JAZMÍN
Elena: Entonces, ¿ya están bien las cosas? -indagó con cierto temor-
Jaz: Creo que sí. -suspiré-
Elena: Entonces contame. Porque en este tiempo no tuvimos tiempo de hablarlo por culpa del trabajo. -una mueca de desagrado acompañó su cara-
Jaz: Bueno, después del agua... -lanzó una leve risa al recordarlo- yo le llevé un ramo de jazmines...
Elena: Vos para sorprender sos pésima -me interrumpió-
Jaz: Pensé que te darías cuenta. -me lazó una mirada de confusión-
Elena: Que, ¿que tenés muy alto el ego? -levantó una ceja-
Jaz: Yo a todas las chicas con las que estuve siempre les daba rosas rojas. El rojo viene siendo pasión, solo carnal. En cambio, el jazmín es una flor blanca, el blanco es pureza, es honestidad, es amabilidad. -al ver que la rubia no entendía por donde iba, me acomodé en mi asiento y proseguí a explicarle- La rosa es una flor común, fácil de encontrar. Es una de las flores que más protegida está, con sus espinas cuida que no la lastimen. Y tiene un detalle del que nadie se percató, en sus pétalos econde un confuso laberinto, que no sabe para donde va, ni tampoco lo que quiere. El jazmín, por otro lado, es una flor delicada, que necesita el cuidado necesario para poder florecer. Para que sus pétalos puros y ordenados den un orden en tu mente, corazón y alma. Evitando caer en aquel rojo pasión que te engaña. Eso es lo que significa Flor para mí. -la rubia dejó ver unos ojos totalmente sorprendidos-
Elena: Quién te viera, toda una romantica resultaste ser. -bromeó-
Jaz: Bueno, ¿puedo continuar? -pregunté ante la interrupición de mi amiga y ella asintió- Bien, le llevé un ramo de jazmines, una bolsa de chocolates acompañado de una tarjetita y dejé las cosas en su habitación...
Elena: Momento, ¿y vos cómo entraste ahí? -preguntó curiosa-
Jaz: Tengo una cómplice. -sonreí-
Elena: ¿Quién? -alzó una ceja-
Jaz: La dueña de la pensión, María. -aclaré- Bueno, sigo. -asintió- Más tarde fui a verla, para suerte mia no me recibio ni con una cachetada, ni con un balde con agua. -rió- Luego de coquetearle un poco e insistirle de que me escuchara, me dejó pasar. -creucé mis piernas- Le conté todo y... -lancé un suspiro que al recordar lo sucedido un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, acompañándolo- me besó -finalicé y la rubia lanzó un grito- ¡Ay pará! Me vas a dejar sorda boluda. -reí-
Elena: Yo sabía que esa chica era diferente, ¡lo sabía! -celebró su triunfo-
Jaz: Y... -continué- ayer fuimos al parque y compartimos unos helados -abrió los ojos como plato-
Elena: ¿Y qué paso? -pusó sus manos debajo de su barbilla-
Jaz: Me besó. -sonrió- Pero fue cortito y cuando estaba dispuesta a darle un beso como se merece, me detuvo. -suspiré- Su miedo a que nos vieran fue más fuerte. -entreabrió la boca amagando en decir algo pero volvió a cerrarla- ¿Pero sabes qué? Yo le dije que iba a estar dispuesta a esperarla hasta que ella estuviera lista. Y es lo que pienso hacer -me dejó ver una sonrisa de aprobación. Se acercó y me abrazó-
Elena: Te quiero corazón. -dijo sobre mi hombro- Estoy muy orgullosa. -besó mi mejilla y volvió a abrazarme-
Jaz: Yo también te quiero bebé. -inmediatamente un recuerdo vino a mi mente-
Cinco años atrás...
Una madre preocupada llamaba a la única salvación que encontraba para su hija. Mientras tanto la colorada lloraba sin consuelo en su habitación, no había salido de esta hacía más de tres días.
Vanesa: Bueno, ¿ya estás en camino?... Okay, te esperamos. Besos -logró escuchar Jazmín-
Unas horas más tarde unos golpes en la puerta hicieron que la triste mujer se despertara.
Jaz: ¡No estoy para nadie! -gritó y posteriormente agarró una almohada y se la colocó en la cara. Luego escucho el sonido de la puerta abrirse- ¡Que parte no entienden de...
Elena: ¿Ni si quiera para mí? -una rubia sonriente con los brazos extendidos se encontraba en el marco de la puerta-
Jaz: ¡Elena! -como por arte de magia la colorada se levantó y corrió a abrazarla, luego se volvió a quebrar en llanto- Pensé que estabas en Berlín. -dijo sobre su hombro-
Elena: Cuando mi bebé me necesita no importa en qué parte del mundo esté, haré hasta lo imposible por estar con vos. -la rubia la abrazó más fuerte-
Jaz: No te vayas más, por favor. -suplicó entre sollozos-
Elena: No me volveré a ir, te lo prometo. Aquí voy a estar... -se separó y secó las lágrimas que caían por las mejillas de la peliroja-
Jaz: Te quiero -volvió a abrazarla y aspiró profundamente el aroma de la rubia-
Elena: Yo te quiero mucho más. -besó su mejilla-
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Una historia más
RomanceJazmín es una joven de 25 años, hija de Vanesa y Osvaldo Del Rio. La primera es una exitosa empresaria y el siguiente es un respetado actor y productor. En algún momento de su vida se enamoró de Bárbara Rivas, una modelo de la empresa de su mamá. L...