Pienso que debería estar nerviosa, pero no lo estoy. Aun así debo decírselo, para que vaya con delicadeza.
Me acaricia la barriga con la nariz.
-Eres preciosa. -dice, y me besa. -¿Estás inquieta por algo?
-Jared yo...
Apoya sus antebrazos en el colchón, y yo pongo mis manos en sus bíceps.
-Nunca he hecho esto.
Se queda perplejo.
-Solo cuando...
-Entiendo. Iremos despacio.
-Vale.
-Si te sientes incómoda con algo me lo dices Catherine, no lo dudes.
Asiento, él se arrodilla, y saca un preservativo de su bolsillo.
Le beso en los labios, y voy bajando, el cuello, el pecho, hasta que llego a su ombligo y le desabrocho el cinturón.
Jared se levanta y se pone de pie, enfrente de la cama. Me mira fijamente a los ojos, siento que me desea. Se baja los pantalones y los boxers a la vez, y vuelve a colocarse encima mía.
-Pónmelo.
Abro el sobre y le coloco el condón.
Antes de recostarme sobre la cama me quita el sujetador suavemente, y me tumbo. Me besa los pechos a la vez que me los masajea.
Jadeo, y su respiración se acelera.
Flexiono las rodillas y me quita las bragas.
Despacio, desliza la mano por mi vientre, el monte de venus, hasta mi el clítoris.
-Ah.
Me extremezco, el continúa acariciándome.
-¡Ah, Jared!
Vuelve a colocarse a mi altura y me acaricia el pelo.
-¿Estás bien? -Susurra.
Asiento, estoy lista.
-Hazlo. -Le digo al oído. Acaricia mi nariz con la suya. -Estoy lista.
Sin dejar de mirarme a los ojos, se echa un poco hacia atrás, y yo levanto la pelvis. Apoya sus manos a ambos lados de mi cabeza.
Entra lentamente, haciéndome gemir. Y lo hace una y otra vez. Le pongo la mano en la nunca y le acerco aún más a mi.
Me muerde el labio, y nos besamos mientras jadeo. Entonces me besa el cuello, sigo acariciándole la nuca mientras lo hace.
Me penetra con más fuerza, y más rapido.
Inclino la cabeza hacia tras y la hundo en el colchón, es una mezcla de dolor y placer deliciosa. Me aferro a su espalda con tanta fuerza que le clavo las uñas. Él gime.
Dios, vamos muy rápido, la cama es pequeña y el colchón no para de sonar.
Y siento esa sensación, llegamos al orgasmo y nos corremos juntos, él se deja caer sobre mí.
Está apoyado en mi pecho, le acaricio la espalda.
-Catherine. -Susurra, y levanta la cabeza.
-Estás muy despeinado. -Digo riendo al ver al doctor Leto sin su corriente estilo informal.
-Tú también.
Me besa y se levanta.
Dios mio, al darse la vuelta le veo algunas marcas de mis uñas en la espalda.
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DESAPARECER
RomanceEmma Catherine Thompson es una joven que acaba de ingresar en el psiquiátrico de Redford, Florida. Su principal objetivo es quitarse la vida, pero poco a poco van ocurriendo diferentes sucesos que hacen que esa idea se acabe desvaneciendo hasta term...