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SeokJin y Moon no sabían cómo descifrar lo que pasaba por su mente. Taehyung, que se encontraba en el sillón de la sala, ponía diferentes expresiones en su rostro cada cinco segundos. Primero estaba pensativo, luego se sonrojaba y se tomaba de las mejillas al recordar algo, al rato parecía que caía en la realidad, mostraba sorpresa y al final, una cara de decepción.

En una de esas, miró al frente y se encontró con ambos demonios observándolo —¡Oh! ¡Hola Jin, Byul!

—¿Qué estás haciendo aquí solo?

Taehyung suspiró —Una cosa mala y una cosa buena pasaron al mismo tiempo, y no sé si estar feliz o triste. —el recuerdo del beso que Jungkook le dio a su prometida y luego a él (aunque en la mejilla) pasaron por su mente.

—Bueno, no sé bien de qué se trate, pero sé positivo sin importar qué.—Jin trató de animarlo.

—¿Positivo?...

—Sí, si permaneces así de negativo, terminarás como Jungkook. —se rió de su propio chiste, pero su risa desapareció al poco tiempo que Jungkook apareció detrás de él, sosteniéndose de la pared y con mala cara. Volteó a verlo y agitó las manos—¡Ah! No me mates Jungkook, era sólo un chiste.

Taehyung corrió a su encuentro, alegremente. —¡Buenos días, kookie! —le extendió una flor.
Jungkook cerró los ojos y cayó lentamente sobre los hombros de Taehyung, quien trató de sostenerlo como pudo. —¡¿Jungkook?! —no respondió —¡Jin, él está pesado!

SeokJin y Byul se habían quedado estáticos un momento, pues pensaban que Jungkook simplemente actuaba raro, hasta que Taehyung gritó eso.
Salió corriendo hacia él y lo sostuvo. —¿Jungkook? —palmeó su mejilla.

—¡¿Qué tienes, Jungkook?! —Byulyi también se acercó algo alterada y tocó su rostro. Él no respondía.

—Calmate Byul, no quiero que se altere. —susurró Jin, señalando con la cabeza. Moon volteó a ver al niño. Taehyung estaba con sus manos en la boca a punto de llorar. —No te preocupes, Taehyung-ssi, debe ser una leve fiebre. Yo me ocuparé. —le sonrió para brindarle tranquilidad y tae asintió.

[...]

—Parece que tiene un virus del mundo de los demonios —Jin diagnosticó después de revisarlo. —Lo escuché antes de llegar aquí, parece que había una enfermedad viral un poco antes... ¿Cómo era su nombre?

—¡Tienes razón! Es esa fiebre que no bajará en una semana... No recuerdo su nombre... —Byul también se encontraba al costado de la cama de Jeon, donde éste reposaba.

—Ya, Taehyung-ssi... —Jin miró a su costado, un Taehyung que se aferraba a su manga y lloraba— No te preocupes, todo estará bien.

—Pero Jungkookie... Jungkookie nunca se había enfermado...—miró al pelirosa —¡¿Qué pasa si muere?!

—Estará bien, sólo es un resfriado. Pero... Podría ser peligroso si nos contagiamos—cayó en cuenta. —¡Todos, salgamos del cuarto! —corrieron tras la puerta y el escándalo provocó que Jungkook abriera los ojos. —¡Buena suerte Jungkook-ah! ¡Estaremos apoyándote desde aquí!

—RECORDARÉ ESTO, BASTARDOS. ¡SE SUPONE QUE ERES UN DOCTOR, SEOKJIN!

—Lo siento, mi especialidad es el romance. —cerró la puerta.

—¿Eres doctor, Jin?

—¿No recuerdas que te examiné también cuando tenías resfriado?

—Mmm.. La verdad, no.

—Supongo que delirabas por la fiebre. —notó algo triste a Taehyung—¿Es porque dije que no podíamos acercarnos a Jungkook? —el castaño asintió. —Pero tú estarás bien, este virus sólo puede ser contraído por demonios. —sonrió en complicidad.

Una flor para un demonio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora