Capítulo 16: Sacudiendo la tierra vacacional

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Comparado con la tranquila y comprensiva conversación que tuvimos con Lucas, lo que vino cuando llegaron el resto de padres podría asemejarse a la matanza de asiáticos que hizo Uma Thurman con una katana en Kill Bill. Aunque el padre de Ly estaba en tono apaciguador, las ganas de quejarse de nuestras madres hicieron que nos pasásemos varias horas en esa cocina, discutiendo por todo: sobre nuestra actitud en casa, sobre escaparnos varios días a vivir a casa de Ly, sobre encerrarnos en nuestra habitación con pestillo... Vamos, que como ahora escuche a alguien decir que la parte comprensiva de una pareja de padres suele ser la madre, se traga mi zapatilla.

Finalmente la discusión no solucionó nada y terminó por cansancio, ya que mi padre tenía que irse a hacer algo del trabajo y mi madre tenía que preparar la comida para Sara. Visto el humor que había, Lucas hizo que nos quedáramos en casa de Ly para evitar nuevas discusiones por el momento, aunque en teoría nos tocaba dormir en mi casa.

— Tranquilos, está noche cuando María esté más calmada hablaré con ella. —suspiró Lucas cuando la discusión terminó dándonos una caricia en la cabeza a ambos—. No sé qué le habrá dicho Laura para dejarla tan exaltada.


*******


Teniendo que pestañear varias veces para poder abrir los ojos, miro a Ly dormir plácidamente a mi lado, aferrada a mi brazo aún con el calor que hace. Intentando no despertarla, acaricio suavemente su mejilla, pensando en lo tranquila que está ahora comparada con últimamente. Ly siempre ha sido la persona con más cabeza fría de los dos, y yo el más impulsivo, pero en los últimos días la he visto más alterada que nunca, y no me gusta verla así.

— Buenos días. —dice sonriente de golpe, haciendo que baje de las nubes para observar sus preciosos ojos verdes mirándome adormilados.

— Buenas días. —respondo viéndola removerse en la cama para estirarse antes de darme un beso y abrazarme con fuerza, respirando hondo.

— ¿Qué hora es? —pregunta cerrando los ojos nuevamente antes ocultar su cabeza contra mi pecho, ronroneando.

— Ni idea, per... —contesto frenándome al oír varios golpes en la puerta de la habitación.

— ¿Sí? —responde Ly confusa igual que yo, girándose para mirar la puerta abrirse.

— Venga chicos, ya es tarde, a desayunar. —dice María yéndose apenas al terminar.

— ¿Mi madre acaba de llamar a la puerta antes de entrar o sigo durmiendo? —pregunta Ly tan impresionada como yo.

— Parece que la conversación de tu padre con ella anoche debió funcionar. —respondo sorprendido.

Levantándonos de la cama sin prisa, salimos con cautela al pasillo, caminando hasta la cocina donde María parece estar preparando ya la comida. Sin saber que decir, nos sentamos en la mesa comenzando a desayunar las cosas que nos ha preparado.

— ¿Y papá? —pregunta finalmente Ly, después de varios minutos de tenso silencio.

— Ha salido a hacer unas cosas, en un rato vuelve. —responde María sin mirarnos.

Notando su mal humor no volvemos a dirigirle la palabra mientras dura el desayuno, desapareciendo rápidamente de su vista cuando terminamos, refugiándonos en nuestra habitación.

— No entiendo a María. —murmuro dejándome caer en la cama—. Nos deja dormir mucho y llama a la puerta antes de entrar, pero lo hace de mal humor.

— Ni idea, será cosa de mi padre. —responde Ly sentándose a mi lado.

— Es todo tan raro... —suspiro tumbándome y obligando a que Lily haga lo mismo, quedándose cara a mí a pocos centímetros—. Y yo aún sigo algo perturbado por la conversación de ayer con Lucas.

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