Parte XXX

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Seis meses después.

Observé a Thomas jugando con Antía sobre el suelo, movía un peluche acercándoselo a la nariz para luego retroceder cuando ella reía agitando sus manitas, sonreí, revolviendo las tazas de café para ver a Antía correr por el pasillo alejándose, Thomas se levantó sentándose en la barra frente a mi.

– ¿De qué querías hablarme? – Pregunté apoyándome en la encimera para ver a la niñera tomando de la mano a la bebé entrando a la habitación.

– Negocios – Respondió bebiendo del café – necesitamos legalizarnos. Así que vamos a vender todo – Fruncí el ceño retrocediendo – Si, se que suena un poco extraño.

– ¿Ya te decidiste?

– Si – Aseguró estirándose a sacar una carpeta de su bolso – Dividiremos entre todos, quiero que te reúnas con Gambino, pronto.

Antonia Gambino me observó atentamente mientras revolvía su martini, llevaba una camisa blanca lo suficientemente desabotonada como para dejar expuestos los torneados bordes de sus pechos al natural, sin un brasier.

Subió las mangas de la camisa hasta los codos levantándose para observar la mesa con los papeles, metió las manos en los pantalones de tela rosada, acercándose a fumar al balcón.

– No te ves tan mal como dijeron.

– ¿Dijeron?

– En su momento escuché de lo que sucedió, claro, el atentado, el trasplante, dijeron que tu rostro había quedado desfigurado. Yo solo veo un ojo de otro color – Sonreí – lamento mucho lo que sucedió con Pétrov – Se giró a verme aspirando su cigarrillo – Dimitri siempre fue un maldito, alguien iba a terminar volándole la cabeza algún día.

– No pasa nada.

– ¿Por qué Tommy quiere vender?

– La verdad es un deseo que yo he postergado bastante, queria hacerlo desde hace un tiempo y lo evité de todas formas – Ella asintió estirándome su cigarrera – con lo que sucedió con Luca, terminé de convencerme, más ahora luego de la muerte de Alfie.

– Mis condolencias. Jamás supe de tu embarazo.

– Ni yo. Muchas cosas sucedieron – Dije agitando mi mojito virgen – ¿estás interesada?

– Claro que lo estoy, si compro su negocio seré dueña de todo el tráfico ilegal de Gran Bretaña – Sonrió entusiasmada, la misma expresión que tendría una niña en una dulcería – ¿Cuál es el precio? – Deslicé por la mesa el papel con la obscena cifra que hizo que Gambino se removiera en su asiento.

– Quieren asegurar a su linaje – Exclamó sonriendo – ¿cuánto obtienes tú?

– Soy parte de la familia, todo el dinero es de todos.

– Estoy interesada, pero es una cifra importante, déjame hablar con mis contadores y te contactaré en tres días – Asentí bebiendo de la bombilla de metal – ¿Cuándo será la boda?

– ¿Qué boda? – Ella sonrió.

– Amor, has estado a punto de casarte tres veces con tres hombres distintos – Agarró la bombilla para beber de su trago – ya es hora de que te cases con Thomas de una vez y dejen de hacerse sufrir – reí.

– Aún no hay fecha – Observé hacia otro lado.

– Es una lástima. Siempre esperé que ustedes se casaran – Dijo tomando una de las brochetas de fruta – Thomas estaba vuelto loco cuando fue lo del atentado.

– Todos estábamos asustados.

– No, cariño, Thomas estaba en plena crisis de pánico buscándote. Entró por esa maldita puerta y dijo "Luca atacó a Mirina. Dame a tus hombres, si lo encuentran hay recompensa" conciso, apresurado, desesperado – No dije nada, me quedé observándola en su narración
– Thomas sabe que la cagó en dejarte, y sufre todos los días por eso, ahora el universo los ha juntado otra vez.

It was always about Thomas [{Completa}]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora