Adam Salt © [𝙵𝚒𝚗𝚊𝚕𝚒𝚣𝚊𝚍𝚊]

Capítulo III:

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𝙴𝚕 𝚁𝚎𝚐𝚛𝚎𝚜𝚘 𝙳𝚎 𝙰𝚍𝚊𝚖 𝚂𝚊𝚕𝚝

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La noticia de que el gran Adam Salt estaba de regreso voló y el Instituto habló de eso durante una semana. En clase no paraban de preguntar a Alexa si el rumor de que Adam volvía a ser novio suyo era cierto, sin embargo, la chica solo respondía con gruñidos y "que te importa". La semana si que fue un desastre, uno enorme y Adam no ponía de su parte para que cesarán los rumores que viajaban de boca en boca.

—Estoy harta—le decía a su amiga mientras almorzanban—Sha, dame un consejo, la capitana del equipo de porristas me ha dicho que vio a Adam mucho antes que yo y que tengo que dejarle el camino libre y por otro lado esta él, un idiota, creído, imbécil, tonto, sopenco...

—Guapo, un dios, masculino y viril con cuerpo de modelo que te hace gemir de placer—concluyó—. ¡Ah, sí! Casi lo olvidó, ese idiota te quiere para él.

—¡Ni creas que volveré contigo!

—Ya estuvimos juntos una vez, te conozco bien— sonrió. El aire arrogante que siempre cargaba era único e imponente.

—Adiós—murmuró Alexa. Se levantó de su asiento pero Adam tomó su muñeca y la sento sobre su regazo.

—Alexa, Alexa—ronroneo y olfateo su cabello—. Nunca se cansa de ignorarme, hago de todo para que me presté atención—se dirigió a Sáhara—¿creés que si la invitó a salir acepte?

—Yo... Uhmmm... Me tengo que ir—la pelirroja tomó sus cosas y se fue con la mirada antenta en Alexa, y sonrió incómoda como disculpándose.

—Realmente doy demasiado miedo—dijo y se echo a reír.

Ángela vió la escena a lo lejos; Adam beso a Alexa frente casí toda la Universidad, la ira corrió por sus venas y una punzada de celos atravesó su nublada mente. Con gracia de un cisne camino hacía su lugar.

—Ehm, hola Adam—saludó al chico y se sentó a lado de él—, quiero preguntarte algo sobre el proyecto, ¿será en tu casa o en la mía?

—En la tuya, cara de ángel—respondió y le lanzo una sonrisa seductora.

«Imbécil, si cómo no, cara de ángel y cara bonita, menudo imbécil»

La sangre dentro de Alexa hervía como agua en punto de ebullición. ¿Cómo se atrevía a decirle cosas lindas a Ángela? ¡Joder! Él muy creído se metía con las primas, si ya lo veía venir, si hace tres año lo había hecho con su ex amiga; estaba claro que no le quedaría escrúpulo alguno para hacerlo con su prima. Como pudo se deshizo del abrazo de Adam y se fué. El chico la vio y rodo los ojos, ¿porqué se comportaba así? ¿Porqué no quería reavivar lo que tuvieron? Teniendo en cuenta que los dos se conocían desde hace tiempo, Adam no creyo hacer algo malo; siempre fue muy cariñoso con sus amigas en la secundaria, claro, había tenido un cambio radical en su actitud ahora no sólo era idiota si no también agresivo, adicto al sexo y a sustancias ilícitas. En los tres años en los que se fue al extranjero, tuvó que cambiar mucho, era él o su oponente. Se volvió más celoso y posesivo, antes podía controlar los sentimientos negativos pero ahora sólo explotaban de la nada, estaba jodido, muy jodido. No tenía motivos justificables para ser como era, simplemente lo hacía por costumbre. Aunque, si le echaba la culpa a su padre era mejor que aceptar su propia culpa.