Parte XIII

2.1K 144 8
                                    

Su cuerpo sudaba sobre mí, moviéndose de forma serpenteante, penetradas profundas, gemidos agudos, me abracé a su espalda cuando se sentó en la cama montándome a horcajadas en su regazo, su frente en mi frente, su boca en la mía, mi pecho en su pecho, mi vientre en su vientre, su sexo en mi sexo.

Cada chakra completamente alineado, podía sentir el ritmo acelerado de su corazón contra la palma de mi mano en su espalda, sus ojos viéndome fijamente, como si además deseara penetrar en mi alma alcé la mirada al techo cuando comencé a sentir mi cuerpo vibrar haciendo que Solomons apresurara el ritmo para alcanzarme, me observó esperando una respuesta muda y asentí, el gemido escapó de mi garganta mucho más fuerte de lo que habría esperado, alargando el orgasmo cuando Alfie hizo lo mismo contra mi oído.

Su voz tembló llamando mi nombre mientras se abrazaba a mí, viniendose. Me tendí en la cama estirándome para abrir la pequeña ventana en forma de sol naciente y tomar aire.

– Bien – Exclamó dándome una nalgada en el glúteo cuando me recosté sobre mi estómago.

– ¿Bien?

– Si, digo, tanta pasión – Reí girando por la cama hasta chocar con su pecho.

– ¿Qué hay de esa cena?

– De inmediato – Me besó en la frente tomando sus bóxer para bajar las escaleras rápidamente.

Me desperté con la cabeza en los pies de la cama, con la sábana enredada en todo mi cuerpo abrí los ojos al escuchar un armonioso silbido, en el pequeño pasillo había un par de envases de preservativos abiertos, el olor del tocino friéndose me hizo un agujero en el estómago, me senté en la cama con las caderas adoloridas la pantalla apagada del televisor me mostró la maraña en la que se había convertido mi larga cabellera negra.

Solomons era una bestia, tomé la bata envolviéndome en ella para bajar la escalera, sentía que mi útero se había partido en dos, el londinense había servido el desayuno en la mesa.

– ¿Qué tienes bonita? – Se giró bebiendo café.

– Siento que me cogió un maldito minotauro – Anuncié caminando hasta el baño al ver la sonrisa en su rostro.

Mi sexo ardió cuando me senté en el inodoro para orinar, tenía moretones en los sitios donde sus dedos se habían hundido sobre mis caderas.

– Joder – Tomé el botiquín agarrando un par de analgésicos para tragarlos mientras me limpiaba, me lavé las manos observando mis labios hinchados en el espejo, el maquillaje corrido por las lágrimas que habían brotado de mis ojos cuando me cogió la boca, la mandíbula adolorida por hacerle sexo oral.

Me observó sonriendo cuando me senté a la mesa tomando el vaso de jugo.

– ¿Estás bien?

– Estoy molesta – Apoyé un pie en la poltrona – dijiste que serías amable conmigo y parece que hubiera estado boxeando la noche entera, mi útero no dolía tanto desde mi primera menstruación – Se reclinó en la poltrona riéndose a carcajadas – Tengo moretones en todo el cuerpo.

– Y yo mordiscos y rasguños y no me ves quejándome.

– Mi vagina duele, mi mandíbula duele – Lo observé acariciando su barba – animal – Se encogió de hombros – me encantas – se acercó para besarme tiernamente.

– ¿A qué hora es el evento?

– 21.00hr – Observó su smartphone sonriendo.

– Son las 14.00 ¿Qué quieres hacer? – Me metí el tocino a la boca masticándolo torpemente.

It was always about Thomas [{Completa}]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora