Erick intentó separarse un poco, aunque él continuó reteniéndolo todavía entre la presión de sus brazos, los cuales lo rodeaban seguros, sin ninguna vacilación. Se removió un tanto y las lágrimas agolpadas en sus ojos siguieron su camino a través de sus pómulos, mientras sin poder evitarlo, su cabeza desembocaba en el hueco de su cuello y él respondía aprisionando más el abrazo alrededor de su cuerpo. Su corazón era una máquina de latidos apresurados.
— He tenido tanto miedo, has estado en mis pesadillas, una y otra vez, diciéndome todo eso, repitiéndome que nunca me habías querido, que siempre te he molestado tanto y que todo solo era una burla para ti... Colócate en mi situación, Joel.
Su cuerpo se estremeció entre sus brazos y soltó un pausado suspiro.
— Solo colócate en mi situación... — Repitió, retrocediendo con decisión y soltándose de sus brazos. — Tengo miedo, mucho miedo de creerte ahora y que luego todo resulte de la misma forma. No quiero pasar por lo mismo otra vez.
— No volveré a dañarte, no me atrevería a volver a hacerlo, no me atrevería a volver a hacerte sufrir, porque me estaría destruyendo a mí mismo.
—Joel...
Joel se lo quedó mirando y sintió un revuelco en el pecho, al tiempo que se pasaba una mano por la cabeza y extendía la mano sobrante hacia él.
— Lo entiendo, sé que te hice mucho daño, pero a pesar de eso, no puedo hacer más que buscarte y luchar porque me sigas amando de la misma manera, porque simplemente me es imposible vivir sin ti. — Su corazón bombeó la sangre con más potencia y su voz se apresuró a continuar. — Comprendo que no hayas querido escucharme...
— No es que no haya querido escucharte, es solo que sabía que si lo hacía, llegaría a suceder esto. — Erick apretó los labios ligeramente y contuvo la respiración. — Te perdono, solo porque sé que estás siendo sincero conmigo. ¿Y sabes algo?
Las lágrimas llegaron hasta su barbilla y elevó la mirada hasta conectarla con la suya.
— La verdad es que... — Su voz se convirtió en un susurro y sin pensarlo más, envolvió sus brazos alrededor de su cuello, cerrando sus lacrimosos ojos a tan solo un ligero centímetro de su rostro, prensando nuevamente sus húmedos labios. — ... yo tampoco he dejado de amarte, Joey. No podría, aunque quisiera, porque te amo más que a mi propia vida.
Sus cuerdas vocales tambalearon, las lágrimas cayeron agotadas sobre la curva de su cuello y sus labios se impulsaron hacia los suyos durante un breve segundo, moviéndose luego hasta sus ojos para situar sus besos en sus párpados, sus cejas y sus pestañas. Joel exhaló un soplo contenido y lo atrajo entre sus brazos, atrapando su cuerpo en un agarre suave y necesitado. Su boca capturó sus labios y empezó a besarlo, absorbiendo todo el sabor que había extrañado sentir durante todos estos días, todavía sintiendo el martilleo punzante en su corazón mientras lo hacía.
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Inocencia Pasional || Joerick
Hayran KurguHay cinco cosas que vuelven loco a Joel. 1: La forma en la que el rostro inocente de Erick se torna carmesí cuando él le susurra cosas indebidas al oído. 2: Como Erick desciende la mirada cada vez que lo siente cerca. 3: Como Erick se resiste cuando...