Capítulo 14: Fugaz independencia

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Al contrario de lo que pensábamos, la mañana siguiente mis padres obviaron el tema de lo de la noche anterior, pero continuaron las discusiones durante todo el dia, terminando por crear un ambiente caótico y agresivo en la casa. Sara desaparecía todo el tiempo posible para no aguantar los gritos que se escuchaban sobre todo a las horas de comer, cuando coincidíamos.

Viendo que era insostenible, Lily y yo decidimos volver a casa de ella para alejarnos de ese campo de batalla constante, hasta que volvieran sus padres y viéramos en que bando se posicionaban, aunque no parecía que fuera a ser el nuestro. Lo único que pedíamos era que nos dejaran tranquilos y confiaran en nosotros, ¿era tanto pedir?

— Dy, ¿estás ahí? —pregunta la voz de mi castaña desde el interior del baño, donde se está dando una ducha.

— Sí, ¿qué pasa? —respondo levantando un poco mi tono e incorporándome en la cama donde estaba tumbado, sentándome en el borde.

— No queda gel, ¿puedes traerme el del otro baño? —pide Ly haciendo que me levante.

— Voy. —asiento aunque no pueda verme, saliendo a buscárselo.

Agarrando el gel que uso siempre, vuelvo a la habitación entrando al baño, acercándome a donde está ella oculta tras una cortina. Sin poder evitarlo, me inclino un poco para mirar por el borde, repasando su desnudez con la mirada.

— Dy, siento tu mirada lujuriosa. — comenta con diversión mi castaña con los ojos cerrados, para evitar que le entre champú en ellos.

Motivado por verla tan sexy bajo el agua de la ducha, me quito el pantalón y la ropa interior, que por el calor es la única prenda que llevo puesta. Escuchando una risa de Ly, que está de espaldas a mí, me meto dentro de la ducha pegándome a ella.

— ¿Qué haces? —pregunta riendo de nuevo y metiendo la cabeza debajo del chorro de agua para poder enjuagarse el jabón del cabello.

— Traerte el gel que me has pedido. —digo sonriente aunque no pueda verme aún.

— ¿Y has entrado a la ducha para frotármelo tú? —contesta en broma la castaña, girándose finalmente para verme cuando se quita todo el champú.

— Si es lo que quieres... —murmuro riendo y dejándole un beso en sus mojados labios, a la vez que abro el envase y hecho un poco del contenido en la esponja que reposa en una repisa.

— Nunca lo hemos hecho en la ducha. —dice Ly sonriente, apoyando sus manos en mis caderas mientras se muerde el labio.

— Porque nuestros padres siempre están vigilando. —asiento agarrando la esponja y apoyándola en un hombro suyo, empezando a deslizarla con una ligera presión por su brazo—. Pero igualmente mis intenciones son puras, sólo iba a ayudarte...

— Oh, vaya. —comenta riendo Ly dando una miradita en mi desnudez—. Te creería más si no me apuntaras con eso.

— Relájate. —digo sonriente dándole un beso.

Haciendo que se dé la vuelta y abrazándola por detrás, comienzo a pasar la esponja de su brazo a su pecho, recreándome en sus senos un rato antes de bajar por su plano vientre. Continuando por el lateral de sus muslos, mi otra mano se desliza hasta su sexo, haciendo que me ría cuando siento lo que pasa ahí.

— Esto está inundado, y desde luego no es agua. —me burlo masturbándola suavemente.

— Te tengo desnudo detrás mio, acariciándome y sintiendo tu amiguito contra mi trasero, ¿cómo quieres que esté? —gime sensualmente Ly—. Y éste gel huele a ti, y me está poniendo...

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