Capítulo 12

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Los intensos rayos de sol que traspasan la cortina hacen que me despierte. Gordon está acurrucado a mi lado.

-Buenos días Gordon.

Digo acariciándole el cuello, él rononea a modo de respuesta.

Hoy he dormido extraordinariamente bien para estar en un psiquiátrico. Ayer por la tarde se llevaron las sábanas que me dio Jared, para analizarlas, supongo, y las cambiaron por estas, que tienen un tono verde claro, parecido al de la pared.

En el desayuno me siento en mi mesa de siempre, vacía. Tienen puesta la radio y la voz de Kurt Cobain inunda el comedor con el tema "About a girl".

Me dejo llevar por la letra de la canción hasta que me pierdo en otro mundo y entonces un golpe seco hace que me sobresalte y grite del susto.

-Shhhh. -Una chica con el pelo castaño, a media melena acaba de dejar caer su bandeja en mi mesa. Tiene un flequillo muy corto, los ojos verdes y unos pómulos muy marcados.

-¿Me puedo sentar aquí? -En realidad ya está sentada, pero asiento.

-Me llamo Annie, Annie Harper.

-Pues, encanta Annie Harper, yo soy Catherine Thompson.

La chica empieza a comerse su tostada, y habla despreocupada, con la boca llena.

-Si ya lo sé. Eres nueva.

-Bueno nueva...

-Digo comparando conmigo.

Asiento, ella continúa comiendo y hablando a la vez. Es extraño porque está bastante delgada.

-¿Sabes? Yo llevo aquí toda la vida. Desde los 16 años. A esa edad mis padres ya se hartaron de mis tonterías y me mandaron aquí.

-¿Qué tonterías?

-Pues, según ellos estaba deprimida. Además solía escaparme de casa y fumar a escondidas.

-¿Y cuántos años llevas aquí?

-Llevo seis años.

Dios, seis años, y parece una chica totalmente normal. De repente un escalofrio recorre toda mi espalda.

-Eso es, una eternidad. ¿Por qué no puedes irte?

-No tengo a donde ir Cat, además, fuera no conozco a nadie, aquí, sin embargo, soy la reina. Me sé todos los lugares de Redford. ¿No has oído hablar de mí?

Pego un sorbo de leche y niego.

-No conozco a mucha gente aquí.

-Ya veo, si necesitas algo, dímelo.

Annie se marcha sin más con su bandeja ahora vacía.

-Está bien... -Digo a la vez que termino con mi tostada, cuando ya no puede oírme.

La doctora Bruja pasa por la puerta del comedor y me indica que vaya con un solo gesto.

Bien, iré. Llevo un vestido azul oscuro, muy sencillo, de mangas cortas y un cinturón fino en la cintura.

Y me he recogido el pelo en un moño con una pinza negra.

Me pregunto por qué la doctora querrá hablar conmigo a solas...

                        *************

Grace tiene el codo apoyado en el escritorio, y se acaricia la barbilla con el dedo índice.

Yo la observo molesta, con las piernas cruzadas.

-A ver Emma. Ayer no encontramos nada en las sábanas. Te has salvado por los pelos, pero sé que escondeis algo. Y como hagas algo que me ofenda o que crea inconveniente, echaré al psicólogo y ya veré que hago contigo.

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