Una flor para un demonio.

34

Si hay algo que pueda hacer por Jungkook, no habrá duda...

—Oh, no sabía que en el mundo de los demonios también hubieran tormentas. —Taehyung miraba melancólico por la ventana los rayos lejanos.— Me pregunto si llegará hasta acá.

"¡Tae no se arrepiente!"

—Él es un chico extraño. Aceptar tan fácilmente el dejarlo ir, después de todos esos anhelantes "kookie~ kookie~"

—¿Quería que eligiera lo contrario? —Chan le acomodaba el ropaje.

—Quería que se me pegara llorando "no puedo escoger ninguna waa waa".

—Me pregunto si Jungkook-nim ya se habrá rendido.

—Es probable. No importa cuán obsecionado esté, después de todo él sólo es un niño. No es como si tuviera razones para oponerse a mí.

[...]

—Demonios con esos Jungkook y Jin, dejándonos aquí y diciendo "provoquen una distracción en la ceremonia" — de hecho, habían enviado a Cookie como el mensajero.

—¿Crees que quieran arruinarla? — Jimin hizo volar al pájaro lejos de ahí.

—¡Obvio! Pero, ¿qué podríamos crear?

—¡Oye, Byul! ¿Qué haces aquí? —Min apareció cargando una valija. — Este palacio es sólo para gente importante.

—¿Entonces qué haces tú aquí?

—He sido invitado a la ceremonia nupcial de Namjoon-nim esta noche. —dijo orgulloso— debe ser gracias a mi lealtad constante.

—Oh, qué lindo será verte siéndole leal al pequeño Taehyung cuando finalmente se case con Namjoon-nim.

—¡¿Pero qué tonterías dices?!

—¿No lo oíste? Tete es el novio del rey ahora.

—¡¡Waaaa!! ¡¿Ese niño tonto y mimado amante de las flores?!
No puede ser, ese niño idiota. ¿Significa que tendré que adorarlo como a mi rey? No puede ser...

—¡Eh! Yoon, ¿qué es esa bolsa atada a tu valija? —la tomó y la abrió, sacando una pequeña bola de su interior.

—Oh, esos. Cuando me iba yendo, Felix me pidió que los trajera y usara como entretenimiento, transforman a la gente en gato. —rió—El tonto no se dio cuenta de que eso podría causar un disturbio. Pero estaba tan apurado que me lo traje sin pensar.

—Ooooh, causaría un pánico terrible, ¿verdad? —sonrió de lado— deja que yo me deshaga de ellas por ti.

—¡Vaya! Hasta que te comportas como una buena hermana. Te lo encargo —se alejó.

—Sip, la mejor de todas.

[...]

No, no, no, no... La tormenta llegó hasta aquí.

Taehyung se escondía bajo la cama, aterrorizado.
Unos pies se asomaron.

¿Podría ser...?
¿Kookie?

La cobija fue levantada.
—¿Qué clase de juego es éste? —dijo divertido —Qué.. —Namjoon se encontró con los ojos llorosos del castaño. —¿Qué pasa? —se sorprendió.

Taehyung agachó su cabeza. —No es nada. Sólo estaba asustado de los truenos y...

Oh, ya veo... No entendía.