21

56.7K 8.6K 2.1K
                                    


Taehyung ya no estaba.

— Yoongi... Ese bastado...

—¿Entonces, Taehyung-ssi está en el mundo de los demonios?

—¡Oye! —Jungkook tiró de la cuerda que sujetaba a Félix, provocando que ésta apretara más y sacara un quejido de dolor por parte del Barón. —No me puedo librar de estas orejas a menos que vaya al mundo de los demonios, ¿no?

—S-Sí... —una sonrisa se asomó.

—No tengo más opción que ir...

[...]

—Wow—Taehyung estaba impresionado. La vista que tenía del mundo de los demonios desde los cielos, era impresionante. Min lo sostenía mientras volaba. A su vez, Taehyung sostenía al pequeño gato—Este es el mundo donde Jungkookie nació.

—Ahora que Jungkook venga... —sonrió de lado— empezará la fiesta. —Yoongi estaba orgulloso de su ingenio.

—Ahora es de noche aquí, ¿verdad? —la oscuridad del cielo sólo era iluminada por unas pequeñas luces que parecían estrellas y luna. Taehyung no pudo evitar curiosear.

—¿Eh? ¡Oh! Aquí ambos, noche y día, están rodeados de oscuridad, porque no existe el sol. O algo así.

—¡Oh! Ya veo, por eso la luz del sol es demasiado para ustedes.

—Ustedes, humanos, viviendo plácidamente en un lugar tan luminoso. Son extraños. —Entre las nubes oscuras, la punta de lo que parecía un castillo, apareció.— Ah, mira, ese es su castillo.

—¡¿La casa de Kookie?! —la emoción se sintió en su voz.






—¿Eh? —Taehyung no entendió porqué de un momento a otro, Yoongi lo encerró en una celda.

—jajaja parece que Jungkook viene hacia aquí. El señuelo cumplió su propósito —Taehyung se aferró a los barrotes y aún lo miraba extrañado. —¿Puedo dejarte aquí como niño bueno hasta que la fiesta termine? —tomó al gato en brazos. — Lo tomaré prestado.

—¡Yoongi huyng, eres un mentiroso! Dijiste que estaba invitado a la fiesta de cumpleaños. —ahora pareció entender.

—¿Lo hice? Perdón, lo olvidé completamente. —dijo en tono burlón mientras se alejaba. Taehyung puso cara de ofendido.

[...]

—¡Jungkook-nim ha llegado! ¡Jungkook-nim ha llegado! —los demonios sirvientes colocaban en el suelo una alfombra roja. —¡Asegúrense de no arruinar su buen humor! —Jungkook aterrizó. Al ver su cara de pocos amigos y con unas orejas de gato, pensaron que ya estaría de mal humor. Jimin, Jin y Moon caminaban tras de él.

—Bienvenido, Jungkook-nim —Yoongi lo sorprendió en su camino por el pasillo. —Bienvenido a la fiesta. Aquí tengo una muestra de mi afecto por haber recorrido todo el camino, ¿no lo aceptarás? —Min lanzó unos brazaletes. Uno fue a dar a su muñeca, el otro, a la de Jin.

—¿Eh? ¿Yo también?

—¿Un brazalete que cella los poderes de demonio? Qué mal gusto...

—Los gatos mal portados deben ser atados. —bromeó con más confianza —Y la llave de los brazaletes está en este gato—sostuvo al Señor gato, mostrando como un collar en su cuello contenía la llave. Soltó al animal que se echó a correr. La sonrisa que traía en la cara, no la borrarian ni tres baños en ácido. —Anda~ debes cambiarte para la fiesta.

—Bastardo...—Jeon estaba furioso, pero nada podía hacer hasta acegurarse. ¿De qué? Pues... —Taehyung está a salvo, ¿cierto?

—Por supuesto, si es que haces lo que te digo. —estiró su mano hacia adelante, señalando el camino a Jungkook. —Nos vemos luego~

Una flor para un demonio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora