Capítulo 7

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Ruedo los ojos y me doy una última mirada al espejo.

Tengo el cabello medio despeinado y es que no me dio tiempo de cepillarlo por la mañana. Estuve ocupada tratando de captar la atención de Matthew y al último segundo pude cambiarme y apenas cepillarme los dientes.

¡Mierda!

Para variar había dejado mi móvil en casa.

Era el Karma.

Yo no era buena persona, eso lo sabía, y ahora sufriría las consecuencias de mis actos. Iba a ser una largo día sin mi preciado iPhone.

Desenredo mi cabello lo más que puedo con mis dedos y me subo las medias antes de salir del baño.

Por suerte la campana aún no ha sonado y hay alumnos en el pasillo.

Cuando llego a clases, me siento en la última mesa y dejo mis cosas en el suelo. El maestro entra al mismo tiempo que suena el timbre y varios chicos vienen siguiéndolo.

Se sienta en su escritorio y empieza a tomar lista. 

—¿Leah Parker? —pregunta cuando llega a mi nombre.

Alzo mi mano y el maestro me ve. Sus ojos se abren levemente y tiene cara de sorpresa. 

—Miren quien ha llegado a tiempo —murmura no tan bajo, pero puedo escucharlo y frunzo los labios para no reír. Tacha en el papel algo y vuelve su mirada a mí —Tu hermano va a estar sorprendido también, quien diría que la pequeña Parker estaría a tiempo para las clases.

Asiento y sonrío.

¿Que más iba a hacer? La reputación de Matthew y mía es complicada. Me conocen gracias a Matthew y la mayoría de los profesores me comparan constantemente con él, y me llamaban a mis espaldas la pequeña Parker, cosa que es muy molesto por el hecho de que yo ya no soy pequeña y no me gusta que me comparen con las personas, mucho menos con mi hermano mayor.

Y nadie tiene claro de que yo no soy Matthew.

Somos todo lo contrario. Él siempre llega puntual a clases o a cualquier otro compromiso que tuviese. Yo, en cambio, siempre o falto o me invento alguna estúpida excusa que siempre termina funcionando. Él siempre obtiene buenas calificaciones y yo, por el contrario, siempre paso el año con las justas. A él siempre lo han visto como un chico ejemplar y responsable, y a mí como una vaga de primera que va al instituto para hacerles gastar dinero a sus padres. Él siempre obtiene lo que quiere y yo... bueno, no.

Siempre hemos vivido así, y Matthew lo sabe. Y no es que yo me queje, pero los maestros a veces se empeñan en recordarme lo inútil que soy en clases.

Recuerdo que mamá me había llamado anoche y quiero usar mi móvil. Pero como no lo tengo, tengo que esperar al cambio de hora. Gracias a Dios suena la campana al segundo que me acuerdo de mi madre y cojo mis cosas para salir.

Camino apresuradamente por el pasillo y llego al salón de clases en el que tenía que estar. Dejo mi mochila en un sitio vacío de al fondo y salgo del aula en busca de Matthew.

Me doy cuenta que no sé en qué clase está y me la paso buscando salón por salón. Primer piso, nada. Segundo piso, nada. Empiezo a sudar al subir las escaleras y cuando llego al tercer piso, me dirijo al baño.

Me mojo la cara y me hago un moño despeinado para después salir y seguir buscando a mi hermano. Hago todo en tiempo récord y finalmente doy con un salón.

Particular Taste (Shawn Mendes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora