Libidinosa

Capítulo 19: Tres estrellas antes de medianoche

Abriendo los ojos algo desorientado por no reconocer mi alrededor, tardo varios segundos en recordar donde estamos, haciendo que suelte un suspiro antes de centrar mi atención en Ly, la cual duerme aun plácidamente a mi lado, abrazándome suavemente.

Con cuidado de no despertarla, me muevo para quedar tumbado de costado, quedando cara a cara con ella. Disfrutando del silencio que se respira en el ambiente, mis ojos admiran su bello rostro relajado, viendo con cierta diversión sus labios entreabiertos, que me llaman a besarlos.

Aguantando mis ganas para dejarla descansar, mi mano se entretiene acariciando su mejilla con muchísima suavidad, apenas rozando su piel con mi pulgar. Durante varios minutos continúo admirándola, hasta que finalmente con una profunda inhalación de aire previa, Ly se remueve abriendo los ojos, deleitándome con una hermosa sonrisa que rápidamente imito.

— Buenos días. —dice mi castaña apretándome más contra ella.

— Buenos días, preciosa. —respondo acercándome a darle un beso que gustosamente devuelve.

— Ven aquí. —murmura en un suave ronroneo Ly, apretujándome más contra ella con una sonrisa.

Acariciando su espalda suavemente, escucho una carcajada de mi castaña cuando mis labios comienzan a dejarle cortos y castos besos por el cuello, mientras me sitúo encima suyo para atraparla debajo.

— Hoy te has levantado animado. —suspira Ly sonriente mientras abandono su cuello para seguir con mis besos en su rostro.

— ¿Cómo no hacerlo si me levanto siempre con una belleza así a mi lado? —respondo viéndola reír al instante, haciendo que sonría y continúe con mi juego.

— Zalamero... —murmura rodeándome con sus brazos.

— Sólo es la verdad. —contesto separándome un poco de su rostro mientras lo abarco entre mis manos, acariciando su mejilla.

— Te amo. —suspira Ly con una mirada de cariño que me hace estremecer.

— Te amo. —repito admirando un segundo su sonrisa antes de lanzarme nuevamente a besar sus labios.

Sintiendo sus manos acariciar mi espalda libremente, las mías hacen lo mismo por su pecho, jugueteando inocentemente con sus pezones, aprovechando que no lleva sujetador bajo la camiseta.

— Recuerda que mañana es nuestro cumple y tienes que superar lo que hagas hoy, ¿eh? —comenta Ly riendo cuando mi mano baja por su vientre hacia su sexo.

— Ya lo veremos. —digo besándola sonriente hasta que una voz me hace soltar un suspiro.

Viendo la misma mirada de decepción en Ly, escucho los pasos de mi madre acercarse por el pasillo, dispuesto a despertarnos para desayunar tal y como acaba de hacer con mi hermana a un par de cuartos de distancia. Robándole un último beso, me dejo caer a su lado, sintiendo a Ly abrazarse a mí en el preciso instante que unos golpes suenan en la puerta.

— Estamos despiertos. —respondo cuando la voz de mi madre pregunta por nosotros, viéndola abrir la puerta para confirmarlo.

— Venga, ducharos, vestíos y bajad, vamos a desayunar con unos conocidos de Lucas. —contesta mi progenitora mirándonos brevemente antes de volver a cerrar la puerta e irse.

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— ¡Dy, me ha dicho Laura que vaya bajando! —dice Ly al otro lado de la puerta del baño en el preciso instante en el que me estoy secando de la ducha.

— ¡Vale, ahora voy! —respondo escuchándola irse del cuarto.

Tardando cerca de cinco minutos en terminar de prepararme, salgo finalmente listo del baño, apenas arreglándome el pelo antes de bajar por las escaleras, escuchando ya bastante ruido de conversaciones en el salón.