La fortaleza oscura. [Zed x Syndra]

5. Intervención.

Había sucedido algo que me temía, y es que Jhin ha tomado distancia, y de acercarme Akali me emboscará, y es uno de los peores dilemas que he tenido.

Como un rayo, una bala parecida a algo como artillería atravesó el césped dejándole completamente quemado justo en mi dirección, podía ver la bala acercarse debido a la distancia que había entre ambos, pero nada me aseguraba que Akali no deje al tirador para venir y matarme.

Me froté el área del yelmo que estaba aún completa con una mano mientras buscaba alguna ruta segura con la mirada.

Esto es mil y un veces molesto.

Fue entonces cuando tuve una idea.

Vi el suelo, y en el mi sombra.

Podía verme en ella casi tan claro como en un espejo, entonces fue allí que entendí que tenía que hacer con esa idea deforme de mi cabeza.

Alcé una sombra nuevamente con mi sombra, pero aun así no podía darle color, y menos el rojo de mis ropajes.

Con sombras tenues, recubrí todo mi cuerpo, así logrando verme exactamente como la sombra.

-Estoy listo.-
Diciendo esto, y creando varias sombras más, comencé mediante corría a darle forma a esa idea, para luego convertirla en un plan, en caminos y ataques.

Un ninja tiene que aguantar y cumplir su cometido con lo que tiene, y lo que yo tengo es experiencia, al menos más que Akali.

Mis sombras se internaron en el bosque como un ejército de centinelas, y al entrar en aquel espeso bosque, dejaron de verse.

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Akali.
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-Ese desgraciado por poco y nos mata... al menos aquí tienes ventaja.-
Dije mientras me vendaba una de las varias cortadas que me ocasionó Zed.

-Entró al bosque, con sus sombras, pero algo está mal en este baile...-
Al decir esto inmediatamente me puse en guardia.

-¿Por dónde?-

-Todas partes...-

-¿Cómo es eso posible?-
No entendía, el máximo puede crear dos sombras hasta donde tengo entendido...

-Parece que lo subestimamos, unas 45-50 sombras vienen en nuestras dirección, y nos flanquean periódicamente, no podemos olvidar que tanto como nosotros como el entrenamos, y el creer que no mejorará nos podría costar la vida joven estrella.-
Su voz me producía una especie de asco increíble, pero tenía razón.

Debo de tomármelo en serio.

Entre el bosque, entre esa oscuridad salió una sombra en dirección a Jhin, pero esta se detuvo, se hizo muy lenta debido a una de las trampas de Jhin, pero solo era una sombra, y al explotar la flor no hizo más que un gran estruendo.

-Jhin, ¿cuantos disparos te quedan?-

-Solo este peine, 4 balas y ya he fallado 1... Es muy raro que algo así suceda.-
En su voz había un gran desconcierto, como si estuviese frustrado.

Nuevamente fui alertada.

Esta vez, todas las sombras venían por nosotros, y de no encontrar al verdadero la pasaremos peor de lo que la estamos pasando.

Pero mi tiempo para pensar fue limitado y llegaron en un abrir y cerrar de ojos, como fantasmas saliendo entre la densa niebla.

Tuve que hacerles frente, lancé una cortina de humo, la cual dificultaba aún más la poca visión que teníamos, pero para mí eras suficiente.