Maleta lista, abrigo listo, pasaporte listo. Jimin estaba listo para irse, su madre le había llamado ya un par de veces desde la planta baja avisando que se hacía tarde para llegar al aeropuerto a buena hora.
Taehyung se habían marchado hace no mucho luego de haber escapado de su trabajo para despedirse de el diciendo que lo extrañaría, que le iría genial porque él era genial. Obviamente no olvidó pedirle que fotografiara toda Atenas en su máximo esplendor. Justo luego de irse, Yoongi y Hoseok llegaron con los mismo deseos y brindándole un par de abrazos grupales antes de ir de vuelta al hospital.
Ahora mismo, una gran puerta de madera oscura estaba delante de sus ojos y mantenía la mano al aire a punto de tocar. Se detuvo por tercera vez recargando su frente sobre ésta y acariciando con su pulgar el costado de la caja de chocolates que traía en sus manos. Volvió a suspirar cansado, su tiempo comenzaba a acabarse y si haría algo, debía hacerlo ya.
- Min... Minho.- llamó tensándose bajo el tono tan sumiso que había dejado salir. Pero poco importo.- ¿Quisieras abrir?.
Acercó su oreja a la puerta con intenciones de querer escuchar algo al otro lado de la fría madera. Su madre lo miraba con una sonrisa nostálgica desde su lugar.
- Es hora de irme. Estaré de vuelta pronto...- calló en seco colocándose de cuclillas para dejar sobre el suelo, la caja que había sido adornada por un lazo naranja, el color favorito de su hermano.
Y si, hace un par de horas decidió comprar un detalle para su hermano menor. Era cierto, la relación que llevan no es sana, pero a pesar de todo, Jimin lo ama, tanto que llegó a la conclusión de que no podía irse sin antes por lo menos intentar cruzar palabras con él esperando un deseo de suerte o tal vez solo un "te odio" como siempre solía decirle.
- T-te quiero, hermano.
Tomó su maleta cabizbajo y bajó las escaleras incorporándose con su mamá quién palmeó su cabello besándole la mejilla para reanimarlo.
Sonrió sin ganas yendo a la salida con la mano de su madre tomada en un suave agarre. Jungkook aguardaba fuera a lado de un taxi que los llevaría al aeropuerto. Le sonrió cuando le vió y abrió la puerta para que abordara.
- ¡Jimin!.- le detuvo una voz bastante conocida, una que había escuchado unas cuantas veces.- Jimin... Gracias por ésto.- levantó los chocolates que llevaba en su mano.- Son mis favoritos.
- Lo sé...- curveó sus labios en una sonrisa.
- Suerte, hermano... Te odio.
Rió con la mirada gacha metiendo sus manos a su abrigo haciendo círculos con la punta de sus zapatos sobre el suelo.
- Te quiero, ya lo dije. Te veré luego.
Dejó que su madre subiera al auto para luego subir y acomodarse con su vista al frente, evitando la mirada de Minho.
- Jimin.- el mencionado volteó a verlo a través del cristal a la mitad de la ventana.- también te quiero. Come bien ¿Si?.
Asintió ante la petición de Min y luego de compartir sonrisas tímidas, el auto avanzó a su destino a través de un bello paisaje de árboles con forrajes verdes de distintas tonalidades que aún era posible apreciar bajo los débiles rayos del sol al horizonte anunciando la pronta llegada del anochecer.
[...]
Personas por doquier, eran la razón de su piel chinita, sujetaba la mano de su mamá y la de su novio quien ayudaba con su maleta. Eran sus apoyos en éstos cortos momentos que restaban antes de partir.
Las pantallas eliminando poco a poco los vuelos que acababan de despegar para ser reemplazados por los nuevos, incluyendo el suyo que anunciaba la falta de quince minutos antes de la hora de despegue.
- Creo que es hora de despedirme.
Se acercó a abrazar a su madre con fuerza cerrando sus ojos, concentrándose en guardar el aroma de su perfume y la calidez de su abrazo.
- No estaré para cuidarte, así que te pido que no olvides comer como sueles hacer. Abrigate bien durante las noches y mantén ordenada la habitación de hotel.
- Lo haré, mamá.- sonrió de oreja a oreja recordando que para su madre, aún era su pequeño hijo.- Te adoro y amo, no te preocupes, yo estaré bien.
- Lo sé, y lo sabré porque exijo que me llames todas las mañanas al despertar y todas las noches antes de dormir.- sonó firme y decidida cerrando sus ojos ante el beso que Jimin había plantado en su frente.- ahora, ve a despedirte de Jungkook, apuesto a que quiere abrazarte antes de que subas al avión.
Contempló su silueta de espaldas dándole el espacio para despedirse. Se alejó suavemente de su madre corriendo a apresar su cintura por detrás sintiendo el pequeño brinco que había dado debido a su repentina acción.
- Amor, ¿Puedes besarme?.
- No necesitas pedirlo.- giró sobre sus talones, colocó sus manos sobre sus mejillas y atrapó sus labios en movimientos lentos. Saboreando cada milímetro de éstos como si fuese la última vez en su vida, sus manos bajando a su cintura con la simple labor de atraerlo aún más.
- Cuídate mucho, por favor.- juntó sus frentes conectando sus ojos marrones con los suyos color caramelo.- no salgas demasiado tarde y abrígate muy bien.
- Siento como si fueras mi madre.- rieron al unisonido uniendo sus labios en un efímero beso.
- Llamaré y así sabrás que estoy extrañándote. Debes comer bien o soy capaz de ir caminando hasta Grecia para alimentarte como si fueras un bebé.
- Amor...- le nombró entre risas debido a su comentario.- No hará falta, prometo comer muy bien, como siempre. No olvidaré mis comidas como suele pasar.- rió abrazándose a su cuerpo.- Estaré esperando tus llamadas para escuchar tu voz.
- Pasajeros del vuelo a Grecia con número 5, favor de comenzar a abordar. Que tenga buen viaje, le desea, Aeropuerto Incheon.
- Te amo.- susurró a su oído abrazándolo con todas sus fuerzas.
- Yo te amo aún más.
- Debes irte, ¿Estarás bien?.
- Estaré bien, ¿Qué hay de ti?.
- También lo estaré.- besó por última vez sus labios solo presionándolos contra los ajenos.
Su corazón aceleró su latir al pisar el primer escalón del avión luego de haber sacudido suavemente su mano de un lado a otro en modo de despedida a sus dos familiares.
El asiento era bastante cómodo añadiendo la hermosa pintura de nubes, estrellas y diminutas luces a lo lejos. Estaba por comenzar una nueva aventura por un continente distinto.
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Magnífica Melodía | Kookmin
Fanfiction«Aquella hermosa tarde en la que te ví, me sentí capaz de amar y crear algo diferente... un pequeño mundo lleno de mariposas y notas, de cartas y sinfonías, de amor y placer. Capaz de crear algo contigo, capaz de crear... una magnífica melodía.» • H...