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La vida de un demonio que vino a nuestro mundo...



Se distancia de él, todo porque lo considera valioso.
¿Qué es esto? ¿Será...?


—Jungkookie~ ¡Ah, tienes pelos de recién levantado! —Taehyung tocó los cabellos del pelinegro sin ser apartado. Era tan nueva la sensación para él, que se sentía como un niño en dulceria. Se inclinó a sus pies—Ataré los zapatos por ti~— Jungkook se sentía abrumado por las repentinas atenciones del niño que ya no distinguía sus espacios personales. —¡Oh! ¿Querés más té? —sirvió más a su taza. —¡Ah! Que no se me olvide, ¡aquí tienes, una flor! —y se la colocó detrás de la oreja. —al instante se marchito.

—Suficiente, deja de tocarme— espetó con fastidio y empujó al joven con el codo.

—¡Pero...!

—Taehyung-ssi realmente está atacando a Jungkook. —Jin, quién se encontraba desayunando también, le habló a Jimin.

—Aún así, es el único que anima todo por aquí.

—Taehyung-ssi— el pelirosa se dirigió ahora al joven— ya eres un caballero refinado, no deberías tener el hábito de dormir en la cama de otro señor sin ninguna razón. —medio explicó, medio regañó, debido a la confusión que él mismo creó en su cabeza al verlo despertar junto a Jungkook en esa situación.

—Eehh... —se quejó el castaño. —¿No debería?— preguntó a Jungkook.

—En realidad no me importa, sólo no me estés tocando.

—Pero quiero tocarte. —lo abrazó por los hombros.

—NO.

—¡¡No, no, no, no!! Mejor dicho, no deberías ni haberte metido en su cama. —volvió a hablar Kim. —¡¡Jungkook-ah!! ¡¿Qué le has estado enseñando?!

—En cualquier caso, simplemente no me toques, Taehyung. —volvió a apartarlo.

Muy problemático.
Taehyung siempre ha sido extraño. Siempre solía seguirme, sonriendo con esa idiota sonrisa suya.
En algún momento, comenzó a darme flores.

—¡Jungkookie! Toma esta flor. —cuando son tocadas por un demonio, las flores empiezan a marchitarse y mueren.

No lo entiendo, ¿por qué traerme flores si de todas formas van a marchitarse?
Aunque me lo preguntara, él seguía viniendo a mi con flores, todos los días, junto a esa tonta sonrisa. No podía ganar contra eso...


—Eh, Jin, ¿por qué Jungkook no quiere que lo toque? —ambos se encontraban en el patio, observando las flores.

—¿Hm? Ah, probablemente porque no está acostumbrado al contacto físico, le hace sentir incómodo.

—¡¿De verdad?!

—No te preocupes, en algún momento se acostumbrará. De hecho ¿por qué no celebramos una fiesta para acelerar el proceso?

—¡¿Fiesta?! ¡Hagamosla! ¡Gracias Jin! —Taehyung recogió algunas flores.

—Uff, me pregunto qué verá en ese hombre tan sombrío y poco cariñoso.—se habló a sí mismo.

—¡Jungkookie! —el castaño llamó su atención desde la ventana de afuera. Jungkook lo miró desde el sillón en el que se encontraba recostado y le sonrió. —¡Tae trabajará duro!
¿Trabajar duro en qué?



Estaba preocupado, de que él, con su sonrisa de flor, se pudiera marchitar si me tocaba.
Estaba asustado de perderlo.
Así que intenté con todas mis fuerzas distanciarme de él.
Aún así...

"Jungkookie, toma mi mano."
"Te quiero aunque seas un demonio"

Su dulce sonrisa alejó mi ansiedad....


Qué criatura más ridícula.
¿Una invitación para una fiesta de té? —Jungkook observó la carta que Taehyung le entregó.

—¡Sí! ¡Por ahora sólo es para nosotros tres!— por supuesto que SeokJin también estaba allí.

—Bien, realmente es una reunión informal para ustedes dos. Te dejaré, sólo para que fortalezcas tu relación con Taehyung-ssi.

—Hora: 10 am
    Lugar: Él jardín. —Jungkook pegó un bufido.

¡Bam!
Jeon estampó su pie en la pared, cerca de la cabeza de Kim —Agg, ¿Qué tiene de divertido para un demonio tener que tomar el té en pleno día? —reprochó con voz sepulcral.

—Ah, eh, fue idea de Taehyung-ssi, no mía. ¿Por qué supones que tuve algo que ver en este asunto?.

Mientras tanto, Taehyung entregaba su invitación a Jimin. —Oh, ¿una fiesta de té?

—¡Sí!

—NO. —Jungkook descartó su presencia en la fiesta y se giró para salir de la sala.

—Eehh, espera, Jungkookie—Taehyung trató de tomar su mano, pero Jeon fue más rápido y la apartó.

Se volteó hacia él —¿Cuántas veces tengo qe decirte que no hagas las cosas sin pensar?— posó su mano en la cabeza de Taehyung, poniendo la carta de invitación de por medio. Taehyung la sostuvo y el demonio se retiró.

Jin suspiró —Qué tipo tan problemático. ¿Por qué se angustia tanto?

—Hace un rato...hace un rato, Jungkookie tomó mi mano por primera vez, pero... —su voz comenzaba a quebrarse y cubrió su rostro con la carta—... Pero supongo que yo era el único que pensó que nos volveríamos más cercanos...

—Taehyung-ssi... —Jin quiso consolarlo y se acercó a él, pero el menor apartó la carta de su cara y en su mirada, a pesar de las lágrimas, se vio decisión. SeokJin se sorprendió y retrocedió un poco.

—¡Tae no se rendirá! ¡El día de la fiesta, decoraré la casa con flores que no se marchitan! Entonces Jungkookie, Jin y Jimin podrán tocarlas y todos podremos estar felices juntos!

—¿Flores que no se marchitan?

—¡Sí! Leí sobre ellas en un libro, puedes hacer flores de papel. ¡Flores que incluso pueda tocar un demonio!.

Kim dio una dulce sonrisa— eso suena muy bien. ¡Necesitaras muchas! ¡Te ayudaré!

—¡Gracias!

[...]

—¡Lo hice! —Taehyung alzó su trabajo—wow, se ven iguales a las reales. —se encontraba en su habitación, a la luz de las velas, creando la última flor. —Me pregunto si a Jungkookie le gustarán.

Jungkook se encontraba en su propio cuarto, leyendo un libro, o tratando de, ya que sus pensamientos no lo permitían.

Todavía no puedo hacerlo...
A pesar de que lo recogí hace 14 años, realmente no me atrevo a tocarlo.
Cuando lo haga, la imagen que evocaré, será la de una flor... Marchitandose.


Todavía no puedo olvidarlo.

Una flor para un demonio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora