It was always about Thomas [{Completa}]

Parte XXV

Maratón a petición de Srta_Wolff
Gracias a todas por leer.
Actualización 1! Vean abajo

Busqué el contacto de Thomas para marcar apenas me separé de Solomons y fui camino al aeropuerto.

– Que sorpresa que llames – Contestó del otro lado con un tono de voz que delataba una sonrisa.

– Estoy en Santorini, con Solomons – Expliqué rápidamente comprando un fardo de cigarrillos – Hace años él y yo hablamos de hijos.

– ¿Y por qué me hablas de esto?

– Congelé algunos de mis ovulos. Alfie hizo que los inseminaran luego de mi presunta muerte – Mis manos temblaban sosteniendo la botella de cerveza que bebía en el bar – tengo una hija de un año y medio – Silencio, lo escuché tragar saliva, probablemente mucho más nervioso que yo – Dime que debo hacer Tommy.

– ¿Por qué me lo preguntas a mi?

– Eres mi maldito hombre Thomas. Necesito ayuda. Necesito saber qué mierda hacer.

– Cariño, respira – Susurró – hablaras con Nikolai, le contarás lo sucedido, hablaras con Alfie y recuperarás el tiempo perdido con tu hija.

– Tommy, estoy desesperada.

– Respira Iri – Respiré profundamente, conteniendo el aire para luego exhalar largo.

– Solomons me dijo lo que hiciste por mí, con los Pétrov ¿es cierto?

– Mirina – Habló mientras escuché que se cerraba la puerta a través de su oficina – sabes que haría cualquier cosa por ti.

– Incluso continuar mintiéndome. Me permitiste creer que...

– Te permití creer lo que escogiste creer – Me interrumpió – ¿tú y Niko, están bien?

– Si.

– Ivannia y yo también lo estamos, los primeros meses fueron un puto caos, pero está tranquilo.

– ¿Ella es buena con Charles?

– Si, es excelente – Sonreí asintiendo – Por favor vuelve a Birmingham, no estás segura en Moscú con Dimitri cerca. Probablemente Nikolai no sepa nada de lo que sucedió entre su hermano y yo para lograr lo logrado; vuelvan a Birmingham, aún tienes tus propiedades y tus cuentas bancarias, cariño.

– Cuídate, cariño.

– Cuídate, preciosa.

Corté la llamada sintiendo escalofríos y náuseas, ¿Dimitri Pétrov era tan terrible como decían? ¿Nikolai era tan iluso como lo creían?

Tenía una hija, su nombre era Antía.

Sonreí al ver a Nikolai de pie en el helipuerto sosteniendo un paragua y agarrando fuertemente su abrigo estiró su mano a mí para ayudarme a bajar metiéndonos rápidamente dentro del edificio.

Nuestro departamento ocupaba las últimas dos plantas del enorme inmueble, cerró el paragua adelantándose por la escalera me acomodé la mochila deteniéndome en el descanso al ver a Petrov con una rodilla en el descanso y otra sobre el escalón sosteniendo una pequeña caja abierta, dentro de esta un anillo blanco con unas cuantas piedras en bruto de amatistas brillaron. Era la tercera vez que me proponían matrimonio, vi su boca abrirse.

– Alfie y yo congelando mis ovulos hace años, luego de la explosión en mi departamento hizo que los inceminaran. Tengo una hija, su nombre es Antía, tiene un año y medio – Interrumpí dejando caer la mochila sobre el suelo. Su rostro cambió, pero no se movió de su lugar