NAMV: de desahogo y nostalgia

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     NAMJOON ARREMETE CONTRA TAEHYUNG, sus caderas golpeando con fuerza mientras su miembro se hunde en el cuerpo que yace jadeando sobre las sábanas. Tiene la mente nublada, las emociones descontroladas, la razón perdida, pero Namjoon continúa, y aprieta la piel de Taehyung sin importarle dejar huellas que se quedarán con él hasta días después.

Taehyung gime, y sus manos empuñan la tela mientras mantiene los ojos cerrados para no ver nada, aunque lo sienta todo. Y no es por el hecho de que no esté disfrutando de aquella noche, sino, más bien, por una simple y sencilla razón: tiene miedo de ver a Namjoon a la cara, y encontrarse con la verdad que lo ha estado lastimando por tanto tiempo.

Namjoon no lo ama. Taehyung lo sabe, pero sigue dejando que entre en su casa, permitiendo que se quede a dormir en su cama, y que se introduzca lenta y vilmente en su corazón.

Taehyung siente placer, por supuesto. Su cuerpo tiembla y el hormigueo del orgasmo recorre su cuerpo avisándole que está pronto a estallar, pero, nada sería más glorioso, más profundo, que Namjoon le hiciera el amor en vez de joderlo. Porque eso es, sexo bruto, duro, voraz, una vía de escape a todos sus problemas.

Namjoon busca su propio placer, y penetra a Taehyung una y otra vez, siempre hondo, siempre cruel. El sonido del choque de ambos cuerpos retumba en las cuatro paredes, y el ambiente se llena de olor a sexo con toques de nostalgia. En ocasiones, Namjoon permite caer sobre aquellas nalgas redondas y firmes unas cuantas palmadas que dejan la piel rosada, en otras, roja. Y, algunas veces, usa sus uñas para arañar y dibujar recuerdos sobre la espalda de Taehyung. En momentos, cuando no está follando a Taehyung directamente, Namjoon muerde y lame toda la piel que más pueda marcar por la noche. Consume a Taehyung como si fuese uno de los cigarrillos que acostumbra a fumarse frecuentemente, y lo explora como si nunca antes lo hubiera visto. Todo, sin besarle la boca.

Pero, en esta ocasión, Namjoon sólo quiere joder, sentirse libre e irse. Así que, acelerando el bombeo, él llega estruendosamente, y deja dentro de Taehyung su tibia corrida.

Y, esta vez, Namjoon no se asegura de que Taehyung también se haya corrido, sólo se retira, baja del colchón y se vuelve a subir los pantalones, dejando a un muy tembloroso Taehyung boca abajo, incapaz de girar para verlo a la cara.

—¿Te vas? —dice Taehyung cuando se apoya en los codos, mirando la desgracia entre sus piernas, dura, doliente y palpitante.

—Sí —responde Namjoon, esperando ver la mirada de decepción en los ojos de Taehyung, pero no puede. Entonces, él suspira maldiciéndose a sí mismo, pues realmente deseaba sentirse más imbécil, más miserable.

—De acuerdo.

Namjoon no sabe qué más decir, así que, regresando a la esquina donde dejó tirada la maleta, la toma entre sus manos para encaminarse hasta la puerta. Pero, antes de salir, se detiene al escuchar su nombre, y se gira nuevamente para encontrar a Taehyung de pie, acomodándose la ropa.

Ambos cruzan miradas, pero Taehyung parece apacible, sin embargo, la indiferencia que muestra le deja un amargo sabor. Namjoon trata de no mostrar signos de debilidad, sólo el aún-descontrolado subir y bajar de su respiración agitada.

—No regreses —habla Taehyung después de unos segundos silenciosos, y cuando pareciera que es lo único que va a decir, agrega—: Si sólo vas a joderme, no vuelvas.

Namjoon asiente, y sale rápidamente hacia una noche fría, oscura. Al caminar, comienza a sentir un dolor en el pecho, por lo que se detiene para llevarse la mano hacia el corazón. Cuando las gotas ruedan por sus mejillas, se pregunta si es por la repentina lluvia, o si es porque Taehyung finalmente le ha dicho lo que tanto deseaba oír.

GOOD NIGHT 》BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora