PARK JIMIN tenía dieciséis cuando la primera flor de speira salió de su boca. La sensación de que algo le obstruía los pulmones se hizo intensa al cruzar miradas constantemente con el amigo de su padre, Kim Seokjin.
Jin era un hombre atractivo, muy sencillo de tratar. Se paseaba por los pasillos de la gran casa de los Park muy cómodo en su piel. Sonreía, hablaba y se inclinaba ante cualquier persona, trabajaba arduamente y era un hombre de palabra.
Fue muy fácil enamorarse de él.
Jimin, de mejillas rosadas, ojos negros y corazón afable, se preguntó si este amor unilateral podría volverse recíproco si lo intentaba. Así que lo hizo.
La noche en que se encontró al hombre caminando en el pasillo, Jimin lo observó con detenimiento mientras Jin leía algo con atención. Al ser ajeno a su mirar, Jimin se fijó en sus hermosos y crueles labios, mismos que sin piedad le sonreían constantemente. Sus fuertes y grandes manos, aquellas que acariciaban su cabello al saludarlo. Sus anchos y firmes hombros, a los que imaginaba aferrarse el día en que pudiera abrazarlo. Y su suave y sedoso cabello castaño, el que caía sobre su frente travieso después de ser revuelto por el aire.
Jimin tosió oculto tras una pared, y flores de pétalos blancos cayeron de su boca dejándole un amargo sabor. Su garganta y pecho ardían, pero eso no lo detuvo cuando tuvo al hombre frente a él, quien acudió en su auxilio tan pronto lo había visualizado.
Podría haberse negado. Pudo haber dudado después de que Jin lo mirara con ojos compasivos. Pero las palabras salieron solas a pesar del dolor, y su aflicción se hizo grande cuando Jin cambió su rostro a uno sorpresivo, y luego regresó la vista al piso mientras él se encargaba de romperle el corazón.
"Tan sólo tienes dieciséis", le había dicho Jin. "No puedo corresponderte".
Jimin también pudo haber desistido. Luego de oír aquellas duras palabras, finalmente podría haberle dicho a su corazón que se detuviera, que eliminara las raíces que crecían en su interior. Pero no lo hizo.
"Y si tuviese veinte, veinticinco o treinta, ¿me aceptarías?"
Jin lo miró de nuevo, y quizá fue aquel brillo que tenía en sus pupilas lo que hizo que Jimin tomara una decisión.
Tal vez sufrir unos cuantos años más valdría la pena. Puede que, después de tanto dolor, esperar porque Jin lo viese como hombre y no como un niño le trajera una recompensa.
Park Jimin tenía dieciséis cuando la primera flor de speira salió de su boca. Y pasó los siguientes cinco años de su vida vomitando pétalos a la espera de que algo cambiara. Sin embargo, eso no sucedió.
KIM SEOKJIN se ajustaba la corbata alrededor de su cuello. Luego de acomodarse los brillantes gemelos, se miró por última vez al espejo, y sonrió.
Hoy tenía una cena muy importante en la residencia de los Park, y él era uno de los invitados de honor. Por supuesto, luego del increíble ascenso en la compañía, y formar parte indudable de la familia, Jin finalmente se sentía en la cúspide del éxito.
No tardó demasiado cuando se vio a sí mismo llegando, botella de champán en mano y listo para entrar. Tocando el timbre un par de veces, esperó a ser atendido. Risas se escuchaban desde adentro y por el cristal se podían apreciar figuras a lo lejos. Un segundo después, una sombra se visualizó en el recibidor, y la puerta se abrió revelando la identidad de aquel que le miró sorprendido.
Allí, la bella y dulce sonrisa de Park Jimin detuvo su corazón, y todo pensamiento cuerdo se esfumó cuando se dio cuenta de la persona en la que aquel pequeño niño se había convertido.
ESTÁS LEYENDO
GOOD NIGHT 》BTS
Fanfiction-Dos es siempre mejor que uno. -¿Y tres? -Tres es aún mejor. • HOMOSEXUAL • 70 pequeñas historias sobre ships de BTS con contenido erótico: MM & MMM. • Además del contenido +18, las historias pueden ser: • románticas • comedia •...