𝑅𝑒𝑎𝑙 [Namjin]

Capítulo 37.

La puerta sonó y uno de los empleos apareció en su campo de visión. Namjoon levantó la mirada asintiendo para que el chico terminara de entrar.

—Señor, perdón por venir a interrumpirlo y más por decirle esto, pero todos los empleados estamos preocupados con una situación en particular —lo miró nervioso.

—¿Qué sucede? —le prestó toda su atención.

—Se trata de su prometido, al parecer Mark y él están discutiendo pues estaban gritando y se dirigieron a las bodegas. Mis compañeros y yo tenemos miedo de que se salga de control y terminen golpeándose.

—¿En las bodegas? —preguntó mientras se ponía de pie.

—Así es señor Kim. Necesitamos que usted vaya para calmarlos, no queremos que su padre se entere de esto...

—Tranquilo. Reúne a todos los empleados, los quiero a todos en las bodegas —demandó. el chico hizo una reverencia para salir corriendo y avisarles a todos.

Namjoon sonrió, su plan había dado un cambio.

Se levantó de su silla y caminó hasta las bodegas, los empleados de esa planta y de algunas otras ya se encontraban ahí. Al mirarlo llegar lo siguieron de cerca. El moreno se acercó a la puerta para escuchar. Se molestó, pero no podía permitir que siguieran haciendo eso en su empresa.

—¿Quieren conocer quiénes son realmente Jackson Wang y Mark Tuan? Detrás de estas puertas tienen la respuesta —hizo una pausa mientras se giraba para apuntar la puerta.

Un gemido alto sonó después de escuchar lo que parecía un azote. Namjoon cerró sus ojos con fuerza para soltar un suspiro largo.

En su mente pudo escuchar la voz de Seokjin alentándolo y asintió mientras dirigía su mano a la cerradura. La abrió de imprevisto, todos los empleados soltaron algunos sonidos de impresión mientras los demás se acercaban para mirar lo que sucedía.

Mark y Jackson se separaron mientras comenzaban a buscar su ropa para cubrir sus partes nobles. Namjoon se quedó ahí mirando para después darse la vuelta y largarse de ese lugar, al mismo tiempo que todos los empleados se aglomeraban para seguir mirando.

Jackson maldijo bajo, pronto comenzó a vestirse rápidamente para lograr salir corriendo de ese lugar, pero era imposible, todos los empleados estaban ahí sacando fotos y vídeos mientras se reían de ellos y otros los miraban con odio y asco.

Namjoon entró rápidamente a su oficina mientras volvía a tomar lugar en su silla para seguir con los reportes de la policía.

La puerta se abrió de imprevisto, Jackson entró corriendo para lanzarse a sus pies mientras le rogaba su perdón. Sus manos recorrieron la pierna de Namjoon en busca de atención. Estaba jodido, si Namjoon decidía cancelar su boda adiós a toda la cantidad de dinero que le pertenecería una vez llevando el apellido del moreno. Y solo por eso sintió sus ojos picar.

Namjoon tomó sus manos con asco para después apartarlas de su pierna. Apagó su computadora y se puso de pie para salir de ahí.

Jackson se quedó mirándolo desde el suelo, tratando de seguir acomodando su ropa.

El moreno se apresuró a llegar hasta el elevador para al fin largarse de ese lugar.

Jackson corrió fuera de la oficina llamando al moreno. Los empleados que ya habían llegado a su lugar lo miraban con horror y molestia, algunos se reían divertidos y otros estaban indignados.

Namjoon lo escuchó gritar su nombre y agradeció que las puertas del elevador se cerraron antes de que el chico llegara.

Jackson paró de correr y suspiró molesto. Bien, si Namjoon no quería nada más con él no había problema, todavía tenía mucho dinero en la cuenta de él y Mark, también tenía ese costoso anillo de compromiso con el que podía comprarse unos pasajes de regreso a China. Se rio aliviado por eso. Pronto miró su mano, el anillo no estaba ahí, sintió su garganta cerrarse ante eso y la frustración creció. Había perdido su pequeña mina de oro.