvimos haciéndolo casi toda la noche en diversos sitios, incluyendo el jacuzzi que tanto anhelaba provar con él.
Al final del día ya agotados de tanto éxtasis caímos rendidos en la cama uno al lado de otro, acurrucados y listos para descansar.
- Feliz cumpleaños Damian - ¿Hoy? ¿Era mi cumpleaños? - Se que tú nunca lo has celebrado y no le has dado mucha importancia pero....quiero que sepas que a partir de ahora es una fecha muy especial para ambos y....qu..ería agradece..rle a tu m..adre porque h..ayas na..cido - Esa última frase le costó decirla pero al fin lo hizo, y el hecho de que tartamudeara al final lo hizo ver más lindo.
- Eres el mejor novio del mundo Jack - Besé sus hinchados labios con una carga de amor abundante y al final fuimos absorbidos por un sueño profundo lleno de felicidad. - Y el más lindo.- ¡Yo...no soy lindo! - Dijo Jack apenado mientras se tapaba la cara con sus tan suaves manos.
- Sí que lo eres - Siguió con sus manitas en la cara - Amo a los chicos lindos - Me miró de repente.
- ¿En plural? - Jajajaj eso se llama ser demasiado lindo.
- Bueno... solo amo a MÍ chico lindo - Ahora en vez de con sus manos fue con la almohada, tapó su enorme sonrojo con ella. - No te tapes, amo verte sonrojado - Se destapó un ojo para mirarme, lo que aproveché para quitarle el cojín y ponerme encima suya.
- ¡Dé..ja..me! - Dijo intentando zafarse de mi agarre, ahora si podré ver esa cara que tanto me encantaba.
- Te amo - Noté cómo se estremeció bajo mi cuerpo.
- Ya...lo sé - Flexioné mis brazos y me quedé abrazado al torso de Jack.
- Pero te encanta que lo diga y lo sé - No vi su cara, pero supe que se había sonrojado otra vez, me encanta.
- Sí... - Dijo tímido bajo mis brazos.
- ¿Tu me quieres? - Quiero escuchar esas 2 palabras de su boca.
- No - Dijo cortante y seco ¿qué? Lo miré extrañado - Te amo - Esas simples pero complejas palabras salieron de su boca dejándome completamente abatido - Demasiado - Me lo voy a comer a besos cómo siga así.
- Nunca digas demasiado querio Jack -Rió ante mi comentario-
- Te amo - Susurró en mi oído coquetamente y mordió el lóbulo de mi oreja, se acomodó debajo mía y dormimos abrazados toda la noche, como nos gustaba hacerlo, este chico va a conseguir volverme loco.
ESTÁS LEYENDO
Te odio y te amo (+18 - Gay)
Roman d'amour¿Qué haces cuando tan solo eres un chico de 16 años y te obligan a ir a un internado en inglaterra? Eso es lo que se preguntó Jack Matthwes al escuchar la noticia, "quiero apoderarme de él" pensó tras hacerse la pregunta ¿Qué pasará con esta idea?