2. ¿Amigos?

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Bueno, las cosas no iban mejor en lo que a cualquiera le concierne, Ahri estaba contentísima de verme amarrado diciendo que es primera vez que me ve dominado.

Syndra le seguía el juego un tanto ilusa debido a que no entendía mucho por qué lo decía, y es porque es medio zorra, literal.

Estos días ya estaba molesto por que estaba empezando a desesperarme debido al mal olor que yo comenzaba a emanar, tenía días sin darme un baño y al parecer a esas mujeres no les importaba mucho.

Así que por enésima vez me decidí por quejarme.

-Me quiero bañar.-
Dije con mi tono seco habitual.

Ambas chicas que estaban leyendo un libro raro giraron en mi dirección con una vena brotándose en su frente.

-Espérate, es la octava vez que lo has dicho hoy, y no tienes más de 3 horas despierto. -
Dijo Syndra aún molesta debido a mi insistencia.

Ahri olfateó un poco el aire y se acercó unos pasos en mi dirección, a lo que se tapó la nariz y giró asintiendo con la cabeza.

-Si lo necesita.-
Dijo mientras iba al baño.

Sé que huelo a sudor, sangre, y posiblemente a mucha suciedad, pero no es para tanto.

Supongo que es porque tiene el olfato más desarrollado.

Casi como si fuese magia, Syndra en su flote dio un pequeño giro emocionada por alguna cosa, luego descendió esos pocos centímetros poniendo sus plantas en el suelo y corrió junto con Ahri para secretearle algo que no pude escuchar o leer debido a las colas de la kyübi niña.

Regresaron conmigo y comenzaron y de las dos cuerdas, Syndra ató una a su brazo izquierdo y al terminar la otra fue al brazo derecho de Ahri quien no estuvo muy de acuerdo en estar a menos de 20 metros de distancia.

Comenzamos a caminar fuera de la habitación por aquel palacio por primera vez, era realmente impresionante, era casi una fortaleza, sus paredes eran adornadas con cuadros que podría catalogar como "arte" en su máxima expresión, con retratos, paisajes y demás, candelabros colgaban del techo cada cierta distancia y se encendían debido a la magia de Syndra cuando esta estaba cerca, una gran alfombra recubría todo el lugar con un color rojo que ahora se veía demacrado por la antigüedad y suciedad, debido a que solo Ahri y yo debemos de haber caminado por este lugar en muchos años.

Caminamos por un pasillo y al final dimos con una escalera en tornillo que daba a los pisos inferiores, era una construcción más antigua de lo que parecía.

Bajamos por las escaleras que Syndra no se molestó en pisar y dimos con una cocina bastante amplia y que estaba bastante sucia, a lo que solté un bufido, Ahri rió y Syndra desde mi punto de vista estaba avergonzada por su desastre, era tierna cuando no se burlaba de mi o trataba de matarme con sus pelotas.

Después de la cocina otro pequeño pasillo y luego un recibidor que era bastante lindo, tenía oro por doquier, joyas y quien sabe cuántas cosas más, pero no había nada que llamase mi atención en aquel momento, así que seguimos afuera sin detenernos, afuera pude sentir un poco más de frío, nuestra altitud era muy superior a la de la última vez, pero no sería problema, no paso mucho caminando y llegamos a un río que al parecer no se secaba, y salía desde una pequeña montaña de aquella isla, que marcaba el margen del lado norte, y caía el río por el oeste hasta desembocar en la nada del sur.

Al parecer las chicas no pretendían irse, estaban sentadas en una piedra y se pusieron a hablar, pero miraban por el rabillo del ojo que hacía.

Me volveré loco aquí, definitivamente.

La fortaleza oscura. [Zed x Syndra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora