Je t'aime |Lee Jeno

vingt cinq

Silencio sepulcral, miradas matadoras, sensación  de ahogo.

Todo aquello se percibía en aquella oscura habitación, ninguno de los tres cuerpos parecía tener la intención de decir o hacer algo y los únicos movimientos que los dos amantes hacían era aquel que inconscientemente sus cuerpos realizaban al respirar.

Mientras esto pasaba Jaemin del otro lado de la habitación dirigía su mirada de uno al otro, sin abrir su boca y apretando sus puños, lleno de ira.

La menor al observar en la oscuridad como el otro apretaba fuertemente los puños contuvo la respiración como temiendo que en cualquier segundo el caos se desatase y tratando de idear un plan para parar lo imparable, algo que había estado prolongando por demasiado tiempo.Su corazón empujaba fuerte contra su caja torácica, su cabeza viajaba sin cesar por los interminables escenarios.

Su plan de hablar primero con Jaemin antes de que todo explote no había podido llevarse a cabo y se encontraban en las peores situaciones posibles, que el se haya enterado así, viéndolos tan de cerca.

—Prenderé la luz —avisó sutilmente y carraspeando antes de hablar, no quería que su hermano se exaltase si no le avisaba.

Luego caminó despacio, guiándose por la poca luz que entraba de la luna por medio de la ventana y poco a poco finalmente llegó hasta al lado de la puerta donde el interruptor se encontraba.

Pensó en escapar y quiso hacerlo con todas sus fuerzas pero Jeno estaba allí y nadie sabía que podía ocurrirle si lo dejaba con su hermano.

Apretó el interruptor y con cuidado se giró, levantó su mirada y sus ojos conectando de inmediato con chico que la traía loca, lo vió con su pelo revuelto por el movimiento que ella misma había ejercido sobre este y con un color rosáceo en sus labios por la sesión de besos.

Pero no se dió cuenta que no fue la única que vio aquello.

—Eres un jodido imbécil —fue lo que espetó el mayor antes de tomar por el cuello a su supuesto mejor amigo y acorralarlo contra la pared, golpeando su espalda fuertemente con la pared.—Te advertí mil veces Jeno pero tú nunca escuchas.

Cada palabra parecía llena de ira y la menor tembló en su lugar, Jaemin volvía a no parecer el.¿Donde estaba realmente su hermano?

—Jaemin, suéltalo—trató de acercarse y separarlos pero fue empujada lejos sin querer por un movimiento repentino de su hermano ejerciendo más presión sobre el pelinegro contra la pared.

Al hacer unos torpes pasos hacia atrás cayó al suelo al tropezarse con un zapato proveniente suyo en el piso y suspiró harta del comportamiento contrario.Por el costado del gran cuerpo trató de conectar miradas con Jeno y cuando lo hizo su corazón se partió en dos, el chico tenía un miedo notorio, con su boca abriéndose cada dos segundos tratando de decir algo qué tal vez lo ayudará a excusarse y calmar a su mejor amigo, sus ojos miedosos como los de un pequeño venado escapando de la mirada penetrante de Jaemin.

Y ella creía saber que pasaba por la cabeza del pelimiel, el chico que se hallaba allí frente a él no era su mejor amigo.

—Lo deje pasar Jeno, de verdad lo hice, joder que voy a Francés contigo y entiendo cada una de las palabras que le dices frente a mi idiota—negó con su cabeza lentamente mientras apretaba su agarre. —Creí que llegarías hasta ahí, que no serías capaz de romper aquella promesa que hicimos.

—Nana estábamos chicos en ese tiempo, fue una estupidez ese trato —Jeno abrió su boca para soltar aquellas palabras para al segundo arrepentirse al ver la cara del contrario descomponerse en un rostro de dolor, observó como detrás de Jaemin la silueta de la persona que movía su corazón como loco se asomaba tomando el brazo de Jaemin, tratando inútilmente de sepáralos mientras maldecía.

Pero lo que más temía Sierim sucedió, aunque ella trató de detenerlo no pudo, lanzó un grito de sorpresa y temor al ver lo que había sucedido.

El golpe de Jaemin había impactado en el rostro del angelical pelimiel .

—¡Eres una jodida mierda, por ese asqueroso trató y la cláusula que le añadimos después tuve que dejar al amor de mi vida y tú dices que es una estupidez!—lágrimas descendieron como cascadas de los ojos del castaño mientras volvía a tomar con fuerza a Jeno quien se había tambaleado. —¡Porque Renjun la quería yo tuve que hacerme a un lado y ahora Nami me odia!

—Nana —la voz del contrario sonó entrecortada y baja debido al nudo en su garganta, quería volver el tiempo atrás.

—Para cumplir y ser leal a ustedes deje mi felicidad ¿y y tú me estás diciendo que fue un estúpido trato de niños? claro que lo es cuando no se ajusta a ti ¿no Jeno?

Su voz había sonado tan quebrada y baja,llena de dolor y resentimiento al decir cada palabra que sin esperarlo las lágrimas también bajaron del pelimiel quien hizo el amague de abrazarlo más el otro se alejó.

—Sierim amor ¿todo bien? —una adormilada voz de la madre de ambos Na se escuchó detrás de la puerta.

—Si ma, estamos arreglando las cosas con Nana—trató de que su voz sonara alegre a pesar del miedo y tristeza que llevaba encima al estar al lado de aquellos dos.

—Me alegro mucho cariño, de verdad ¿pero qué tal si lo hacen mañana? recuerda que tu padre y yo tenemos que levantarnos temprano.

—Claro ma, buenas noches —recibió un igual tú de vuelta y a los segundos supo que su madre ya se había ido.

Silencio de nuevo.

Cuando volteó una corriente de aire fresco le pegó fuerte la cara y cuando se recompuso notó que su hermano fue el causante de esta al pasar rápidamente por su lado para salir de la habitación.

Frunció su ceño al notar que nada se había resuelto.

Fijó su vista en Jeno que estaba apoyado en la misma pared de antes con su ojos perdidos en algún punto de la habitación y con su mano temblando, quiso acercarse para ver aquel lugar donde Jaemin le había pegado pero cuando extendió su mano para tocar su rostro el otro se alejó con sutileza y sin mediar alguna palabra de por medio salió de su casa por la ventana de su habitación.

Todo parecía jodido.

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No me convence el capitulo,no soy muy buena haciendo este tipo de capítulos donde se enfrentan .

Sean sinceros ¿que les pareció ?