Magnífica Melodía | Kookmin

XVII."Long Night"

Jungkook regresaba de su trabajo luego de una larga mañana debido a que no había asistido un par de días.

Al llegar a casa, se recostó sobre el sofá y comenzó a ver una película para que la tarde sin Jimin, pasara los más rápido posible, entonces solo debía esperar a la llamada del rubio para ir por él a su trabajo.

Había estado pensando demasiado en la propuesta de Jeongyeon.

Jimin no parecía tan seguro de querer ir y lo que menos quería, era que Jimin fuera obligado a ir, pero una parte de el, decía que debía llevarlo para pasar el rato.

Sus ojos miraron fijamente a algún punto de la sala de estar mientras pensaba dejando a la película en reproducción.

La pantalla de su celular se encendió mostrando un mensaje de Jimin.

Estoy a punto de salir.

Voy a allá.

Respondió literalmente saltando del sofá y saliendo de su departamento a la velocidad de la luz. Parece tonto, pero moría por verlo y abrazarlo.

[...]

Llegué nuevamente a mi departamento pero ésta vez sujetando la mano de Jimin quien permanecía a mi lado con una gran sonrisa mientras yo buscaba la llave.

- Anda, es mi turno elegir la que usarás.- corrió hasta la habitación sin soltar mi mano. Se dedicó a abrir mi armario y observar toda mi ropa con su mano en su barbilla como si estuviese pensando.

Anteriormente, habíamos ido a su casa, hablé con su mamá para decirle que, habíamos acordado ir a un antro.

"- Cuida de mi hijo.- asintió y colocó su mano en mi brazo.

- Siempre lo haré.- sonreí y le dí un suave apretón a la pequeña mano de Jimin."

Luego de eso, el se mantuvo sonriendo y riendo, estaba emocionado puesto a que prometí que bailaríamos mucho.

Elegí su ropa ya que el no paraba de girar por toda su habitación, después de todo, era su primera vez en un antro.

En cambio yo, estaba un poco preocupado, en ese ambiente hay un montón de alcohólicos y drogados, temo que puedan intentar hacer algo con él.

Al parecer Jimin tenía en mente que asistiéramos vestidos del mismo color: negro.

- Con ésto te verás realmente apuesto... bueno, siempre te ves apuesto.

Sonrió y acunó mi rostro provocando que mi sonrojo se hiciera aún más notorio. Salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él dándome espacio para vestirme.

- ¡Estaré esperándote en el sofá!.- exclamó una vez estando afuera.

- Dios, ¿Cómo puedes tenerme tan enamorado, Jimin?

Susurré para mí y comencé a vestirme con la blusa cuello alto, junto con un pantalón y zapatos. Por supuesto, todo color negro.

- ¿Estás listo?.- tocó un par de veces la puerta.

- No, pero puedes entrar.- terminé de colocar mi cinturón y fue cuando el entró.

Pasé mis manos por mi cabello para peinarlo, Jimin se colocó a un lado mío observando todo lo que hacía a través del espejo.

- ¿Puedo hacerlo?.- preguntó jugando con sus manos y con la mirada en el suelo.

Tomé sus manos y las coloqué sobre mi cabello invitándolo a hacerlo. Al igual que me incliné un poco, así dejándolo peinarme más cómodamente.