Only Friends? °S.M° [COMPLETA]

Capítulo 46

Narra Valentina

Una gran explosión me dejó aturdida. Los minutos pasaban con gran lentitud, no lograba entender que pasaba. Shawn gritaba mi nombre, no lograba ver su rostro ya que una capa de humo negro cubrió todo el lugar. El humo dentro de mis pulmones hacía que se me dificultara respirar con normalidad, en un momento mis ojos se cerraron y perdí la conciencia al chocar contra el piso.

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Abrí con dificultad mis ojos, como si recién me despertara de una larga siesta, reconocí aquel lugar frío y blanco, el hospital. Miré alrededor y nadie se encontraba allí. Llevé mi mano a mi vientre y lo acaricié.

Una enfermera entró a la habitación y al verme me brindó una cálida sonrisa — Buenos días, señorita Grier. ¿Cómo se siente? — preguntó.

— ¿Mi bebé está bien?, ¿Dónde está Shawn?, ¿Mi sobrino y mi hermano?, ¿Qué pasó? — mi corazón se aceleró y la enfermera lo notó.

— Respire hondo, señorita — tomó mi mano — Su bebé está bien, y su esposo igual — di un suspiro acompañado de una sonrisa.

Una risa acompañada de un suspiro de alivio salió disparada por mi boca— Dígame Valentina, por favor — reí— ¿Mi sobrino?, ¿Mi hermano y mis amigos? — pregunté acariciando mi vientre.

— Lo siento, Valentina. Ellos no se encuentran en este hospital. Pero puedo decirles que por lo que nos han informado se encuentran bien — sonrió.

— ¿Qué sucedió?, ¿Puedo ver a Shawn?

— Hubo una explosión que provocó un incendio en la casa en la que se encontraban, aún no se sabe la causa de la misma, pero están trabajando en ello.

— ¿Puedo ver a Shawn, mi prometido? — pregunté insistentemente.

— Lo siento, Valentina. Él todavía no ha despertado, pero en cuanto tengamos noticias te avisaremos. Ahora vendrá la obstetra junto con el doctor Karev para hacerle unos estudios. Descanse, la veo luego — antes que se marchara la detuve.

— ¿Podrías traerme un vaso con agua? Tengo la garganta seca — dije apenada.

Segundos después volvió con un vaso lleno de agua. No podía esperar para sentir la fría agua recorrer mi garganta — gracias— dije antes de tomar toda el agua que se encontraba dentro del vaso en unos segundos.

Minutos más tarde, así como la enfermera había informado, la obstetra y el doctor llegaron. Me hicieron algunas preguntas y chequearon a mi bebé. Todo se encontraba bien. Antes de marcharse me comunicaron que dentro de unos minutos podría visitar a Shawn.

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— Hola, piojo — dije mientras me sentaba en una silla al costado de la camilla en la que Shawn se encontraba — Lo siento, lo siento mucho. Nunca pensé tener que verte así. Lo siento — besé su mano y la acaricié — Por favor, despierta. Estamos esperando por ti. Tienes un piojito o piojita que necesita de su padre. No te salvarás de cambiar pañales, Mendes — reí sin ganas

Acaricié su rostro y volví a hablar — En tres semanas tenemos turno para revelar el sexo del bebé. Estoy muy feliz, pero no puedo hacerlo sin ti. Te necesito, mucho más de lo que piensas y mucho más de lo que pensaba. Te amo, Shawn. Te amamos — besé su frente — No puedo hacerlo sin ti— Confesé.

Me quedé dormida en la incómoda silla, realmente no me importó. Nuestras manos estaban entrelazadas, sentía su calor, ese calor que me hacía sentir en casa, ese calor que me hacía sentir segura, sana y salva.

Desperté al sentir como apretaban mi mano. Shawn había despertado finalmente.

— Oh, Shawn. Casi me matas de un susto— Sollocé abrazándolo — ¿Cómo te encuentras? — Pregunté acomodando su cabello.