Despacio, muy despacio. Su parsimonia, su tranquilidad, su frialdad incluso, resultaba hasta sorpresiva dada la situación en la que se había visto envuelto.
El chico alto y delgado gimió sobre las sábanas al tiempo que los dedos ajenos se paseaban por su piel un poco más, erizándole el vello con cada roce.
Mancillándole un poco más, manchándole un poco más.
Min Hyuk le estaba haciendo temblar mientras su sudor deslizaba sobre su piel, goteaba de los cabellos de su flequillo pegados a su frente.
Las falanges de la mano del más bajo lentamente fueron un poco más a dentro, avanzaron más en sus entrañas hasta introducirse hasta la mitad. Una mueca de placer mezclada con dolor se formó en las facciones de Hyung Won. Se retorció. Arqueó la espalda apuntando hacia el techo. Apretó las sábanas entre sus dedos.
El más alto estaba a la merced más absoluta de Min Hyuk. Era tal que, solo percatarse de ello, sus labios se torcieron hacia arriba en una sonrisa que se deformó con rapidez por un jadeo que le obligaron a emitir. ¿Cómo no iba a esbozar una mueca semejante? Si aquellos dedos ya estaban llenándole bruscamente, más lo hacía la idea de estar sometido de esa forma ante Min Hyuk.
Estaba desbordando sus sentidos de una forma que no creyó experimentar jamás, todo ello mientras la persona que se dedicaba a tocarle, a hacerle sentir todo aquello sin parar, se mantenía tan concentrado que su expresión no mostraba absolutamente nada. Caliente, para Hyung Won aquello era demasiado caliente, tan caliente como aquellas partes de su interior que eran tocadas sin piedad.
Los dedos de Min Hyuk se humedecieron todavía más mientras se hundían en él, mientras aquellas paredes apretaban sin piedad aunque en balde buscando impedir su intromisión.
Pronto, mientras el mas alto apretaba sus pies contra las sábanas tratando de modular el placer que experimentaba, Min Hyuk acercó su boca al interior de sus muslos ante la atenta mirada de quien se mantenía tumbado.
Los besó y los mordió, con fuerza. Apretó los dientes en torno a su piel con fiereza, se separó con violencia buscando arrancarle la piel.
No le importó hacerse daño en la mandíbula con tal de quedarse con su carne entre los dientes.
Hyung Won abrió más las piernas.
Gimió todavía más fuerte.
Su vientre se contrajo con violencia y la sangre borboteó en torno a aquellos dedos todavía más, al tiempo que Min Hyuk se los enterraba enteros en su abdomen y seguía hurgando y jugando con sus vísceras sin piedad alguna.
Hyunghyuk | 2019.02.23
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Gloomy April » MONSTA X. Short Stories.
TerrorTodos ellos sabían que el amor brotaba como las flores en abril, con paciencia y sin prisas. Pero su amor florecía rojo en el infierno porque era falso, porque ellos no amaban a las personas a las que amaban. Amaban mancillarlas y poseerlas. Solo qu...