La Vida Diaria De La Granjera (5)

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-Discúlpame, por favor. Ya regreso.
-Sí, er, ahem, por favor... Estaré esperando. ¡No he terminado de decirte sobre mi valiente haza- er, de hacer mi reporte!
-Sí, entiendo. La recepcionista desapareció en la oficina trasera.
Un momento después, ella asomó su cabeza en el salón. Llevaba con ambos brazos una pila de papeles que parecían pesados. Con un jadeo y un soplido, ella los llevó al tablero en la pared.
- ¡Muy bien, todos! ¡Es hora de poner las misiones de la mañana! La voz de la Recepcionista fue llevada a través del salón, silenciando los murmullos en la habitación. Sus trenzas rebotaron alegremente mientras se balanceaba para llamar la atención de la multitud.
- ¡Finalmente! Ojos brillantes, los aventureros se amontonaron hacia la recepcionista, botando sillas en su prisa. Después de todo, si no tomaban una misión, no comerían hoy. Tal era la vida de un aventurero. La naturaleza al igual que la recompensa ofrecida de la misión influenciaría la reputación de los aventureros. Y que tanto contribuían al mundo - un valor al que las personas normales se referían como 'puntos de experiencia' - determinarían su rango.
Y todos querían subir de rango.
El rango de un aventurero le concedería confianza, después de todo. Nadia podía confiar una misión importante a un aventurero de Porcelana u Obsidiana, no importa que tan habilidosos fueran.
Con la recepcionista mirando, los aventureros reunidos reñían mientras tiraban misiones del tablero.
-Las misiones de rango Porcelana son tan... baratas. No quiero gastar toda mi vida cazando ratas en las alcantarillas.
-Bueno, no hay mucho que podamos hacer. Hey, ¿qué tal esta?
- ¿Asesinar goblins? Bien. Ciertamente, suena como un trabajo para novatos.
-Oooh, esa es buena. Quiero matar algunos goblins...
- ¡No! Escuchaste a la recepcionista - ¡tenemos que empezar con las alcantarillas!
- ¿Qué tal dragones? ¿Algún dragón? ¡Algo marcial!
-Oh, ríndete, no tienes el equipamiento para eso. Quédate con acorralar bandidos. La paga no es mala.
-Hey, ¡yo estaba viendo esa misión!

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-Bueno, yo la cogí primero. Supongo que tendrás que encontrar otra.
El Lancero de antes llegó tarde a la lucha, y fue empujado hacia atrás por la multitud hasta que cayó sobre su trasero. Él saltó y voló hacia la gresca con un rugido.
-Okay, todos, no hay necesidad de pelear, la recepcionista dijo calmadamente con la sonrisa aun iluminando su rostro.
-Hmph. A lo lejos, la granjera se alejó de la recepcionista. Ella no quería quedar atrapada en esto, y parecía que no obtendría la firma pronto.
Aburrida, la granjera dejó su mirada dirigirse hacia la pared. Él aún estaba sentado ahí.
Ella una vez había dicho, -Mejor nos apresuramos o todo el trabajo se habrá ido, pero él había respondido, -Asesinar goblins no es muy popular. Los granjeros publican esos trabajos,
así que las recompensas son bajas, los aventureros más experimentados no las tomarán.
Así que él esperó a que el área de recepción se limpiara. No había prisa.
Y... él nunca lo dijo, pero la granjera pensó que él estaba esperando para que nuevos aventureros pudieran tomar misiones primero. Aunque ella se lo hubiera señalado. Él solo diría,
- ¿Es así? como siempre hacia.
-Hmm... Si ella iba a estar atorada aquí de todas maneras, ¿tal vez ella debería ir a esperar con él? Ella no debió haber dudado.
-Ah... Alguien más se acercó a él antes de que ella pudiera.
Una joven aventurera. Ella usaba un atuendo de sacerdotisa sobre su delicada estructura, el símbolo de la Madre Tierra colgaba de su bastón.
-...Hola, dijo ella brevemente, parándose en frente de él. Ella parecía incomoda mientras se hacía una pequeña inclinación.
-Sí. Eso fue todo lo que él dijo. Lo que fuera que estuviera pensando estaba dentro de su casco. Él no parecía notar que la sacerdotisa estaba incluso más sonrojada por su inhabilidad de provocar una respuesta apropiada de él.
-Compré algo de equipo. Justo como me dijiste. Ella enrolló las mangas de su vestimenta.
Un set de cota de malla totalmente nueva colgaba de su delgado cuerpo, los enlaces encadenados centellaron
débilmente.
-Nada mal.
Alguien que no lo conociera mejor hubiera tomado la escena de mala manera, pero sus palabras no tenían ni pisca de insinuación.

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Él finalmente se giró hacia la sacerdotisa, la miro de arriba y abajo, y asintió. -Los anillos son un poco amplios, pero será suficiente para detener sus espadas.
-La Madre Superiora estaba muy disgustada conmigo. Ella quería saber qué sirviente de la Madre Tierra usaría una armadura.
-Ella probablemente no sabe mucho sobre goblins.
-No es eso. Es una violación de los preceptos...
-Si interferirá con tus milagros, tal vez deberías cambiar de fe.
- ¡Mis oraciones llegarán a la Madre Tierra!
-Entonces no hay problema.
La sacerdotisa infló sus mejillas de forma adorable. Ambos estuvieron en silencio por un momento.
- ¿No te vas a sentar?
-Oh, ¡l-lo haré! ¡Me sentaré!
Sonrojándose, ella apresuradamente se sentó en la silla junto a él. Su pequeño trasero hizo un lindo *pomf* mientras se sentaba.
La sacerdotisa puso su báculo a través de sus piernas y apretó sus manos, como si tratara de encogerse en el asiento.
Al parecer, ella estaba bastante nerviosa.
-Hmph. La granjera dejó salir un gruñido, pero no era como si él nunca hubiera mencionado a esta chica. Ella era una aventurera que con la que había estado en un grupo por cerca de un mes. Él no dijo que la había encontrado en su primera aventura y la había tomado bajo su ala - pero la granjera había supuesto eso juntando las piezas que había logrado sacarle a él.
En la otra mano, ella siempre había estado preocupada por él ahí fuera solo, así que estaba feliz de que hubiera alguien con él ahora. Por otra parte... ¿tenía que ser tan joven y linda?
La granjera venía con él al Edificio del Gremio todos los días, pero esta era la primera vez que veía a la sacerdotisa en persona. Ella era tan delgada que parecía que un abrazo fuerte podría
a quebrarla a la mitad. La granjera miró hacia abajo a su amplio cuerpo y dio un pequeño suspiro.
La sacerdotisa nunca notó a la granjera mirándola. En su lugar, aun sonrojándose furiosamente parecía haber reunido su coraje, y ella abrió la boca.

Globin Slayer 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora