8. De niñero.

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★★★★★★
Kayn
★★★★★★

Como lo pensé, su nombre me señala que procede de algún lugar del mundo, pero no puedo establecer cuál.

-No eres de aquí, pero te haces pasar por una Joniana con mucha facilidad, ¿eres una asesina?-
Pregunté curioso, su presencia parecía estar adornada por estrellas y una gravedad increíble, supuse que era debido a una muy buena afinidad con la magia.

-Vine de vacaciones para olvidar de dónde vengo y lo que hago, te pediré que no preguntes.-
Dijo aún con una sonrisa pintada en el rostro.

-Ya que.- Dije recostándome en el tejado, viendo como el cielo poco a poco comienza a aclararse y, los primeros rayos del sol comienzan a impactar en mi rostro.

Cuando comenzó a hacer calor, me puse de pie listo para retirarme.

-Nos vemos después.-
Dije preparándome para saltar.

-¡Hey!, no debes dejar a una dama sola.-
Dijo ella estirando un brazo en mi dirección.

-¿Y eso a mí qué?, no te debo nada, tampoco tengo responsabilidades contigo, no tengo obligación de quedarme contigo.-
Mi estado de ánimo no era el mejor.

Podía ver a esos chicos en la calle, llevando vidas alejadas de la guerra, pacíficas y quizá no muy complicadas.

Era tan alejado de la realidad que me frustraba...

En algún lugar dentro de mí sentía envidia, pero era aplacada por la devoción y gratitud que le tengo a mi maestro.

Salté del tejado cayendo en una callejuela oscura, supuse que no me seguiría.

-Pero de todas formas, no es de un caballero dejar a una dama en un tejado, sola... herida y desconsolada.-
Pero esas palabras rompieron la ilusión, viéndola justo frente a mí.

Estaba fingiendo de forma forzada ser una damisela en apuros, resulta chistoso de ver.

-Eres una niña.-
Dije recalcando con mi mano para que fuese con sus padres.

-Por eso debes de cuidarme hasta encontrar a mis padres.-

-No tengo la obligación.-

-Te lo estoy pidiendo.-

Finalmente, después de verme por un breve periodo con una sonrisa, acepté poniendo una mano en mi rostro.

-Tú ganas.-

Ella dio un salto de alegría mientras me tomaba de la manga de la camisa, y me llevaba a la calle principal donde por casualidad muchas parejas caminaban en estado meloso.

¡Qué envidia!, si fuese una linda chica quizá estaría en otra perspectiva, pero parece que estoy saliendo con una niña.

Tampoco es que ella se desagradable pues... su rostro es tan perfecto como alguien puede tenerlo, pero le atribuyo buenos genes y juventud.

Sus mayores atractivos son su cabello y ojos en definitiva.

Su cabello cae hasta un poco más abajo de su cintura, lo llevaba despeinado y no parecía arreglarlo mucho, sus tonalidades cambiaban mucho, ya que en las puntas el color alternaba entre los colores verde agua y violeta.

Sus ojos son otro problema, y la forma en que mira uno mayor.

Cada vez que me mira me siento incomodo, como si pudiese traspasarme con la mirada, es como la mirada de Zed tan sabía, llena de experiencia, con la inocencia de Syndra cuando Ahri hace referencias a procrear.

La fortaleza oscura. [Zed x Syndra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora