Lee Jeno usa el francés para enmascarar sus sentimientos hacia Na Sierim. ¿Cuanto tiempo podrá aguantar estando así hasta que su corazón hable?
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Seúl, Corea del sur 18:47Pm
—Entonces cuando estaba por quedarme afuera Chenle gritó distrayendo al profesor y logré entrar corriendo a la clase —la pequeña le sonrió al mayor mientras movía sus manos con exageración, relatándole su cometido del día y luego de terminar frunció su ceño al recordar algo.—Jeno, ¿que hora es?.
El nombrado se fijó la hora en su reloj de muñeca y luego respondió.—Siete menos cuarto, ¿porqué ?—preguntó viendo cómo la cara de la pelimiel se deformaba en una mueca de horror .
—¡Mamá y papá llegaban a las siete y no le hemos llevado el chocolate a Jaemin!—elevó la voz .—¡Vamos!—en menos de un pestañeo, y sin darse realmente cuenta, la chica había agarrado una de las manos del contrario y empezado a correr hacia su casa.
Quedaba a diez minutos de allí, si iban corriendo claro, por lo que si querían llegar antes que ellos no podían parar.
Sierim iba tan rápido y distraída que no notó la piedra que había en ese camino que habían tomado para ahorrar tiempo.Cayó al piso junto a Jeno ya que sus manos seguían entrelazadas, aterrizando con sus rodillas.Y en ese momento a la primera persona que quizo maldecir era a quien inventó el uniforme de su instituto .
soltó un gritito cuando quiso levantarse ayudándose de sus rodillas, dolían horrible y realmente no quería verse como una niña de preescolar que lloraba porque se había caído .Pero lo hizo, porque el dolor era demasiado fuerte mientras observaba sangre comenzar a brotar y unas piedras chiquitas incrustadas en el lugar.
—¿Sierim?—Jeno la llamó preocupado, sin lograr conseguir respuesta y luego escuchó unos sonidos de sollozos.
Con cuidado se agacho a su lado y la ayudó a quedarse sentada en el suelo con sus rodillas hacia arriba y las observó, frunciendo el ceño cuando vio el daño.Sie se había llevado la peor parte, ya que a Jeno su universidad lo dejaba usar cualquier atuendo y ese día llevaba jean, sin embargo, Sierim tenía que ir con falda .
—Me duele —la menor Na dijo con tiembles en su voz por el llanto, y Jeno la admiró con cuidado.
El siempre había pensado que la menor era una bebe, en un buen sentido, pero ahora sus ojos grandes, redondos y cristalizados por las lágrimas, sus mejillas coloradas y abultadas más el pequeño puchero instalado en sus labios se lo confirmaba.
—Tu es la plus belle chose de cet univers —comento maravillado poniendo sus manos en las mejillas contrarias limpiando las lágrimas, la chica abrió su boca con sorpresa por lo escuchado y sus mejillas se encendieron más que antes.—Vamos, te llevaré—el pelinegro siguió sin dejarle responder y seguido se dio la vuelta, agachándose para así poder hacerle caballito a la de cabello miel .
—¿Eh?
—Súbete, tenemos que llegar rápido o tu hermano enviará a la policía o algo así —él rió con sus ojos hechos medias lunas y la pequeña Na lo pensó un poco antes de subirse a su espalda pues tenía un punto.
Fantasía amorosa de Jeno número 35 cumplida ;Hacerle caballito a Na Sierim .
