It was always about Thomas [{Completa}]

Parte V.

Dejé la cajas de pliegos sobre la encimera de la cocina, la casona de los Shelby estaba en completo silencio, mi corazón se sobresaltó cuando la luz se encendió.

– Hola.

– Hola – Saludé torciendo los labios, Thomas Shelby llevaba una camiseta blanca, metió las manos en los bolsillos de los jeans negros, observé sus pies descalzos – Aquí está todo, supongo que Moira te explico cómo vienen.

– Si, si lo hizo – Se acercó a la encimera sacando uno de los pliegos para abrirlo – ¿Qué tal el viaje?

– Todo bien. Los dejaré aquí no tengo espacio en casa, me tomaré unos días para ver cómo lavo los billetes.

– No – Me interrumpió observándome, sus ojos se veían demasiado azules – tengo que viajar a Rusia en tres horas, Arthur irá conmigo y John se va a Irlanda a arreglar todo con Moira – Sonreí – Solomons estará aquí mañana por la tarde para arreglar un par de asuntos conmigo.

– ¿Acaso la linda Grace no puede atender tus asuntos? – Las palabras se salieron de mi boca antes de que las pensara demasiado, Thomas me observó sin moverse de su posición.

– Eres la persona en la que más confió – Se sentó en el banquillo dejando ambas manos sobre el regazo – no tengo a quien más pedírselo – asentí pausadamente – ¿lo harás?

– ¿Por qué viene?

– Quiero que algunos de mis hombres trabajen con él en Londres, moveremos nuestro producto allá y recibiremos un porcentaje de los ingresos que el gane.

– ¿Que mueve él?

– Cocaina.

– Recibiremos dinero de su venta aquí.

– Exacto.

– ¿Qué tengo que hacer?

– Acordar fechas, porcentajes, entregas, etc – me acerqué a la frutera en medio del comedor de diario para tomar una banana – el tipo es un poco extraño hay que tratarlo con cuidado, acordé que se vieran en la cafetería índigo – Bajé la mirada negando con la cabeza, estiró su mano atrapando mi muñeca para acercarme a él – Te extraño.

– Estoy durmiendo con alguien más – Mentí retrocediendo.

– John me lo dijo, pero no creo que sea algo serio si ni siquiera sabes su nombre – Tomé las llaves de mi auto sobre la encimera para hacer un movimiento con la cabeza saliendo por las puertas francesas de la cocina.

Me quedé revisando las redes sociales, había bloqueado a Thomas de todas, excepto en la aplicación de mensajería con el logo verde era el único lugar desde el cual podía recibir indicaciones sin ver sus fotografía, sonreí al ver a Simona la mesera acercándose.

– Hola preciosa.

– Hola Simona – Sonreí viéndola sacar su libreta – ¿Qué vas a pedir?

– Por ahora un café, espero a alguien.