Una flor para un demonio.

14

Despertó en su cama y lo primero que vino a su mente fue —¡Hoy es el cumpleaños de Tae!.

Salió corriendo a toda velocidad y entró al cuarto de Jungkook con la intención de despertarlo—¡Jungkook, despierta! ¡Hoy es el cumpleaños de Tae!— mas al entrar, Jimin ya estaba acomodando el abrigo de invierno que le acababa de poner.

—¿No te digo siempre que golpees antes de entrar?

—¡Estás despierto! ¿A donde vas?

—Jungkook~ ¿Ya estás listo? —SeokJin apareció por detrás de Taehyung.

—Oh, Jin.

—Buenos días, Taehyung-ssi~—entró al cuarto, llegó a Jungkook y pasó su brazo por sus hombros. —Lo siento, pero tendré que robartelo por este día.— Jungkook empujó su brazo

Entró también —¿A dónde van?

—A la ciudad.

—¡Tae también va!

Kim se puso a su altura. —Mira, Tae-ssi, hay veces en que los hombres necesitan tener una conversación adulta.

—¡Tae también va!

—¿Estás escuchando?

—Taehyung, tienes deberes que hacer,¿verdad? —Jeon intervino.

—¡Entonces iré cuando acabe mis deberes!

—Va a nevar.

—¡Seguro estoy bien con la nieve ahora! Estuve bien cuando salí ayer.

—Ah, tienes razón, saliste ayer después de todo.

—¡Sip! —parecía orgulloso de sí mismo.

—Sin decircelo a nadie, saliste tú solo. —sonrió con los ojos cerrados, pero no parecía una sonrisa sincera. —Me hiciste perder bastante tiempo~—
Taehyung dejó de sonreír al captar la ironía en la voz de Jungkook. —¡Como castigo, vas a ser obediente y vas a quedarte a estudiar en tu habitación!  — Taehyung abrió la boca tanto como pudo y el aire se atoró en sus pulmones.

[...]

—Ah, tal vez fuiste muy duro con el joven.

—Tú estabas siendo muy paciente y él estaba muy persistente. Perderíamos tiempo.

—Bueno, es normal. Hoy es el primer día celebrando su cumpleaños. ¿No es natural que quiera estar contigo? —Jungkook se mantuvo mirando por fuera de la carroza sin responder. —Bueno, al menos ahora nos podemos tomar el tiempo para elegir su regalo.

[...]

Taehyung se recostó sobre su escritorio, totalmente desanimado.

—Taenni, presta atención a la clase. —Jimin trataba de enseñarle.

Es verdad, Jungkook sólo decidió la fecha de mi cumpleaños, nunca dijo que lo fuera a celebrar conmigo.

—¿Taehyung? —insistió.

—Okey okey—se enderezó y se puso en ello —eras el único emocionado, qué tonto, Taehyung... —susurró para si mismo.

[...]

—¿Qué pasa, hermana?

—Ese hombre —miró disimuladamente hacia afuera de la tienda. —lleva años mirando las flores. —el joven azabache miró también —parece que surgiera un aura maligna de él.