Ultimo Adios (Kevedd)

Capítulo 3: Recuerdos Diego "tu y yo"

Diego se encontraba en su cama, desde que llegó a su casa después de su visita a la universidad se la paso encerrado en su cuarto pensando en la manera en cómo decirle a edd lo que había hecho o si debería decirle, después de todo, todo paso en su ciudad natal y no había posibilidad que llegará hasta donde ahora estaba viviendo...

*En casa de Diego*

-¿Qué pasa, no puedes dormir?-. Decía el Papá de Diego entrando a su cuarto.

Diego se encontraba sentado cerca de la ventana mirando al cielo, era una noche oscura que mostraba estrellas brillando algunas más que otras.

-Papá-. Dijo este al percatarse de su padre.-No, a decir verdad no tengo sueño-.

-Te entiendo yo tampoco tengo sueño, con lo que esta pasando no siento que pueda dormir y tu mamá tampoco-.

-Si, mamá a de estar mal-.

-¿Tu como te sientes?-.

-Bueno, la verdad tengo muchas cosas en la cabeza-.

-¿Cómo que cosas? Sabes que puedes contarme lo que sea por algo soy tu padre y quizá pueda darte algún que otro consejo-.

-Jaja si tienes razón, quizá me sirva hablar contigo-.

-Bien-. Su padre jalo una silla de su mesa de noche para sentarse alado de el en la ventana.-¿Qué sucede?-.

-Bien, es un poco larga la historia, comenzare desde que llegué a esa universidad...-.

*2 Horas después...*

-Y después llegué aquí-.

-Vaya, has vivido muchas cosas en tan sólo medio año-.

-Si, siento como si hubiera pasado toda una década-.

-¿Y tu como te sientes?-.

-¿Cómo me siento? Siento como si a él le gustará más Kevin que yo porque... las pocas veces que los he visto que han hablado siento como una sensación, que no puedo explicar, los rodeara cada vez que están juntos, como si a ellos les salieran chispas del corazón, como si fueran el uno para el otro-.

-¿Chispas eh?-.

-Si, a ti y a mamá les paso cuando se conocieron ¿no?-.

-Si, y aun lo seguimos sintiendo-. Decía la mama entrando a la habitación.

-Mamá-.

-Lamento si les interrumpo su charla padre e hijo, pero es que no podía dormir-.

-No, esta bien; ven-. Le dijo el padre señalándole que se siente en sus piernas. Ella hizo caso omiso.

-No interrumpes nada mamá-.

-Entonces hijo, ¿tu quieres a ese chico?-. Dijo su padre abrazando por la cintura a su esposa.

-Así es, pero siento como si el a mi no-.

-¿Porque no le preguntas?-. Pregunto su madre.

-Pues porque siento que me dirá lo que quiero escuchar y no lo que me quiere decir-. Se abrazó a sí mismo, rodeando sus piernas con sus brazos.

-Inténtalo, es mejor que hablen y aclaren las cosas antes de que suceda algo-. Decía la madre.

-Si, ¿pero como le digo que quiero que me diga lo que el me quiere decir y no lo que yo quiero escuchar?-.