Lee Jeno usa el francés para enmascarar sus sentimientos hacia Na Sierim. ¿Cuanto tiempo podrá aguantar estando así hasta que su corazón hable?
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Seúl, Corea del Sur Calles de Seúl
Una vez Jeno se aseguró de que la chica estaba bien posicionada sobre su espalda comenzó a caminar, riéndose a los segundos al sentir la respiración de la chica en su cuello la cual le hacía cosquillas.
—Sierim para de hacer eso o podré tirarte por causa de la risa —la nombrada sonrió al escuchar la dulce voz del pelinegro decirle eso.
—¿que pare de hacer que?, ¿esto?—juguetonamente la menor preguntó antes de acercarse más a él y soplar el costado de su cuello ocasionando que él se removiera un poco junto a que una risa se escapara por entre sus belfos.
—Cuando río no puedo ver,deja de hacer eso o nos caeremos otra vez. —A pesar de que lo decía de verdad una sonrisa tonta estaba plantada en el,nunca había tenido un momento así con ella .
—Está bien medías lunas, sigamos que si no llegaremos aún más tarde—Jeno asintió, de acuerdo con ello y comenzó a caminar más rápido, prácticamente corriendo, haciendo que de la pequeña Na salieran unas cuentas carcajadas.
Unos dos minutos más tarde ambos llegaron frente a la casa color crema y con grandes ventanales, donde vivía la familia Na.Apenas parar de reír porque casi se caían de nuevo gracias a la calle un poco rota, Jeno logró ver bien hacia el jardín de la casa y soltó a Sierim de inmediato, casi haciendo que perdiera el equilibro ya que la chica había seguido riendo.
Confundida volvió la cabeza hacia Jeno poniendo un puchero en su cara a punto de reclamar por lo brusco que había sido al soltarla pero al toparse con la cara sonrojada del primero decidió mirar hacia donde él lo hacía encontrándose con sus padres y su hermano en el jardín delantero,los tres con la boca abierta y observándolos .
En la familia Na todos tienen rasgos muy parecidos entre sí, ambos hijos compartían labios y nariz de su madre mientras que los ojos y forma de sus rostros de su padre, y si alguien los mirase en ese momento a los cuatro no quedaría duda de que eran familia ya que estaban exactamente igual .
Aunque momentos después cuando la sorpresa desapareció, su madre se encargó de cambiar su cara por una alegre y correr hacia ellos, mientras su padre y su hermano se quedaban allí parados ambos con sus brazos cruzados y ceños fruncidos .
—¡Dios mío!,mis bebes están tan grandes —chillo cuando llego a ellos abrazándolos por igual,exigiendo una fuerza bruta.
—Mamá te extrañe mucho —sonrió la menor de todos devolviendo el abrazo .
—Es un placer volver a vela señora Na.
La mujer se alejó de ambos y los vio, observándolos con detalle, para luego sonreírles con una sonrisa que ninguno supo descifrar pero que les dio un poco de miedo.
Luego de eso Sierim se acercó a su padre a saludándolo con otro fuerte abrazo que esté correspondió para luego clavar su mirada fríamente en Jeno, quien por primera vez en años no había recibido un saludo amable por parte del señor Na, Jaemin tampoco fue diferente, lo miro con un gesto interrogante, cómo silenciosamente preguntando que había sucedido con su hermanita, luego simplemente tomó el chocolate bruscamente de sus manos yendo al interior de la casa.
—Jeno, bonito, no le hagas mucho caso a Nana, estuvo muy estresado porque Sierim no llegaba, solo está de mal humor—la madre de ambos chicos explicó amablemente hacia el y Jeno asintió lentamente restándole importancia.
—Entiendo, no se preocupe, creo que ya es tiempo de que me vay—
—Nada de eso cariño, toma la merienda con nosotros como agradecimiento, además de que compré regalos para ti y debes obtenerlos—con una sonrisa en su rostro la mujer lo interrumpió sorprendiéndole ante el echo de que se haya acordado de él durante su viaje.
Asintió vagamente ya que no podía negarse ante la propuesta y rápidamente fue llevado dentro.
Dejando así atrás, en el jardín delantero, aún a Sierim quien bufó al haber sido dejada de lado por su propia madre.
—Vamos princesita, curemos esas heridas para que tomes la merienda .—Su padre le dijo sacándole de sus pensamientos mientras revolvía su cabello con una suave sonrisa.
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—¿Compraste tu el chocolate Nana?—una vez todos se acomodaron en la mesa en el patio de la cada Sierim preguntó, observando con admiración la deliciosa torta que su hermano había prometido hacer.
—Como alguien no llegaba nunca tuve que hacerlo —el mayor de ambos hermanos contestó con un poco de mal humor palpable en su voz, pero rápidamente fue reprimido por su madre, quien le cedió un leve golpe en su nuca.—¿¡Porque hiciste eso mamá !?.
Todos rieron viendo cómo Jaemin lloriqueaba al ser retado por su madre, luciendo como un pequeño niño de primaria otra vez.
—Trata bien a tu hermana mocoso —Otro golpe en la cabeza derecho al hermano mayor quien siguió lloriqueando aunque su madre no le dio importancia y giró su cabeza a Sierim y Jeno quienes estaban sentados al frente de ella lado a lado —.Y bien ¿Hace cuanto están saliendo ?.
El yogurt de fresa casi sale disparado de la boca de Sierim al escuchar esas palabras, mientras que Jeno miro a la mujer frente a él y bajó rápidamente su mirada avergonzado, sintiendo como poco a poco sus mejillas tomaban color.
— On aurait été ensemble depuis la primiére fois que je l'ai vue —Susurró bajo aunque pequeña Na logró oír ,más no entender .
<<si fuera por mi ,saldriamos desde que la vi por primera vez >>
