El sentimiento que nacía en su pecho era extraño. Le ahogaba, le hacía sentir como si no hubiera significado más allá de sus jadeos. Se sentía oprimido, con un dolor terrible en el pecho que lo oscurecía todo.
La consecuencia era un aroma dulce, una bella sonrisa, unos ojos que se veían rojizos cuando la luz impactaba en ellos directamente. Tan monstruosamente bella que Hyun Woo deseaba llorar, que Hyun Woo deseaba arrebatarle su humanidad de la forma más cruel.
Poseerla, como si fuera el objeto más preciado de todos. Hyun Woo se sentía extasiado, tratando de lidiar con sus deseos violentos, con su corazón latiendo deprisa, con su alma llenándose de la incertidumbre más mordaz y lúgubre.
La noche y la luna llena despertaban a las más peligrosas de las bestias, y una como él no podía resistirse a la preciosidad de esa muchacha. A sus cabellos castaños largos, a sus finas y delgadas piernas. A sus labios gruesos que quedaban tan bien con esos ojos grandes y esa nariz redonda y pequeña.
Era preciosa, la mujer más hermosa que pudiera haber contemplado jamás.
Solo por eso ya la amaba más de lo que hubiera llegado a amar a nadie en la totalidad su existencia larga y solitaria.
Era un diamante, la piedra preciosa más hermosa y, cuando más la miraba, cuanto más tiempo la veía danzar con alguien más en aquella fiesta que se estaba haciendo eterna, más deseaba tocarla. Más deseaba convertirla en un rubí, en la joya más roja de todas. Disecarla y mantenerla bella por toda la eternidad en un lugar donde solo él y nadie más que él pudiera contemplar semejante cuadro tan grotesco y espantoso como embelesador y hermoso.
Por eso la esperó, por eso esperó a verla abandonar el lugar y tener la oportunidad de encontrarla en soledad. Por eso la siguió cuando los pasos de ella la llevaron a la escalinata que servía de entrada y salida a ese palacio tan elegante donde se celebraba aquella fiesta.
Hacía un frío terrible y la noche parecía oscura y peligrosa, pero ella no se colocó un abrigo sobre los hombros al salir. Siguió exponiendo su piel pálida bajo la tela semitransparente de su lujoso vestido cubierto de joyas. Tampoco se subió a un vehículo como todas las personas que abandonaban el lugar estaban haciendo. Simplemente, ignorando el peligro que corría, se encaminó calle abajo con pasos lentos y firmes, exponiendo su belleza a cualquiera que quisiera contemplarla, a cualquiera que deseara mirar aquellas facciones iluminadas por la luz artificial de los faroles.
Hyun Woo sentía su sangre arder de celos por la desfachatez de la muchacha. Resultaba tan pútrido ver semejante belleza ser expuesta con tanta falta de decoro, con tanta libertad. Como si todo el mundo tuviera la potestad, derecho y privilegio de observar algo tan sumamente hermoso.
Cuando estuvieron lo suficientemente lejos, cuando la iluminación se redujo todavía más, cuando el latido de su corazón se aceleró todavía más, entonces los pasos de Hyun Woo se apresuraron.
No había nadie para verle cuando la sujetó por los hombros desde la espalda y la atrapó entre su cuerpo y una pared.
Verla de tan cerca le dejó sin aliento.
Era tan hermosa que no podía ser humana. Que era imposible que fuera humana.
"Menuda sorpresa" susurró. "Te he estado buscando".
Tras aquellas palabras, como si ellas hubieran accionado un interruptor, todas las luces se apagaron para los dos. Desde dentro y hacia fuera. No dejando nada más que una oscuridad siniestra y peligrosa a la que la siguió la sangre, la degeneración y la posterior putrefacción que conlleva la ira, la avaricia, la envidia y la lujuria.
Una semana más tarde, la policía informaba de un brutal asesinato cometido sin piedad a las afueras de ese palacete que celebraba la llegada del verano.
Diamantes tan cubiertos de sangre que parecían rubíes por todo el lugar.
Y el cuerpo despedazado, ultrajado y hermoso de un hombre de piel morena y hombros anchos de los que solo quedaba su precioso rostro intacto.
Showhyung | 2019.06.18
Happy birthday Shownu ♡
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Gloomy April » MONSTA X. Short Stories.
HorrorTodos ellos sabían que el amor brotaba como las flores en abril, con paciencia y sin prisas. Pero su amor florecía rojo en el infierno porque era falso, porque ellos no amaban a las personas a las que amaban. Amaban mancillarlas y poseerlas. Solo qu...