XI."Handsome in my eyes"

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Siempre he odiado los hospitales, hay una buena razón para hacerlo.

Me horroriza ver a niños lastimados, sufriendo... llorando y a padres destrozados en la sala de espera.

No pude evitar llorar cuando vi a Sun dormida sobre una cama de hospital con jeringas en sus brazos, su piel tan pálida, era una pequeña flor marchita.

El dolor me inundó, habíamos estado saliendo los tres juntos unas seis veces, fueron suficientes para encariñarme con ella.

Tomaba mi mano para caminar y le encanta que la llevara sobre mi espalda mientras abrazaba a Jimin por los hombros.

El helado de fresa es su favorito, la pizza hawaiana la hace ser toda una glotóna y ni hablar de los chocolate con almendras.

Sun... es una pequeña niña que merece todo lo bonito del mundo.

[...]

Jimin dormía con su cabeza sobre mi regazo, mi mano fue por instinto a acariciar su cabellera dorada... fue entonces que pensé en la situación que me tiene tan confundido desde que lo conocí.

La primera vez que lo ví fue en el parque otoñal, el estaba estático viendo no sé que, en momentos el desviaba la mirada y aprovechaba esos segundos para admirarlo. El otoño lo hace ver hermoso, al igual que el invierno, y seguramente el verano y la primera lo harían lucir aún más bonito.

Pasaron no sé si segundos o tal vez minutos, mi mirada se encontró con la suya, entonces sonrió. Joder, estaba viendo un ángel... uno realmente bello.

No sé que estaba pasando conmigo, no sé porque mi corazón parecía querer salir de mi pecho, no sé porque me había quedado atónito...

Sorpresa la mía cuando fui al estudio y lo ví dando clases, sin duda alguna debía conseguir que el fuera mi maestro, me interesaba... y de la mejor manera.

Lo invité a salir y algo hizo click entre nosotros dos.

La plática se daba de forma natural que incluso sentía conocerle desde hace años.

Continué invitándolo a salir. el era como un imán que se volvía cada vez más fuerte para atraerme, haciéndome sentir la necesidad de estar con él a todo minuto... a todo segundo.

Sentía necesidad de protegerlo.

En una de las sesenta y nueve citas, sonreíste mientras me veías a los ojos. Me jodí...y de la mejor manera. Me olvidé de todo el dolor que viví con la antigua mujer de mi vida, aquella que me hacía sentir una mierda, olvidé lo mucho que me despreciaba, olvidé lo mucho que lloré... olvidé lo mucho que la amé.

Estuve debatiendo en sí escuchar a mi corazón... o la sabiduría de mi mente.

No te enamores, no te enamores, repetía mi mente una y otra vez. Pero es que... si tan solo mirara tu sonrisa, dictaría lo mismo que dice mi corazón.

Ordenando el rompecabezas pieza por pieza, encontré respuesta.

Park Jimin, me gustas.

Si es necesario seguir como amigos, está bien así, todo con tal de verte sonreír, de verte reír todos los días.

Planeo dar lo mejor y darte mi corazón a ciegas buscando que te enamores de mí como yo lo estoy de ti. Planeo luchar aunque existan mil y un razones para dejar de hacerlo.

[...]

El sol comenzaba a asomarse por la ventana de la habitación dando su resplandor en el rostro de Jimin quien empezaba a sonrojarse a causa del calor.

 Magnífica Melodía | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora