Capítulo 24

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El fuerte viento me azota por todo el cuerpo y hace que me estremezca. Estoy en un prado enorme, sin árboles ni arbustos.

Miro a mis pies y estoy descalza, siento la verde hierba en mis pies. Miro al cielo y está completamente nublado, las nubes son grises y hay relámpagos, pero aún no ha empezado la tormenta.

En frente de mí se encuentra un espejo, me acerco y me observo detenidamente. Las típicas ojeras me han desaparecido, mis ojos se ven más grandes debido al maquillaje. Tengo los labios de color rojo sangre, y llevo un vestido negro con vuelo que se mueve con el viento.

El cielo se vuelve más gris, algo va mal. De repente un rayo cae sobre el espejo y hace que me caiga por el impacto.

Ahora noto la fría hierba en mi espalda y por mis brazos. Me levanto como puedo y observo el paisaje a mi alrededor, ha cambiado.

El espejo ha desaparecido y me encuentro en una especie de cementerio. Estoy rodeada de tumbas. Aterrorizada, leo las inscripciones; "Ángela", "Jared Leto", "Joanna Thompson", "Ryan Cassidy"...

-¡¡NO!! ¡No!

Abro los ojos y todo está oscuro. Ne llevo las manos a la frente y la noto fría y empapada. Tengo la cara llena de lágrimas. Vencida por el pánico y sin saber qué hacer, me llevo las rodillas al pecho y rezo para que la oscuridad se vaya, para olvidarme de la pesadilla...

Consigo tranquilizarme un poco, abro los ojos otra vez, y rápidamente corro las cortinas para dejar pasar los rayos de luna. Al ver la habitación con claridad me siento más tranquila.

-Maldita sea...

Me levanto de la cama y me dirijo al baño intentando hacer el menor ruido posible.

Miro el reloj; las dos y cuarto de la madrugada.

Me enjuago los ojos y respiro hondo varias veces a la vez que me miro al espejo, recordando aquel sueño, y el miedo vuele a apoderarse de mí. ¿Significa eso que todos los que me rodean están en peligro?

Debería alejarme de esta casa, no quiero que más gente sufra por mi culpa...

-Catherine.

Una voz ronca me saca de mis pensamientos. En la puerta del cuarto de baño está apoyado Ryan.

-¿Ocurre algo? Creí haber oído gritos, y luego vi como la luz se encendía. Quería ver si estabas bien.

Yo asiento sin poder ocultar la tristeza y la preocupación en mi rostro.

-Tienes pesadillas ¿cierto?

Vuelvo a asentir, esta vez con lágrimas en los ojos.

-Tengo mucho miedo... -Logro decir con un hilo de voz.

-¿Miedo a qué?

-...A la oscuridad, a Redford... a mí misma.

Él se muerde los labios y se cruza de brazos. Yo me acerco a dónde se encuentra Ryan, y permanezco en frente.

-No quiero causarte más problemas. Me iré cuánto antes.

-No Catherine, ya sabes que eso es peligroso.

-Pero...

-No, no hay más que hablar. No dejaré que te vayas cuando esa tal doctora White tiene a tanta gente buscándote.

Asiento apretando los labios, no voy a llevarle la contraria. Trago saliva esperando a que diga algo, él continúa mirándome, esperando a que hable.

-Te, te conviene dormir Catherine. Es mejor que vuelvas a la cama.

Echo un vistazo a mi habitación, no muy convencida de su oferta, y vuelvo a mirar a Ryan.

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