—Oh, Jungkook, mis zapatos están sucios, limpialos. —con toda la paciencia que no lo caracterizaba, Jeon se puso de rodilla para limpiar los zapatos de Namjoon. De pronto, el rey demonio da una patada en la cara de Jungkook —Ups, perdón, mi pie resbaló.— el pelinegro limpió su nariz y lo miró mal.¡Viejo! ¡Haces esto sólo por diversión!
—¿Qué pasa con esa mirada revelde? —apoyó su pie en la frente del Duque. —¡Sí no te gusta ser sirviente, puedo arrojarte ahora mismo fuera del castillo.! —Jeon ablandó la mirada de nuevo. —A ver, la suciedad aún no se ha ido. Apúrate y limpia.
—Como desee... —hizo lo pedido mientras apretaba sus dientes.
No tengo opción, no puedo ser sacado del castillo ahora.
A pesar de que está con Jin, no puedo dejar solo a Taehyung.
Byul y Jin, ¿cómo se atreven a arrastrarme a esto?
¡Ah, pero esos dos me las van a pagar!—Brrr... —Jin tembló. —Uff, sentí un escalofrío justo ahora. ¿Mm? Tae-ssi, ¿qué sucede?
—Jungkookie es un sirviente.— observó al pelinegro ir de acá para allá con la tetera y bandejas.
—Sí, terminó en una mala posición ahora, creo que seré asesinado.
—Me pregunto si vendrá a servirme el té —dijo algo avergonzado y se escondió tras su taza.
—¡Tú, ven aquí! —alguien llamó a Jungkook. —tomaré más té— Jeon volteó a mirar a la rubia con furia. —¿Qué hay con esa mirada?
—NO ES NADA. —fue a donde Sun y sirvió más té. La demonio tomó el mentón de Jungkook.— Su majestad, ¿está bien si esta noche me lo llevó a mi cuarto? —se dirigió a Nam.
—¡Por supuesto, Yongsun.! Es mi querido perro, juega con él tanto como quieras. —sonrió.
Taehyung escuchó y llevó todo el contenido de su té de golpe a su boca. —¡Jungkookie! ¡Yo también quiero más té!
—USTEDES....—se levantó y sirvió el té a Taehyung.
—¡Gracias!
—¡Jungkook! —la rubia volvió a llamar. —Está deshecho, atalo— señaló un lazo que llevaba de adorno en el cuello. Jungkook se levantó de mala gana y fue hasta ella para atarlo.
Taehyung se desató los cordones de su zapato —¡Jungkookie! ¡El zapato de Tae también se deshizo! —Jungkook fue hacia él.
—¡Jungkook, tengo hambre!
—¡Jungkookie, también quiero comer!
—¡Jungkook, me aburro, ven a divertirme!
—¡Jungkookie, vamos a jugar ajedrez!
Jungkook estaba qué le saltaba la vena de la frente. —¡YA BASTA USTEDES DOS! —suspiró —Maldición...
—Disculpe, Jungkook-nim, ¿nos serviría más té? —unas jovencitas avergonzadas llamaron su atención y Taehyung se preocupó.
—Oye, Jin, ¿Jungkookie es muy popular entre las chicas?— tiró de su brazo mientras observaba a Jungkook.
—No... —el castaño lo miró sorprendido. —... Tanto como yo. —de un momento a otro, Jin estaba rodeado de mujeres. Taehyung se sorprendió y las miró a todas, hasta que su vista llegó a Moon qué miraba con desagrado, sentada al lado del Barón Park, quien la sostenía por los hombros.
—¡Es verdad! ¡Estaba aquí por Byulyi y me distraje con Jungkookie!
—Mmm... Ese Park... ¿No está tocando mucho a Byul?
—¡Jin! ¡Yo lo distraigo y tu ve por Byul!
—E-Está bien...
.
.
.—Am... Hola señor don Barón. ¿Quiere jugar a las escondidas conmigo?
—Ay, Tete, ese es un juego para niños —Byul murmuró.
—¡¿Las escondidas?! ¡Claro! ¡Me encantan! —Sik se emocionó y se levantó, tomando del brazo a Tae.
Aprovechando la distraccion, SeokJin se acercó a Byul y la arrinconó en la pared. —Byul, estoy preocupado por ti. Park es un mujeriego, ¿lo sabías? Él no es bueno, no puede hacerte feliz.
—¿Tú me harás feliz?
—Eh... Bueno, yo tampoco puedo.
—¡¡¿Entonces qué rayos te importa?! —le dio una patada al estómago y se alejó.
.
.
.—Yo cuento y usted se esconde. —propuso Taehyung.
El Baron se acercó a él y lo rodeó por los hombros con uno de sus brazos —Momento, creo que te recuerdo, eres el que se iba a casar con el rey. ¿Por qué alguien como tú quiere estar con alguien como yo?.... ¿Qué? —un líquido caliente comenzó a caer por su cabeza y volteó enojado— ¡¿Qué rayos?!
—Oh, perdón. Se me resbaló.— miró con mala cara.
—J-Jungkook-nim, n-no se preocupe, y-yo me voy a limpiar al baño.— corrió.
—TÚ VEN UN SEGUNDITO CONMIGO— Tomó a Taehyung del brazo hacia afuera.
—No te entrometas en los asuntos de los demás. Y no puedes acercarte a los demonios, lo sabes.Tae se mantenía con la mirada baja — lo siento, yo sólo quería ayudar a esos dos.
—No tienes que preocuparte, esos dos se arreglaran de una u otra forma. —notó que Taehyung tenía su otro zapato desatado y lo levantó para sentarlo en una de las columnas más bajas. —No deberías desatarlo si no sabes como atarlo correctamente. —lo ató. — Ahora, muetrame tu lengua. —Taehyung obedeció. —lo sabía, está toda quemada. Eso es por tomar todo el té de un sorbo.
—... Pero Yongsun estaba tocandote mucho...
—NO TIENES QUE RIVALIZAR TODO LO QUE ELLA HACE.
—¡Y tú no hagas estas cosas por Yongsun o por nadie más!
Lo estoy haciendo de nuevo, estoy siendo egoísta.
—No tengo opción, soy un sirviente hoy. Debo irme, no te metas en más problemas. —Taehyung sostuvo su manga.
—Pero...
No. Decir cosas como esas le dará problemas a Jungkookie.
—Tengo que volver.
Sé eso y aún así...
—¡No! ¡No vayas!
No se detiene.
—¡No vayas, no vayas, no vayas!
No puedo detenerme.
—¡¡Kookie!! ¡¡Tú eres de Taehyung!! —Jungkook se sorprendió por un momento.
—¿Exactamente cuándo... —dejó caer su puño suavemente sobre la cabeza del pequeño —... Me convertí en tuyo? — sonrió de lado. —Me voy.
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Una flor para un demonio.
FantasyHace varios años, el demonio Jeon Jungkook decidió abandonar su reino en el infierno e ir a vivir al mundo humano para matar el tiempo. Un tiempo después, frente a la puerta de su mansión, encontró a un bebé abandonado y, llevado por un capricho, de...