Lee Jeno usa el francés para enmascarar sus sentimientos hacia Na Sierim. ¿Cuanto tiempo podrá aguantar estando así hasta que su corazón hable?
-Terminada.
-Modificando.
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Casa Na 13:25 Pm
—Y me besó luciendo apresurado y agitado, como si hubiese esperado tanto tiempo y retenido todas sus emociones durante años.Sus labios sabían a fresa, era una fruta que no me iba ni me venía, pasaba desapercibida ante mis gustos, pero ese día en mi diario la anoté como mi fruta preferida.
Sierim se encontraba en su cálido cuarto, sentada en su cama en una posición india manteniendo las caricias al pelaje de jugjug -quien se encontraba en su falda- en una mano y su libro titulado "amor bajo el atardecer" en la otra.Llevaba ya dos días desde que había tomado prestado ese libro de la biblioteca por mera curiosidad y ya iba por la mitad del mismo.
Era otra novela de amor joven en donde los protagonistas tenían un amor de esos que no podían occurrir, Sierim se sorprendió a sí misma cuando se metió de lleno a la historia y no pudo parar de leer cuando siempre había optado más por las leyendas de terror e inclusive superhéroes, y esta por su lado era extremadamente cliché pero le interesaba y supuso entonces que era por sus hormonas que ansiaban con descontrol y ferocidad que llegase alguien quien la besase con desesperación como en la novela, porque aunque Sierim había tenido algunos besos tontos luego de su primero con Jeno nunca tuvo una verdadera historia de amor verdadero como en la novela.
Y Justo cuando se recuperó de la emoción y estuvo apunto de retomar la lectura escuchó una música veraniega proveniente del piso de abajo por lo que ahogó un grito de frustración, Jaemin había invitado a los otros tres a casa una vez sus padres les habían avisado que tendrían casa sola por el fin de semana.
Trató de restarle importancia y seguir leyendo pero no podía concentrarse con todo el ruido que estaban haciendo así que soltando un suspiro cerró el libro con fuerzas y bajó las escaleras, ya una vez abajo se encontró con ellos y cortamente lós saludo de reojo, deteniéndose más de la cuenta en Jeno quien tenía su vista clavada en ella pero
tratando de parecer confiada siguió camino hacia el estudio de su padre donde el ruido era más aislado.Una vez dentro se sentó en la silla del escritorio y comenzó a leer nuevamente.
—Cuando tu corazón late tan deprisa que parece que saldrá de tu pecho con tan solo una mirada es cuando sabes que estás muy en el lodo.
Leyó y no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa por la expresión.
—¿Que lees?—una voz le interrumpió asustándola en el acto y la femenina cerró con rapidez el objeto y lo oculto detrás de su espalda al notar que era Jeno quien se encontraba frente suyo.
—Nada —murmulló alargando la última sílaba mientras le sonreía inocentemente tratando de convencerle de que no era gran cosa pero al verlo de brazos cruzados y ceja levantada supo que había fallado.
—Vamos déjame ver—sin dejar a paso a buscar algún camino para huir de la situación el inmenso cuerpo de Jeno se abalanzó sobre Sie para sacar el objeto de sus manos en su espalda, sin embargo el castaño no pensó el que al ser una silla con ruedas y que Sierim no estuviese lista para equilibrar ambos cayeran.Jeno sobre Sierim.
El par hizo una mueca de dolor por el impacto al mismo tiempo, sin darse cuenta de la cercanía que tenían de esta manera, sus rostros apenas centímetros apartes gracias al apoyo que tenía Lee sobre sus manos a un lado de la cabeza de la contraria.
—¿Que fue eso?—Jaemin preguntó al otro lado de la puerta y ambos entraron en pánico mirándose y enviándose mensajes con la mirada y justo un segundo antes de que la puerta fuera abierta Jeno tomó la mano de Sierim, haciéndola ir rápidamente hacia debajo del escritorio que se encontraba de frente a la puerta para esconderse allí.—Oh solo esta vieja silla—Jae soltó por lo bajo acercándose a acomodarla y luego de hacerlo salió de la habitación.
Sin darse cuenta del panorama, donde dos adolescentes debajo de un escritorio se miraban desde muy cerca sintiendo la respiración contraria.
Sierim no pudo evitar mirar los labios de Jeno y pensar en su libro ¿también sabrían a fresa? ¿Jeno la besaría como en el? miles de preguntas pasaron por su pregunta en una milésima de segundos respecto a los labios del chico y sobre besarlo porque aunque ya lo había hecho una vez ese momento se sentía tan lejano y ajeno, no podía recordar bien como se había sentido ni describirlo.Con lentitud subió su mano a su propio pecho sintiendo el palpiteo en su corazón que le dejaba casi sin aliento de tan rápido que iba ¿era acaso aquello el aviso de que estaba en el lodo?
Sin darse cuenta sumida en sus pensamientos mordía sus propios labios haciendo que eso para el contrario sea una tentación, él ya se había acostumbrado al palpitante sonido de su corazón cuando de la chica se trataba pero no a la tensión y el ambiente que tenían en ese momento, ¿era el momento correcto? ¿debía avanzar o todo su esfuerzo sería tirado a la basura de esa manera? No lo sabía pero un impulso de valentía lo golpeó antes de lo esperado y se dijo a si mismo que lo averiguaría
Depositando todos sus pensamientos a un lado se acercó a Sierim y posicionando ambas de sus manos en el rostro de la contraria, enmarcándolo, la besó.Al principio la pelimiel se sorprendió por lo inesperado del acto sin embargo momentos luego cerró sus ojos dejándose llevar por el compás que Jeno marcaba mientras apretaba sus manos en la camisa del mayor y sentía los dedos de este brindándole suaves caricias en sus mejillas y, a su vez, sus rodillas chocando por la posición india que ambos se encontraban.
Sierim no podía decir que Jeno la beso apresurado y agitado como en el libro pero si que fue lento y dulce, esto a pesar de que él como el protagonista de la novela llamado Tyler había esperando tanto tiempo por besarla y retenido sus sentimientos en lo más profundo de su corazón.
Si a Sierim le preguntanse a que fruta sus labios sabían ella les diría que a fruto prohibido porque ella sabe bien que ambos terminaron en esa situación por esconderse de Jaemin.
Capítulo sin traducción porque los besos son una de las pocas cosas que no tienen la frontera del idioma.
