GOOD NIGHT 》BTS

TAEJIN: cambiando lugares

Spin-off de mi historia "Bondage".

     TAEHYUNG MERODEA A SU PRESA. Al terminar de examinarlo, la sonrisa que se forma en su rostro demuestra orgullo.

De rodillas y con los ojos vendados, manos amarradas a la espalda y piernas entreabiertas totalmente al desnudo, está Seokjin esperando impaciente. Han cambiado de roles, por lo que Jin se pregunta la forma en la que Taehyung procederá, si su pequeño cachorro será bueno jugando al dominante.

Por supuesto, Jin no necesita ver para estar totalmente seguro que Taehyung ha estado pavoneándose a su alrededor. Sabiendo la manera en la que Taehyung se comporta, a Jin le hace cierta gracia, pero también lo entiende; el gozo que se siente cuando puedes tener el completo control de un cuerpo, su satisfacción y confianza, es lo que te vuelve un poco arrogante.

—Cuenta hasta cinco —dice Taehyung, y Jin no puede evitar sonreír en respuesta.

—No quiero —él responde, tratando de provocar a Taehyung para que suba la apuesta.

—¿No?, entonces tal vez quieras contar hasta diez.

Jin de verdad quiere reír. Pero se toma su tiempo, asiente, y trata de seguir el ritmo de este chico nuevo en el papel.

Cuando Taehyung deja caer la fusta sobre sus amplios hombros, Jin se muerde el labio inferior y musita: "Uno". Cuando escucha la risilla de Taehyung, la polla de Jin responde ante el placer que su obediencia causa al pequeño cachorro, y, de alguna manera se siente más caliente, más excitado.

"Dos", Jin cuenta, ahora con un leve ardor cosquilleando en su espalda baja. Así pues, con una sucesión constante, finalmente llega hasta ocho, donde Taehyung se detiene sólo para acercarse a Jin, inclinarse y susurrar sobre su oído lo más bajo posible: —Pienso en cómo mirabas el escote de Tiffany hoy, y me hierve la sangre.

—Amo —Jin susurra, aplastando la sonrisa que quiere curvarse en sus labios. Haber coqueteado con su alumna a propósito había sido una idea estupenda para convencer a Taehyung de cambiar los roles—. Yo no estaba mirando.

—No te he dado permiso de que hables —dice Taehyung en tono furioso, y deja caer el cuero sobre una de las nalgas de Jin, provocando de él un jadeo en respuesta—. Cuenta.

—Nueve —el pecho de Jin se alza un poco más rápido, sube y baja con cada respiración pesada. En su mente ya ha creado mil formas de darle la vuelta al asunto, y clavar a Taehyung en la cama para molerlo y hundirse en él hasta el cansancio. Pero se contiene, y sus manos juegan con la corbata que ha usado Taehyung para amarrarlo.

La fusta cae en su otra nalga, hasta que Jin finalmente dice "Diez". Pero, antes de que pueda pronunciar algo más al respecto, Jin siente otra tira ser amarrada con fuerza en su cara: Taehyung lo está amordazado.

—No tienes derecho a gemir esta noche —Taehyung advierte. Cuando la cinta está apretada detrás de su cabeza, Jin comienza a sentir otra clase de presión, incluso una punzada más fuerte que la que siente en sus rodillas.

Jin ahora sólo puede escuchar, y el primer sonido que aprecia es el de la botella de lubricante ser abierta, el sutil sonido del líquido salir del envase. En su mente está recreando la idea de un Taehyung vertiendo el aceite sobre sus manos, preparándose para atacar.

Y no se equivoca. De hecho, Jin acierta. Porque en el momento en que siente el cuerpo de Taehyung muy, muy cerca, es cuando la sensación del líquido sobre su tibia piel le hace sacudirse de forma casi inmediata.

—Tranquilo —susurra Taehyung, y una mano completamente húmeda se ciñe sobre el miembro caliente de Jin, apretando con fuerza—. Esto será rápido. Sé cuánto detestas correrte con prisa.

Jin quiere protestar, porque Taehyung tiene absoluta razón. Odia que lleven su orgasmo como si estuviesen en una competencia, que no se tomen su tiempo, que lo hagan venirse en escasos minutos cuando la noche es eterna. Oh, qué tontito es su cachorro, porque esto no es amenaza, es venganza, y Jin ha cambiado todos los planes que tenía en su cabeza.

El vaivén a lo largo de toda su dura y gruesa longitud comienza, y Taehyung se cerciora de pasar el pulgar sobre el glande, acariciando la ranura con rudeza. Jin comienza a sentir su cuerpo tensarse por el brusco movimiento, y su excitación incrementarse con cada segundo que pasa.

Mientras Taehyung lo bombea, aprovecha el tiempo para morder el lóbulo de la oreja de Jin para aumentar el placer. Él se remueve, el hormigueo viaja por todo su cuerpo sin poder evitarlo. Y, cuando escucha a Taehyung susurrar: "¿Qué se siente ser el torturado?", algo en Jin se enciende como fósforo, provocando que su polla gotee sobre la alfombra desesperadamente.

Taehyung aumenta el movimiento, baja hasta la base y regresa a la punta con un duro agarre. Toca la abertura del glande y expande el pre semen por todo el miembro de Jin para combinarlo con el lubricante. El sonido de la carne es lo único que se escucha, acompañado con la respiración errática de un hombre que no puede gemir ni jadear libremente. Entonces, al momento en que Taehyung baja la otra mano para acunar sus bolas, el simple toque es suficiente para que Jin se corra, duro, rápido y estrepitosamente.

Taehyung se retira con lentitud para luego quitarle a Jin la venda de los ojos y la boca. Él se posiciona frente a Jin, y una sonrisa burlona alza sus mejillas sonrojadas.

—Hyung... —dice Taehyung, pero se detiene por la manera furiosa con que Jin le mira a la cara. Sus ojos brillan, su pecho sube y baja tratando de encontrar el ritmo de su respiración. Y, cuando por fin se restablece, Jin abre la boca y le dice: —Ven aquí, Taehyung-ah, te enseñaré lo que es correrse de forma rápida.

—Hyung —Taehyung da unos cuantos pasos hacia atrás, y no duda en echarse a correr cuando ve a Jin colocarse en pie. Aunque Jin tiene las manos amarradas, es mejor adelantarse antes de que lo alcance.

Jin realmente no está enojado, pero ahora tiene unas ganas inmensas de amarrar a Taehyung para demostrarle quién es el que manda aquí.