XXVII."Kids"

653 92 4
                                    

Cerca de un arbusto frondoso, estaban ellos sentados sobre el césped jugando con Sun a la tarde de té con tazas invisibles.

Hablaban de temas que para la niña pequeña, sería de lo que príncipes y princesas hablaría; pegasos, hadas, carruajes de calabaza... y más.

- No lo sé, príncipe Jimin.- respondió Jungkook tomando su taza y levantando su dedo meñique haciéndolos reír a ambos.- ¿Qué opina usted?

- La princesa Sun está cansada...- pronunció sin muchas fuerzas recostando su cabeza sobre el brazo de Jeon comenzando a esconder sus orbes detrás de sus párpados y dejando descansar sus largas pestañas sobre sus piel.

Ésto solía pasar casi a diario, era un síntoma tanto de su enfermedad así como de las quimioterapias, la niña podría estar jugando o haciendo actividades cotidianas tranquilamente para de un momento a otro desvanecerse hasta el punto de no poder mantener sus ojos abiertos.

- Sun...- le nombró Jeon un poco alarmado. No era la primera vez que ocurría pero aún les asustaba que fuera algo más que una simple pérdida de fuerza.

- Está bien, vayamos a casa.- inquiró el rubio con nostalgia en su voz, colocándo su mano en la ajena en un intento por tranquilizarlo de entre todo su nudo de preocupación.

Se pusieron de pie, Jungkook llevándola entre sus brazos con su mejilla recostada sobre su hombro. Inmediatamente después de terminar de acomodarse, extendió su mano hasta su novio para que la tomara y comenzarán a caminar de regreso por el apedreado de los suelos de aquel parque.

- Ay no.- habló el menor con preocupación, estando a las afueras del edificio en donde vivía su novio, luego de percatarse de que la nariz de Sun estaba sangrando e incluso había llegado a manchar la polera gris que Jeon traía puesta.- ¿Tienes las llaves?.

- Están aquí.- buscó entre su bolsillo para dárselas y finalmente adentrarse a recostar a la niña sobre la cama con Jimin limpiando su nariz.

- ¿Chim?.- preguntó la pequeña abriendo sus ojos con algo de esfuerzo.

El mencionado solo ciseó para que volviera a dormir aún limpiando las manchas de sangre ya seca que tenía sobre su blanquecino rostro.

- Sun ¿Quieres ver algo?.- preguntó Jungkook escondiendo sus manos detrás de sus espaldas. La niña asintió con una débil sonrisa y juntando sus manos a modo de aplauso.- Mira, su nombre es Cooky, ¿Quieres dormir con él? Le gusta ser abrazado.- se acercó para dejar al peluche rosa de conejo entre sus brazos luego de haber asentido muchas veces.

Jimin permaneció unos segundos más ahí acariciando su cabello y manos hasta que finalmente volvió a dormir tan cómodamente que incluso llegaba a roncar.

- Jungkook, deberías cambiarte...- terminando de cubrir el cuerpo de la niña con las mantas del mencionado, giró para verlo encontrándolo sin camisa y de espaldas hacia él. Sus ojos se abrieron como platos, sus carnosos labios entreabiertos por la sorpresa y sus mejillas comenzaban a colorearse de rojo tan rápido como la acuarela sobre el papel. Por alguna razón, estaba atento a observar cada detalle de su espalda, los músculos que ahí se encontraban bien marcados y trabajados al igual que en sus brazos, su delgada cintura y anchos hombros le habían causado escalofrío. Definitivamente, espaldas anchas y cintura estrecha eran su fetiche. Volteó hacía algún lado de la habitación cuando Jeon giró terminando de bajar la playera negra que había decidido ponerse.

- ¿Qué mirabas?.- preguntó en un tono juguetón con las notables intenciones de ponerlo más nervioso.

- ¿Yo? Na-nada.- tragó en seco y acomodó las cobijas aún cuando ya estaban más que perfectas.

- Min-Min...- le vió con el rabillo del ojo denotando la vergüenza que le consumía las entrañas por ser descubierto en trance.- Que pervertido eres...- continuó con su juego acercándose a él.

- Mientes.

- Hmm, yo no estaría tan seguro.- colocó una de sus rodillas al costado de la pierna de Jimin para intentar hacer enfurecer el rojo de sus mejillas. El menor le miró algo intimidado y retrocedió hasta que su espalda finalmente tocó la suave superficie.

El castaño cerró sus ojos y abultó sus labios esperando a que los suaves de Jimin se posaran sobre ellos los cuales no tardaron ni dos segundos en plantarle dos pequeños besos.

- Eres tan adorable cuando te sonrojas.- dijo con ternura acunando el rostro de Jeon justo cuando sus mejillas se volvieron color carmesí.

- ¿Ah sí? Pues tú eres un pervertido.- comenzó a picar sus costillas haciendo que riera moviéndose debajo de él para evitarlo. Inmediatamente colocó su dedo sobre su sonrisa para que guardaran silencio.

- Vayamos a la sala.- posó su mano sobre la mejilla ajena y besó nuevamente sus labios en un beso un poco más largo en el que no fue necesario hacer algún movimiento, bastó con el simple mágico toque.

[...]

Una, dos, casi tres películas ya habían visto durante toda la tarde, sentados en el sofá uno a lado del otro.

Al inicio, Jeon estaba nervioso y debatiendo con su mente entre abrazar o no al rubio para acercarlo a su cuerpo.

Luego de minutos en los que no atendió la película, cuando Jimin llegó de revisar que todo estuviera bien con Sun,fingió estirarse y posó su brazo suavemente sobre los hombros de Jimin logrando así, su objetivo.

- Están deliciosas, prueba.-llevó una fritura a la boca de Jeon y justo cuando estaba por comerla la quitó dejándolo con la boca abierta.

En seguida hizo un puchero mientras veía al menor quien volvió a hacerlo una vez más comenzando un juego de niños en el que fue atacado con cosquillas para poder ganar la fritura.

Se puso de pie para intentar huir del ataque pero lo único que consiguió fue tropezar con El soporte de la mesa de centro cayendo de espaldas al suelo y con Jungkook encima de él apoyándose con sus manos sobre la alfombra gris para no aplastarlo.

Ojos abiertos como platos y mejillas rojas como una manzana fueron consecuencia de ver la posición en la que estaban.

Jungkook comenzó a reír con nerviosismo siendo seguido por Jimin rompiendo el contacto visual algo incómodo que tenían por estar un tanto avergonzados de la situación.

- Ésto es mío.- acercó su boca a la fritura y la comió no sin antes dejar un suave beso en sus labios dejándolo atónito.

- Eso fue trampa.

- No, no lo... Hola pequeña, ¿Co-como dormiste?.- sintió sus labios temblar por alguna razón cuando la vió de pie con Cooky en sus brazos viéndolos con una sonrisa que mostraba sus pequeños dientes.

- ¿Despertó?.- cuestionó un tanto nervioso.

- Si, está aquí.- rió acomodando los mechones rubios que cubrían la frente del contrario.

- ¿Estás bien?.

- Debería preguntarte eso yo.- rieron y el mayor finalmente se puso de pie extendiendo sus manos para ayudarlo a incorporarse a su lado.

 Magnífica Melodía | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora