Parte X

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Santorini era como me imaginaba el paraíso de niña, colinas pobladas de bellas casas blancas con techos, marcos de puertas y ventanas coloreadas de azul, flores en las puertas, ancianas sonriendo y niños correteando por las calles, desde el ventanal de la sala de estar podía ver el mar azul rompiendo contra las rocas del acantilado y acariciando la arena blanca de la playa.

– Quiero vivir aquí – Caminé hasta donde Alfie preparaba un par de tragos – ¿Por qué te quedas en Londres teniendo esta hermosisima casa?

– Porque las mujeres aquí en Santorini, no son tan hermosas como lo son en Birmingham – Solté una carcajada.

– ¿Por qué una piscina estando el mar tan cerca?

– No me gusta mucho el mar – Abrí la puerta de corredera que daba desde la pequeña cocina americana hasta el patio donde estaba la piscina, encendí un cigarrillo.

– ¿Qué quieres hacer?

– ¿Por qué tu casa queda separada de la isla grande?

– Está isla se llama Therasia, es parte del archipiélago que conforma Santorini, la ventaja de que quede más alejada es la privacidad que nos da – Lo vi quitarse el saco y los zapatos, para luego desabotonar la camisa lanzándola a un lado – ¿Qué haces?

– La ventaja de ser hombre es que no tengo que ir por mi bikini.

– Si sabes que un traje de baño es ropa interior echa con otra tela ¿verdad? – Me observó sonriendo quitándose el pantalón.

– ¿Vienes? – Dio un par de pasos atrás para lanzarse de piquero al agua, me quité los tacones y la blusa deslizando la falda por mis piernas, llevaba un bralette negro de tela trasparente con algunas hojas y flores bordadas que apenas cubrían mis pezones, retrocedí un poco, y salté, el agua estaba tibia nade un poco bajo la superficie para salir del otro lado encontrándome con el barbón, eché mi cabello hacia atrás.

– Está exquisita – Me pasé la mano por el rostro, recorrió mi cuerpo con su mirada – Estás incomodandome.

– Lo lamento – Bajó la mirada para luego echar la cabeza hacia atrás – Eres jodidamente hermosa, de verdad.

– Supongo que gracias – Susurré temblando cuando se acercó a mí quedando de frente mi pecho casi podía tocar el suyo.

Alcé la mirada para encontrarme con sus pectorales completamente humedecidos por el agua, formando pequeñas gotas de agua sobre la piel blanquecina, di un paso adelante acortando la distancia y así permitir que sus manos tomaran mi cuello, enredando sus dedos en mi cabello terminando de acercarme a él se inclinó sobre mí acercándose despacio.

Cada centímetro era una tortura mientras aguardaba que su boca llegara a la mía me puse de puntillas sobre el suelo de la piscina para terminar de alcanzarlo.

Su besó fue tierno, y suave y su barba me hizo cosquillas en la piel friccionándose, los labios tersos acariciaban los míos pausadamente volviéndose más intenso conforme me apretaba contra él, sentí su lengua en la punta de mi boca cuando dejé mi mano en su nuca para acercarlo a mí, pronto me acorraló contra una de las paredes de la piscina para hacer de su beso algo más profundo.

Me sentía pequeña entre sus brazos fuertes que me sostenían firmemente, rió suavemente cuando le di un mordisco en el labio inferior, su mano derecha comenzó a subir por mi estómago para atrapar uno de mis pechos que cabían completamente en una de sus manos una larga electricidad me recorrió por completo erectando mis pezones y humedeciendo mi sexo.

Su beso descendió por mi cuello, deteniéndose de pronto cuando el teléfono comenzó a sonar vertiginosamente regresó para darme un beso en la boca.

– Necesito contestar – Susurró apoyando su frente contra la mía – Lo lamento, no olvides la sensación.

It was always about Thomas [{Completa}]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora