La fortaleza oscura. [Zed x Syndra]

24. El bufón y el artista.

Después de atravesar el portal, pude ver a Zoe atenta y avispada a lo que sucedía a su alrededor, aunque solo se miraba a una niña flotando mientras miraba a los lados inocentemente.

-Informe.-

-No sabemos lo que sucedió, pero no hay rastros del maná de Syndra, sin embargo, Ahri si tuvo tiempo de lanzar uno o dos ataques, supongo no fueron suficientes.-
Dijo sin dejar de vigilar mientras el portal se cerraba.

-Contra ese bufón un ataque nunca será suficiente, es un ser maldito, un cuerpo poseído, no puede sentir dolor y tiene la molesta habilidad de clonar su alma, es muy bueno con el camuflaje, aunque lo de el es invisibilidad, es bueno con las dagas y es tramposo hasta la médula.-
Dije haciendo que el yelmo aparezca en pocos segundos.

-He escuchado historias, pero tiene sentido, ambos de alguna manera adoran el espectáculo de una forma retorcida.-
Zoe se puso de pie mientras encogió los hombros.

-Le voy a rastrear, quédate cerca, cuando terminemos con el, necesito un portal a una zona que te marque en el momento, ya que de eso depende la vida de otra persona y quizá una ciudad entera.-

-No tienes ni que pedirlo, pude escucharlos.-
Luego de esto, mientras me concentraba en el rastreo, mi visión o la pantalla se hizo de color naranja oscuro, como apagado, mostrándome líneas que formaban hexágonos dándole forma a todo el ambiente, podía resaltar en color naranja vivo las pisadas que yo dejaba y la de los demás seres, como visión de calor y rastreo de alto nivel, pude encontrar las pisadas de ese payaso, pero luego de varios metros siguiéndolas, se convirtieron en 2, separándose, haciendo que Zoe y yo nos separemos, pero el camino que yo seguí era incorrecto, por lo que regresé a gran velocidad y fui al camino de Zoe, ella ni se había movido ya que no tenía ni fruta idea de cómo rastrear a alguien sin usar el maná, y siendo este alguien que a pesar de necesitarla, no desprende casi nada de esta, le era muy difícil, continuamos aquellas pisadas a buena velocidad, ya que no tenía que rastrearlo a la antigua.

Pasadas las horas, llegamos a un viejo castillo en ruinas, resultado de la primera guerra contra Noxus, un área deshabitada por niveles de radiación producto de un ataque químico en la zona, Zoe era inmune a la radiación, al ser ella un ser celestial, un lugar donde hay radiación de forma desmedida y dispareja, la que hay en la tierra le afecta muy poco, a excepción de la radiación de una runa geogénica, ya que estas pueden manipular a cualquier ser sin tener en cuenta que sean.

La única forma es que seas un dragón cósmico que crea estrellas con las manos, ¡pero algo así no existe!.

-Estoy segura de que están aquí, y con este nivel de radiación no es mucho lo que van a durar, debemos de apresurarnos, si Syndra actúa bien, podría usar su magia para protegerlas un tiempo, pero no durará mucho.-
Diciendo esto, entramos en aquellas ruinas tan inestable de una antigua fortaleza, ahora destruida y tomada nuevamente por la voraz e inteligente naturaleza de Jonia.

Dentro de aquél lugar, habían candelabros alumbrados con un fuego verde, dándole un aspecto sepulcral a aquél lugar.

-Estamos cerca de la época en que los muertos se levantan, pero no deberían de manifestarse estas llamas hasta dentro de un tiempo.-
Zoe estaba sorprendida, y se notaba la preocupación en sus ojos.

El Halloween era una época en la que no importase del bando que fueses, uniría fuerzas con los enemigos para poder sobrevivir esa noche tan cruel y despiadada.

Hace años atrás, la niebla se manifestó en Jonia, y una mujer de piel verde que lanzaba lanzas me fue a buscar, he escuchado rumores de que ella se encarga de darle fin a todo aquél que sea un traidor, y supongo se enteró de lo de Kinkou.