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FLORENCIA

Elena me trajo a un restaurante muy bonito, parecían de esos que aparecen en la tele, de esos que son tan lindos que parecen irreales.

Cuando vino el mozo, ella ordenó una comida rara que ni el nombre me sale y yo... una hamburguesa. La razón de mi orden es porque no me alcanzaba para más, o sea, el dinero que me dio la Madre Clementina era para gastos personales, para comprarme lo básico en lo que conseguía un empleo, no para mal gastarlo en una comida super lujosa, que además de que te dan poquito te quedas con hambre.

La colorada me quedó mirando un poco rara, al parecer le extrañó un poco mi pedido pero luego decidió ignorarlo.

Jaz: Y... ¿A qué te querés dedicar? -me tomó por sorpresa esa pregunta-

Flor: ¿Cómo?

Jaz: Sí, ¿De qué querés trabajar, qué te gusta hacer? -juntó sus manos y se acercó un poco más-

Flor: Emm... -comencé a divagar- me gustaría s-ser modelo. -ella sonrió, que linda sonrisa tiene, pensé-

Jaz: Me lo imaginé -fruncí el entrecejo-

Flor: ¿Por qué?

Jaz: Porque el día que te conocí, el del desfile ¿lo recuerdas? -asentí- Bueno, antes de que te dieras cuenta que te estaba mirando... -me sonrojé, todavía sigo preguntandome por qué lo hago- vi como mirabas con tanta ilusión el desfile. Mirabas cada detalle, cada vestido, cada modelo, sus movimitos y todo lo que conlleva.

Flor: ¿Tanto se nota? -asintió- Que vergüenza -tapé mi cara con mis manos-

Jaz: Ay Flor ¿Por qué? Si sos hermosa, incluso te puedo decir que sos más linda que esas modelos de aquel día.

Flor: Bueno gracias Elena, sos muy linda conmigo.

Jaz: ¿Por qué no lo intentás?

Flor: ¿Qué cosa?

Jaz: Ay Flor, parece que tienes alzheimer, te olvidas de las cosas cada dos minutos, más o menos -rió- Ser modelo, Flor -dijo, recomponiendose un poco-

Flor: Discúlpame -acompañé su risa- ¿por qué me contratarían a mi? -dije, respondiendo a su pregunta- Hay tantas chicas que se prepararon, que tiene el carisma y las técnicas para serlo. -dije, algo desilusionada-

Jaz: Sabes que la mayoría de esas modelos son niñas mimadas por sus padres, ¿Verdad?

Flor: Si, pero... debe haber chicas que no lo son.

Jaz: Ahí está. Hay chicas que no lo son, lo soñaron y lo lograron, vos también puedes lograrlo.

Flor: Pero... ¿Cómo?

Jaz: Solo te voy a decir... " El que quiere, puede".

De repente vino el mozo con nuestros pedidos, bendita sea esta interrupción, porque no sabía que contestar, ella tenía razón... si yo quiero serlo, puedo lograrlo. Pero me carcomía la situación de frcasar en el intento.

Cambiamos completamente el tema de conversación, ella me contaba situaciones de su trabajo y yo le contaba la vida que tuve en el orfanato.
Una vez finalizada la cena me dispuse a pagar.

Jaz: ¿Qué haces? -dijo, mirando como buscaba la plata para pagar mi comida-

Flor: ¿Como que hago? Voy a pagar Elena, ¿no es obvio? -reí-

Jaz: Flor, yo te invité, yo voy a pagar.

Flor: No Elena, yo puedo pagar mi comida. Yo consumí, no vos. -me estaba empezando a enojar-

Jaz: Flor, en serio te digo, si pagas me voy a enojar mucho. -se puso seria-

Flor: Elena, no quiero que me pagues la comida, puedo hacerlo yo.

Jaz: Pero...

Flor: No Elena y punto final. -dije, trantando de calmarme un poco-

Jaz: Ah, muy bien mi capitán. Como usted diga, niña linda. -me sonrojé-

Hola, si... ¿Podrías dejar de hacer que me sonroje cada cinco minutos? Gracias.

JAZMÍN


¿Esto de verdad estaba pasando? ¿Me estaba negando el hecho de que le pagara la comida, sabiendo que tengo plata? En mi vida me había pasado algo asi.

Algo, en el fondo de mi, me decía que esta chica no era como las demás. No entiendo qué me pasaba, de verdad que no lo entiendo.


FLORENCIA

Luego de prácticamente rogarle que me dejara pagar mi comida, me llevó a la pensión.

Se estacionó justo en frente.

Jaz: Bueno... llegamos -apagó el motor del auto-

Flor: La pasé muy bien, gracias por todo.

Jaz: Que bueno que lo hayas hecho, yo también la pase lindo. -se sacó el cinturón y posó sus hermosos ojos verdes en los mios-


Se estaba acercando poco a poco. Esto me incomodó así que me bajé del auto, me acerqué a la ventanilla del mismo y le dije que me mandara un mensaje cuando llegara a su casa, ella simplemente asintió un poco molesta... no entendía porqué pero decidí ignorarlo. Entré y subí las escaleras hasta llegar a mi habitación.

 

☆            ☆            ☆            ☆            ☆

Holix, disculpen la demora señoritas, aquí les traigo un nuevo capítulo. Díganme que tal les está pareciendo esta historia.

Gracias por leer :)

Una historia másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora