Capítulo 13

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—Felicitaciones, Parker —Mia se acerca y extiende su mano frente a mí. Me mira con una sonrisa leve que no parece de perra barata. Acepto su mano algo confundida —Ya terminamos por hoy, puedes irte a clases —mueve su cabeza y asiento sin ganas soltando un quejido.

Dejo el gimnasio y apenas pongo un pie en el pasillo, este se inunda de estudiantes. Se me complica un poco llegar a mi salón de clases. Paso por mi casillero y saco lo que voy a utilizar, el resto lo guardo y camino a clases.

Tomo asiento en la parte de atrás. Conecto mis audífonos a mi iPhone y pongo una canción al alzar.

Apoyo mis brazos sobre la carpeta y recuesto mi cabeza sobre estos. Cierro los ojos y al cabo de unos segundos, ya estoy dormida.

Escucho voces y el ruido me empieza a molestar. Poco a poco abro los ojos y todo lo que veo es negro. Levanto la cabeza ligeramente y la luz choca contra mis ojos inmediatamente. Arrugo la frente mientras que mi vista se acostumbra a la intensidad de la luz.

La voz del maestro no suena exactamente a la voz de un maestro. Llevo mis ojos al frente y me quito un auricular de la oreja.

Ruedo los ojos y me dan ganas de golpear a alguien.

Es lunes y los profesores comienzan a faltar de nuevo.

Se repite lo mismo de la otra vez. Pero no es Thomas el que lo acompaña, sino Nolan.

Ambos están sentados en el escritorio del profesor. Ninguno presta atención a lo que ocurre dentro del aula, solo ríen.

Debato en mi interior si ir o no, pero sé que no voy a poder conciliar el sueño de nuevo. Checo la hora en mi teléfono. Solo han pasado veinte minutos de los cuarenta y cinco minutos de clase que se supone que tenemos.

Me pongo de pie, dejo los audífonos sobre la carpeta, y con mi celular en la mano, me acerco a ellos.

Nolan hace una expresión de sorpresa cuando me ve. Me besa la cabeza y recuesto mi cuerpo contra el suyo. A Shawn solo le sonrío a medias.

Me cruzo de brazos, recuesto mi cabeza sobre el hombro de Nolan y cierro los ojos por un par de segundos.

—No noté que estabas en esta clase.

—Me quede dormida.

—¿Tú eras la de al fondo?

Asiento —¿El maestro no vino?

—¿Lo ves por algún lado? —me responde obvio. Ruedo los ojos y esbozo una diminuta sonrisa.

—Tengo sueño —comento.

—Puedes dormir en mis brazos —bromea el castaño. Río levemente y por un segundo me pienso la idea, pero sería muy incómodo —O en los de Shawn, probablemente sean más cómodos.

—No, gracias —responde seco el ruloso.

Nolan sube la miraba hacia él y se lo queda mirando por un par de segundos.

—Grosero, sé amable con la dama —vuelve a bromear.

—Cierra la boca, Nolan —espeta Shawn algo molesto. Baja la mirada hacia su teléfono y se concentra en él.

Nolan me mira bajando las comisuras de sus labios y encogiéndose de hombros. Él está confundido, pero yo no.

—Uhm... Shawn —me aclaro la garganta —¿Podemos hablar? —levanta la vista y me mira
intensamente. Yo lo siento así al menos.

Se toma unos segundos en asentir y se pone de pie. Dejamos el aula con Nolan cuidándola, y salimos al pasillo. Disimuladamente me fijo si hay gente rondando por aquí.

Particular Taste (Shawn Mendes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora