−Quedate quieto, Pitt –le exigió Lali manipulando la maquinita de afeitar sentada en el centro de la cama frente a él que estaba con las piernas cruzadas a lo indio y con mitad de la cara embadurnada con crema de afeitar.
−Es que te estoy hablando –y levantó un poco la cabeza cuando ella le sostuvo el mentón con un dedo para poder pasarle la maquinita en esa curva del cuello.
−Nunca te pedí que lo hagas... y no estás hablando, estás molestando –sentenció después al mirarlo a los ojos y limpiar la maquinita con el agua que había en un vasito– ¿Al final qué te contó Jula? ¿Es definitiva la separación?
−Sí. Ya lo volvieron a intentar dos veces, La... no pudieron solucionarlo porque los dos están parados en veredas opuestas.
−¿Veredas opuestas? –y enarcó una ceja.
−Bueno, Matías está en la calle equivocada –se corrige– igual me parece que se llevan mejor separados que juntos. Viste que hay personas que no sirven para estar en pareja.
−No creo que se trate de no servir, sino de no ser lo suficientemente capaz como para estar con alguien –dijo y empezó a pasarle la maquinita por el cachete derecho– quizás no es casualidad que funcionen mejor separados.
−A mí me da lástima Jula porque estaba contenta... bueno, hasta que se dio cuenta.
−¿Cómo hizo para soportar tanto tiempo? –cuestionó en un pensamiento en voz alta– bah, lo dice alguien que salió con un flaco que lastimó peor –y también se autocriticó.
−Lo único positivo es que le gané la apuesta a todos así que me deben cien pesos cada uno –dijo él con su humor de siempre y ella sonrió mientras intentaba no lastimarlo– ¿Sabes por qué pasa eso? –preguntó después de algunos minutos.
−¿Por qué? –y revolvió la maquinita nuevamente en el vaso con agua.
−Porque quieren copiarse de nosotros –entonces ella lo miró y sonrió al morderse el labio– en serio, se nota. Nos ven tan lindos juntos, tan perfectos, tan bien ensamblados, que quieren intentarlo y les sale mal porque claramente ninguno de ellos son nosotros. Podrán copiarnos pero jamás igualarnos, compañera.
−Mira, mi amor, se te cayó algo.
−¿Qué? –y él buscó lo inexistente sobre el colchón.
−El ego –le respondió y le agarró la cara con la mano libre para direccionarla hasta ella y así poder seguir con su labor.
−¿Acaso miento? –le preguntó entredientes porque ahora estaba afeitándole por encima del labio superior.
−Nunca dije que no –pero lo susurró y él rió un poco– no sé si quiero ser el ejemplo... solo sé que haber coincidido y tenerte conmigo es una alegría diaria.
−Qué romántica, niña –y se inclinó rápido para darle un beso en la boca.
−¡Me manchas! –se quejó y se limpió la boca en la que había quedado crema de afeitar– ya me arrepentí de lo que dije –y Peter rió.
−¿Te falta mucho?
−Un poco. ¿Por qué?
−Porque quiero que hagamos el amor un rato –respondió sin vueltas al mismo tiempo que se sacó la remera. Pero Lali se rió hasta tirar la cabeza hacia atrás.
−Te estoy afeitando, para un poco.
−Ay, como si no quisieras –y tomó envión para volver a besarla, con la diferencia de que ésta vez ella no lo apartó y quedó con la maquinita colgando en una mano.
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DESPUÉS DE AMAR
FanficUn accidente se convierte en el factor desencadenante que traslada a un grupo de amigos a un viaje interno al pasado para hallar la receta sobre la existencia del amor después del amor.