Particular Taste (Shawn Mendes)

Capítulo 21

Me callo rápidamente cuando escucho personas entrando y subo los pies a la tapa del inodoro. Intento calmar mi respiración para que nadie sepa que hay alguien aquí.

Escucho murmullos e intento agudizar mi oído para poder oír lo que dicen.

—¿Leah?

No respondo y escucho los pasos hacerse próximos a donde estoy yo.

—Oye, sé que eres tú —Mia toca la puerta —¿Estás bien?

—¿Qué haces aquí?

—Vamos, abre la puerta.

—¿Por qué?

—Porque quiero hablar.

—¿Hablar sobre qué?

—Tú sabes sobre qué —dice, pero no le respondo —Shawn —continúa.

Me lo pienso unos segundo, pero terminó cediendo. Sin decir nada, abro la puerta lentamente. Mia se encuentra de pie y me regala una sonrisa tranquilízate.

—¿Me vas a decir qué pasó?

—No sé de que hablas —me encojo de hombros y miro al suelo.

—Te vi saliendo de la cafetería y cuando Shawn llegó a la mesa, vi la cara que llevaba, así que asumí que algo había pasado.

—Si, como sea. No tiene importancia.

—Si la tiene —contradice. Coge mis manos y me mira, en lo que yo creo, preocupada —Leah, si necesitas hablar sobre esto con alguien, estoy aquí —me mira con pena —Hablo en serio.

—Gracias —digo sinceramente.

—¿Has estado llorando? —me mira curiosa. Frunzo los labios y asiento levemente, sintiendo como vuelvo a romperme nuevamente —Oh, linda, ven aquí —me envuelve en un abrazo y acaricia mi cabeza mientras lloro en su hombro —Déjalo salir todo y luego hablamos, ¿te parece? —muevo la cabeza, asintiendo.

Luego de varios minutos, me calmo, y Mia acaricia mi cabello mientras yo apoyo mi cabeza en su hombro. El timbre suena, pero no le damos importancia. Ambas nos hemos sentado en el suelo y ella se encargó de ponerle el seguro a la puerta antes que yo le contara todo.

Y pues... le cuento todo. Desde que conocí a Shawn, cuando me dijo que yo le gustaba cuando éramos mas pequeños. La primera vez que nos acostamos, cuando nos besamos, cuando empezamos a vernos seguido a escondidas de Matt. Los mensajes por Instagram. Sobre Leah, Thomas, Cole. El papel de mi casillero. Y como todo terminó siendo un caos.

Resulta que Mia me escucha atentamente y no me interrumpe para nada. Solo asiente y hace algunos sonidos de afirmación.

Al final me dice algunas cosas que realmente me tocan el corazón y me hacen pensar en ellas. Supongo que al final, si me ayudó.

—Creo que debemos ir yendo. Han pasado treinta minutos ya.

Asiento y ella me ayuda a pararme. Antes de salir del baño, Mia se asegura de que yo me vea bien y no haya rastro de que estuve llorando. Me da un último abrazo, sobando mi espalda, y luego salimos.

—¿Qué tienes ahorita?

—Matemática.

—¿Con Thompson? —asiento —Bien, porque él no es tan difícil de convencer.

Cuando llegamos al aula, Mia toca la puerta, y yo me pongo a un lado para que el profesor la pueda ver a ella.

—Señorita Johnson, ¿necesita algo? —dice Thompson cuando abre la puerta. Luego se da cuenta de mi presencia.